Menú

Cuatro años sin el genio creativo de Luis Alberto Spinetta

08/02/2016 - Retro
Cuatro años sin el genio creativo de Luis Alberto Spinetta

El 8 de febrero de 2012, el rock argentino perdió con la muerte de Luis Alberto Spinetta al máximo artista de un género al que dotó de magia, innovación y sensibilidad en más de cuatro décadas de consecuente trayectoria.

El músico falleció en su casa, rodeado por sus hijos Dante, Catarina, Valentino y Vera, luego de haber pasado 25 días internado en el Instituto Cemic por divertículos.

Autor, guitarrista y cantante, pero también poeta y pintor, el «Flaco» supo colmar de una elevada concepción estética a cada uno de los pasos que dio desde su nacimiento, el 23 de enero de 1950 en el barrio porteño de Belgrano.

Mentor de grupos esenciales desde los que fue regalando su impronta como Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Jade y Los Socios del Desierto y de un camino en solitario también signado por la belleza, falleció hace cuatro años en Buenos Aires a causa de un cáncer de pulmón que se le diagnosticó en julio de 2011.

Al filo de la Nochebuena de ese año y ante la carroña mediática acerca de su estado, utilizó la cuenta de Twitter de su hijo Dante para expresar: «Desde el mes de julio sé que tengo cáncer de pulmón. Estoy muy cuidado por una familia amorosa, por los amigos del alma, y por los mejores médicos que tenemos en el país. Ante el aluvión de información inexacta, quiero aclarar públicamente las condiciones de mi estado de salud. Me encuentro muy bien, en pleno tratamiento hacia una curación definitiva».

Trazando un camino personalísimo y prolífico, el creador dio forma a una obra volcada en más de 40 álbumes donde sus canciones constituyeron un alegato estético que signó al rock argentino y lo sostuvo como un espacio fértil para la creación.

Lejos de las modas y de los vaivenes de un género que pasó de marginado y prohibido a gozar de las mieles de la difusión masiva, Spinetta sostuvo un discurso que fue, al mismo tiempo, un ejemplo de libertad y de coherencia capaz de enseñar a una legión de escuchas la necesidad de no encasillarse.

La vida musical de Spinetta comenzó a sus 17 años cuando junto a su compañero del secundario Emilio del Guercio (bajo) y también con otros dos alumnos del Instituto San Román, Edelmiro Molinari (guitarra) y Rodolfo García (batería), dio forma a Almendra.

Un simple de 1968 conteniendo «Tema de Pototo» y «El mundo entre las manos», fue el aperitivo para el lanzamiento, en 1969, de un álbum debut que contuvo canciones como «Ana no duerme», «Plegaria para un niño dormido» y «Muchacha (ojos de papel)» y logró ubicar a Almendra -junto a Manal y Los Gatos– como emblema del naciente rock local.

La corta vida del cuarteto, que se separó en 1970 con la edición de un segundo disco, no menguó el buen nombre de su obra ni mucho menos le cortó las alas a un Spinetta que un año más tarde publicó en solitario «La búsqueda de la estrella» y «Spinettalandia y sus amigos» y enseguida impulsó el nacimiento de Pescado Rabioso.

El conjunto en el que el bajo recayó primero en Bocón Frascino y luego en David Lebón, con batería a cargo de Black Amaya y el agregado del teclado de Carlos Cutaia, mostró la lírica puesta al servicio de un sonido más duro plasmado en álbumes como “Desatormentándonos” y “Pescado Rabioso 2” que contuvieron gemas de la talla de “Blues de Cris” y “Credulidad”.

Por si esos pasos grupales con un repertorio casi íntegramente con su firma no bastaran, en 1973 y bajo la confusa denominación de Pescado -porque se trató de una placa en solitario-, publicó el magnífico “Artaud”, inspirado y en homenaje a uno de los poetas en los que abrevó y de la que trascendieron “Todas las hojas son del viento”, “Bajan”, “Superchería” y “Cantata de puentes amarillos”.

A mediados de ese mismo año convocó a Carlos Alberto «Machi» Rufino en bajo y Héctor “Pomo” Lorenzo en batería para dar forma a Invisible, una propuesta en la que retoma el melodismo de Almendra pero complejizado y puesto en comunicación con otros géneros.

Tres álbumes, temas como «Azafata del tren fantasma», «El anillo del Capitán Beto», «Durazno sangrando», «Los libros de la buena memoria» y «Las golondrinas de Plaza de Mayo” y la primera invitación a un tanguero como el bandoneonista Rodolfo Mederos que tomó parte en el último concierto de Invisible, formaron parte de otro legado atemporal.

