Se necesita mucha valentía para disolver una banda en su mejor momento e inmediatamente embarcarse en una carrera solista. Y Sting lo hizo.
The Police había terminado la gira de presentación del que sería su último álbum de estudio, «Synchronicity». Entre julio de 1983 y marzo de 1984, la banda ofreció más de cien conciertos en tres continentes. Las tensiones en el estudio y en la ruta hicieron imposible una reunión del grupo para grabar un sexto disco, programado para 1986.
“Esta decisión, lo admito, no era particularmente lógica”, refleja Sting en su libro “Lyrics” (2007). Había muchas dudas en su círculo más íntimo de si era realmente una idea sabia abandonar The Police después de haber conquistado el mundo con “Synchronicity”. Sin embargo, Sting dijo que decidió creer en cambio que “el impulso de la banda había sido tal que la gente por lo menos tendría curiosidad por lo que estaba haciendo”.
De cualquier modo, la idea de un próximo disco de The Police siguió latente. Mientras tanto, Sting, Andy Summers y Stewart Copeland tendrían tiempo libre para dedicarse a otros proyectos. Sting usó el suyo para cumplir un sueño, en más de un sentido, y armar una banda que estuviera a la altura de sus nuevas ambiciones musicales.
«Conocí a Branford Marsalis«, contó Sting en declaraciones a uDiscoverMusic sobre los orígenes de la banda en enero de 1985. «Dije que estaba interesado en comenzar una banda. No especifiqué qué tipo de banda sería. Pero obviamente, la gente que él conocía eran del mundo del jazz. Venían de Weather Report, Miles Davis… Branford había tocado con (Art) Blakey y la primera persona que me llamó la atención fue Kenny Kirkland, que era un pianista increíble”.
La formación para el álbum ya estaba tomando forma. «Tan pronto como se sentó y comenzó a tocar», dijo Sting de Kirkland, «estaba en la banda. Ese fue el caso de todos los que trajo Branford. Obviamente, músicos de muy alto calibre, pero también eran de una generación que había sido educada con la música pop y rock como parte de su paisaje. No era que solo habían estado expuestos al jazz».
Pero de ninguna manera la superestrella planeaba abandonar su audiencia de rock. Estos músicos, recordó, “sabían de dónde venía, y la idea no era realmente hacer un disco de jazz. Hicimos un disco con una sensación de jazz, tal vez, pero la música fue arreglada y luego la tocamos. Entonces todos dijeron: ‘Oh, estoy haciendo un disco de jazz’. Pero ese no fue el caso».
“Mi intención era utilizar músicos que tuvieran la delicadeza de tocar jazz, aunque sin hacer música con esa etiqueta. Creo que tenemos suficiente espontaneidad en el disco y, sin embargo la disciplina suficiente para haber entrado en algunos terrenos que los discos más pop no llegan”, argumentó en declaraciones a Record.
Las sesiones para “The Dream of The Blue Turtles” comenzaron en marzo, en el entorno propicio de Blue Wave Studios en Barbados. Sting compartió los créditos de producción con Pete Smith. «Es muy difícil definir qué es un productor», dijo el cantante a uDiscoverMusic, «y creo que la única forma de definirlo es por las limitaciones del artista».
“Algunos productores hacen todo. Organizan la música. Incluso hacen la música. Ellos, a veces, escriben la música. Incluso podrían cantar la música. Pete era un muy buen ingeniero y tenía una muy buena vibra», agregó.
Otros músicos en las sesiones incluyeron al futuro bajista de los Rolling Stones, Darryl Jones, y al igualmente venerado baterista Omar Hakim. Combinado con los músicos principales convocados por Sting, el grupo trabajó feliz y productivamente. «El ambiente era obviamente muy bueno», dijo. “Todos nos llevamos bien. Pete Smith era muy divertido y mantuvo el ánimo de todos».
«Es la misma forma en que siempre he trabajado», continuó. «La música es algo feliz, y este grupo de músicos estaban felices de estar allí trabajando conmigo, trabajando en este material, por lo que fue una experiencia encantadora».
“Mucha gente se sorprendió de cómo suena este disco, porque no es jazz, pero tampoco es un álbum de pop mainstream. Será interesante ver cómo la radio se ajusta a estas canciones. Si es que se ajustan”, indicaba en aquel momento.
Y las radios se ajustaron bastante bien. Publicado en junio de 1985, “The Dream of The Blue Turtles” alcanzó el número 2 en el Billboard 200, vendiendo tres millones de copias en los Estados Unidos.
A través del disco hay varias letras oscuras. «Russians», por ejemplo, combina esa letra con una melodía agradable que lo convirtió en un éxito con una sensación de presentimiento lírico. «Fui criado a la sombra de la Guerra Fría en los años 50 y 60 con esta amenaza de aniquilación nuclear sobre nosotros», explicó Sting a uDiscover Music.
“Entonces, obviamente, para cualquiera en mi generación, eso estaba en tu mente. Y también esta idea que creo que (el presidente estadounidense Ronald) Reagan expuso que los rusos eran el imperio del mal, y que no eran del todo humanos. Creo que ese fue el texto subyacente de todo eso».
