John Lennon siempre produjo sus mejores obras en medio de alguna clase de evento catalítico. En sus principios con Los Beatles, su genio se alimentaba de la relación mitad colaboración mitad competencia con Paul McCartney; el segundo de sus grandes periodos de inspiración fue durante el desmoronamiento final de su primer matrimonio, que luego fue seguido por lo que tal vez fue su era más consistentemente creadora, la época de su «terapia primal», de la que nació su mejor y más significativo álbum solista, con temas como «Mother», «Working Class Hero» y «God».
Pero los cinco años que pasó sin grabar, en semi-retiro, parecen haberle adormecido un poco sus sensibilidades y borroneado su impecable sentido del rock and roll. Y «Double Fantasy», publicado el 17 de noviembre de 1980, comparado con otros anteriores, muestra a un Lennon sumergido en una esterilidad indulgente.
Ya desde la tapa (una foto de él y Yoko Ono besándose) uno se da cuenta de lo que se puede escuchar en el disco: una continuación de sus públicas declaraciones sobre la innegable belleza de su relación con su pareja, o sea canciones sobre Yoko, Sean (su hijo con Yoko) o sobre Yoko, Sean y él mismo.
La democracia doméstica ha hecho que en este álbum Lennon interprete siete canciones, y Yoko otras siete. El primer tema del disco es «(Just Like) Starting Over», de Lennon, y le sigue «Kss Kiss Kiss», una muestra típica del estilo de Yoko Ono, aunque con grandes mejoras vocales.
«Cleanup Time» ofrece a los músicos acompañantes (Earl Slick y Hugh McCracken en guitarras, Tony Levin en bajo, George Small en teclados y Andy Newmark en batería) más espacio para hacer lo suyo. Después del piadosamente corto «Give Me Something», de Ono, sigue «I’m Losing You», de Lennon, una de las pistas más fuertes de todo el álbum, que prueba que todavía podía invocar su voz torturada y dolida a pesar del aire de familiaridad del resto de las canciones.
Como para mantener un absurdo balance entre ellos, sigue «I’m Moving On», de Ono. El tema de Lennon «Beautiful Boy (Darling Boy)» cierra el lado uno.
No hay que ser un Lennonólogo para darse cuenta de que «Watching The Wheels», que abre el lado dos, es el tema clave. Con un motivo en piano similar al de «Imagine», Lennon contesta a los críticos, y revela lo obvio: él está contento de estar más pasivo, y a quien la actualidad le importaba muy poco fuera de su círculo familiar.
«I’m Your Angel» es la peor pista de Yoko en todo el álbum; mitad vals, mitad balada, se mete con las simplezas musicales con las que McCartney solía jugar en los álbumes de Los Beatles.
«Woman» es el tema que más recuerda a Los Beatles. Después siguen tres temas de Yoko: «Beautiful Boys», «Every Man Has A Woman Who Loves Him» y «Hard Times Are Over», y uno de Lennon, «Dear Yoko».
Como dijo una vez un viejo compañero de John Lennon: «Hay gente que quiere llenar el mundo con tontas palabras de amor». El problema es con quien se unen.
Nota relacionada:
- Tras un largo silencio, John Lennon volvía hace 40 años al estudio para registrar su último disco (06/08/2020)
Texto: Revista Pelo 193/Diciembre de 1980