En 1977 armó la Banda Spinetta, un eufemismo para otro paso individual plasmado en «A 18 minutos del sol», en 1979 se produjo el primer regreso de Almendra, luego viajó a los Estados Unidos donde registró la placa en inglés «Only Love Can Sustain» y, luego, otra vuelta de Almendra.

Ya en los 80 convocó a los también fallecidos Beto Satragni (bajo) y Diego Rapoport (teclados), y a “Pomo” Lorenzo (batería) y Juan del Barrio (teclados) para exhibir su propia síntesis acerca del jazz-rock desde las placas “Alma de diamante”, “Los niños que escriben en el cielo”, “Bajo Belgrano” y “Madre en años luz”.

“Contra todos los males de este mundo”, “No te busques ya en el umbral”, “Maribel se durmió”, “Mapa de tu amor” y “Resumen porteño” fueron apenas algunos de los nuevos aportes de Luis a un cancionero de ensueño.

En paralelo publico dos vinilos: “Kamikaze” (en 1982 y con temas como “Y tu amor es una vieja medalla”, “Ella también” y “Barro tal vez”) y “Mondo di cromo” (en 1983, integrado por “Yo quiero ver un tren”, “Será que la canción llegó hasta el sol” y “No te alejes tanto de mí”).

A mediados de esa década quiso ponerse en contacto con otros grandes. Mientras la reunión con Charly García solamente generó el tema “Rezo por vos” que incluyó en el sorprendente álbum electrónico “Privé”, sí concretó el encuentro con Fito Páez que se apreció en “La la la”, donde el único tema compuesto a cuatro manos fue “Hay otra canción”.

Otra cúspide de su labor solista se apreció en 1988 con el disco conceptual “Téster de violencia”, atravesado por gemas como “La bengala perdida”, “Siempre en la pared”, “Al ver verás”, “El marca piel”, “El mono tremendo” y “Organismo en el aire”.

Sin descanso, en el 89 sacó «Don Lucero» (donde registró «Fina ropa blanca») y un año después encaró su primer disco en vivo, registrado en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA que tituló «Exactas» y en diciembre

En 1991 con “Pelusón of milk» y el bello «Seguir viviendo sin tu amor» como bastión de un repertorio tranquilo, el “Flaco” clausuró una etapa cancionera que incluyó la banda sonora del filme «Fuego Gris», de Pablo César, para ingresar en otra etapa furiosa junto a Los Socios del Desierto, un trío que completaron Daniel «Tuerto» Wirzt (batería) y Marcelo Torres (bajo).
Al siglo XXI lo recibió con «Silver sorgo», el naturalista «Para los árboles» (2003), el EP “Camalotus” y otros dos álbumes como “Pan” y “Un mañana” que, aún ayunos de grandes éxitos, ratificaron el rumbo inspirado de un hacedor que no perdió ni el rumbo ni la inquietud.

A modo de síntesis de ese camino, el 4 diciembre de 2009 colmó el estadio de Vélez, un ámbito multitudinario que transformó en reducto íntimo para disfrutar de un recorrido por sus Bandas Eternas en un maratón artístico con más de 50 canciones “La frescura y el lirismo de Almendra, el grito oscuro y enloquecedor de Pescado Rabioso, la contundencia y experimentación de Invisible, el perfil sonoro particular y casi galáctico, como desprendido de materia, de Jade y las experiencias posteriores”, lo resumió la crónica de Télam.

Un año después, para la edición del libro-CD y DVD que documentó aquella velada, Spinetta escribió que haber encarado ese trabajo «involucra una infinita responsabilidad. Responsabilidad. Palabra soberana, palabra en la potencia de bancar la reunión de varios de los músicos más talentosos y diversos en una sola alma y en una simple premisa: Sonar Bien».

El “Flaco” no dejó nunca jamás de “Sonar Bien” y esa marca es un faro que no cesará de alumbrar los caminos por donde debe transitar una música de hermosura universal forjada en este lugar del mundo.

Un artista en primera persona

Luis Alberto Spinetta, artista esencial del rock argentino, capaz de reinventarse a partir de una obra inmensa atravesada por la belleza, esgrimió a lo largo de su vida frases que merecen el recuerdo y que dan cuenta de su mirada poética y lúcida que tuvo sobre las cosas.

Con la intención de acercar su cosmovisión del mundo, aquí pueden leerse algunas frases y declaraciones que el «Flaco» dio a lo largo de su vida en diferentes charlas y entrevistas, que fueron compiladas en un par de libros.

– «El talento es el hombre en libertad, nace en cualquier persona que se sienta capaz de volar con sus ideas».

– «La música es un lenguaje que está en el cosmos como todo lo que nos rodea. El músico que se pone en contacto con el cosmos, que sabe indagarlo con amor, que consigue la comunicación con otros ser y con dios… ese hombre músico podrá apoderarse y utilizar ese lenguaje como si leyera una clave que pareciera indescifrable y hará su música, sin detenerse jamás».