“Entonces, realmente quería llegar al fondo de eso. Todos somos seres humanos a pesar de cualquier ideología o bandera que se enarbole en este momento. Todos tenemos los mismos miedos y las mismas ansiedades y las mismas esperanzas para el mundo».
Sting tenía un improbable crédito de co-escritura en la pista con el compositor ruso Sergei Prokofiev. “Esa fue una de mis piezas musicales favoritas durante muchos años. Es el tema de amor del teniente Kije, que es una suite que Prokofiev escribió, creo, en los años 20 o 30. Siempre me encantó ese tema y me pareció muy apropiado sugerir Rusia, sugerir el tamaño de Rusia, el romance de Rusia, y creo que fue muy efectivo».
También hay una visión social en «We Work The Black Seam». «Vengo del noreste de Inglaterra, y las minas de carbón estaban muy cerca de donde vivía», dijo Sting. “En mi ciudad (Wallsend, en Northumberland), había dos trabajos. Tenías la mina de carbón en un extremo y el astillero en el otro, así que sentí afinidad por los problemas de la clase trabajadora y lo que le había sucedido a la industria en los años de (Margaret) Thatcher. Entonces, me hizo pensar en eso”.
El álbum hizo una inteligente referencia al pasado ya famoso de Sting, con una nueva versión de «Shadows in the Rain», la canción que The Police había incluido en «Zenyatta Mondatta», que consideró que estaba lista para la reinvención. «Son mis canciones», explicó, «y teniendo una banda, querés reinterpretar las canciones de la misma manera que lo hacen los músicos de jazz».
“Algunos repertorios de jazz son las mismas canciones que se reinterpretan cada vez que se graban. No trato mis canciones como piezas de museo o reliquias sagradas. Están ahí para ser utilizados. Están ahí para ser adaptadas y se les ha dado nueva vida».
La expectativa hacia «The Dream of the Blue Turtles» era alta, como Sting le dijo a NME en ese momento. «Hay mucha emoción sobre el disco en la compañía discográfica como lo sería para un disco de The Police, lo cual es bastante emocionante», señaló.
El disco cosechó elogios de los fans y de los medios de comunicación. La revista Pelo destacó al disco: Sting está trabajando aquí con improvisadores (de primera clase), muchos de los arreglos de la nueva banda están mejor estructurados que ciertas melodías de Police. Por otra parte, este quinteto es mucho más contundente que Police, ya que los teclados de Kirkland (especialmente el órgano) refuerzan el ritmo, y la conjunción de Hakim y Jones marcan la potencia de la música».
El Sydney Morning Herald, por su parte, lo llamó «un álbum notablemente bueno», mientras que Billboard lo consideró «quizás el lanzamiento más esperado del verano, y la espera demuestra que vale la pena: la colección solista del vocalista / bajista de The Police presenta 10 canciones, y ninguna de ellas es descartable». También llegó a reunir un par de nominaciones a los Grammy, una a la Mejor Interpretación Vocal Pop Masculina y otra para Álbum del Año.
Los dos primeros singles -«If You Love Somebody Set Them Free» y «Fortress Around Your Heart»- alcanzaron el Top 10 en los Estados Unidos, mientras los dos siguientes -«Love Is The Seventh Wave» y «Russians»- se ubicaron en el Top 20.
«Fortress Around Your Heart» fue, dijo Sting en una entrevista en el CD-ROM All This Time, «escrita en el estudio en el 85, en Barbados. Acababa de tocar esos acordes en la guitarra, acordes extraños».
“En realidad, sonaban como medievales, así que me puse a pensar en asedios medievales, muros de castillos, armas de asedio, ejércitos durmiendo bajo banderas andrajosas y pensé que era una buena metáfora del amor que salió mal. Ejércitos que luchan entre sí, las relaciones se han derrumbado y han ido de mal en peor, y lo que comienza con el amor termina en guerra”.
Mientras Sting hacía lo que se propuso hacer en términos de alistar músicos brillantes, aún hablaba esencialmente el mismo idioma que siempre tenía, un pop inteligentemente escrito con letras inspiradas en la literatura y arreglos globalizados. Como lo atestiguaron las ondas de radio, no había perdido su capacidad para hacer estribillos y, a veces -como en “Fortress Around Your Heart”- sonar parecido a The Police.
Era, en otras palabras, un álbum para nada tan extraño como su título -una imagen evocadora que Sting dijo fue inspirada por un sueño real. “Tuve un sueño en el que estaba de vuelta en casa en Hampshire, mirando por la ventana en ese gran jardín amurallado, con una cama de flores muy limpia y mucho follaje. De repente, de un agujero en la pared vinieron unas enormes, agresivas y bastante borrachas tortugas azules. Empezaron haciendo volteretas y otras acrobacias, y mientras tanto destruían por completo mi jardín”, dijo Sting a la revista Spin. “Para mí, las tortugas son símbolos del subconsciente, porque viven bajo el mar, lleno de potencial no realizado, con un significado muy junguiano… Quería destruir un montón de ideas preconcebidas y expectativas, y hacer algo inquietantemente diferente. Estas tortugas azules eran estos músicos que me ayudaron. Y lo hicieron”.
Texto: Rodolfo Poli