– «Sé que mi misión es hacer buenos discos. Mi misión la tengo que fundamentar con mi propia existencia».

– «La canción ya luchó contra todo lo que pudo haberla detenido hasta llegar. Tiene algo de esperamatozoide que atraviesa el alma y también la realidad de uno. Es como un óvulo fecundado por una nueva canción».

– «No por intentar ir por lo estético estoy apartado de la mirada de la gente. Es imposible. Es viable poner, sutilmente, ciertos elementos en un tema, que luego no se conviertan solo en una canción de protesta».

– «No me gusta que la gente me vea como un ideal o una cosa ficticia, por eso también escondo un poco la trucha».

– «La música se parece más a un animal que al hombre. Es como si la música fuera una medusa o una mariposa. Tiene una animalidad, una cosa indomable. Por más que le escribimos o le combinemos lo que sea siempre abarca mucho más».

– «Ustedes vieron que los paisajes pueden alterarse no solamente por una maniobra del cielo, sino por una maniobra que aunque también es del cielo porque de ahí venimos, es una maniobra de nosotros los seres humanos. Las ciudades se desvanecen, se pueden destruir, se pueden sepultar. Pero hay algo que es inefablemente no cambiante, que es nacer».

– «Mientras encuentro ese acorde que busco me siento como un buzo que se sumergen y al colocarme las antiparras veo todo con claridad. O como si estuviera en la nieve y me dieran esas lentes ahumadas para poder verlo todo, no solamente el resplandor».

– «La voz puede decir una sola nota a la vez, pero la cabeza es polifónica».

– «No soy de esos músicos que viven para estar tocando su instrumento todos los días. Lo que sí, mi música está influida por mi experiencia de vida, eso es innegable. Está amarrada a lo que vivo. Muchas canciones no las puedo volver a cantar por lo que significaron para mí y para no sentir esa emoción dispuesta de otra manera.

– «…cuando me veo a mí mismo veo a un flaco que tiene que bajar la panza de tanta cerveza que toma y que a veces es medio tarado…»

– «En la época en que empezamos con Almendra, Piazzolla y Los Beatles eran para nosotros verdaderos guías».

– «La gran desventaja para algunos es hacer música por ambición, casi como por obligación, para enriquecerse, o para figurar. A los dos compases sabés qué tipo de trabajo y artista estás oyendo, y ante quién se agacha y para qué».

– «Un cana también es un ser humano, como un loco o un drogadicto. La raíz del mal está en aquellos cuyo vicio es el sufrimiento de los otros».

Las paradas discográficas del universo Spinetta

En Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Jade, Los Socios del Desierto o en distintas etapas como solista, Luis Alberto Spinetta demostró ser un artista prolífico con buen anclaje en estudios de grabación donde registró álbumes que exhiben la hondura de su propuesta estética.
La que sigue es una lista de los álbumes que el Flaco publicó en la Argentina:

Con Almendra:
– «Almendra I», 1969.
– «Almendra II» (álbum doble), 1970.
– «El valle interior», 1980.
– «Almendra en Obras I y II», 1980.

Primera etapa solista
– «Spinettalandia y sus amigos», 1971.

Con Pescado Rabioso
– «Desatormentándonos», 1972.
– «Pescado Rabioso II» (álbum doble), 1973.
– «Artaud», 1973.

Con Invisible
– «Invisible», 1974.
– «Durazno sangrando», 1975.
– «El jardín de los presentes», 1976.

Segunda etapa solita
– «A 18′ del sol», 1977.
– «Only love can sustain», 1979.

Con Spinetta Jade
– «Alma de diamante», 1980.
– «Los niños que escriben en el cielo», 1982.
– «Bajo Belgrano», 1983.
– «Madre en años luz», 1984.

Tercera etapa solista
– «Kamikaze», 1982.
– «Mondo di cromo», 1983.

Cuarta etapa solista
– «Privé», 1985.
– «La La Lá» (con Fito Páez), 1986.
– «Téster de violencia», 1988.
– «Don Lucero», 1989.
– «Exactas», 1990.
– «Pelusón of milk», 1991.
– «Fuego gris», 1993.
– «Elija y gane», 1998.

Con Spinetta y Los Socios del Desierto
– «Spinetta y los socios del desierto», 1997.
– «Estrelicia-MTV Unplugged», 1998.
– «San Cristóforo», 1998.
– «Los ojos», 1999.

Quinta etapa solista
– «Silver sorgo», 2001.
– «Obras en vivo», 2002.
– «Para los árboles», 2003.
– «Camalotus», (ep) 2004.
– «Pan», 2006.
– «Un mañana», 2008.
– «Spinetta y las Bandas eternas, en vivo», 2010
– «Los amigo», 2015 (póstumo)