Pocos discos han tenido una influencia tan grande en la historia del rock argentino como «Almendra», el LP debut de la banda homónima. Aquel combo integrado por Luis Alberto Spinetta (guitarra y primera voz), Edelmiro Molinari (primera guitarra), Emilio del Guercio (bajo y coros) y Rodolfo García (batería), supo captar el momento, pero al mismo tiempo crear una obra vanguardista e imperecedera.
La década de 1960 estuvo signada por una revolución musical y social que provocó la aparición de The Beatles, la psicodelia, el hippismo, el aggiornamiento de la música ciudadana impulsado por Ástor Piazzolla y los cuentos de Julio Cortázar. Todos estos elementos están presentes en la propuesta artística de Almendra.
Antes de formar la banda, los músicos habían integrado otras agrupaciones con compañeros del colegio o del barrio, pero recién lograron reunirse en marzo de 1968, armando su centro de operaciones en la casa de los padres de Luis, en la calle Arribeños entre Congreso y Quesada, en el barrio porteño de Belgrano.
Un par de meses después de aquel primer encuentro asistieron a un recital de Los Gatos, en el Teatro Payró y a la salida se cruzaron con el famoso productor radial y discográfico Ricardo Kleinman, productor del programa «Modart en la noche», que conducía Pedro Aníbal Mansilla en Radio Excelsior. Allí le comentaron que tenían un grupo y lo invitaron a un ensayo. Insólitamente, Kleinman acudió y quedó deslumbrado. Según contó Rodolfo García, «cuando finalizó el ensayo nos dijo: ‘Bueno, ustedes van a grabar en la RCA. ¿Qué necesitan, más músicos, un arreglador?’ ¡Era el sueño del pibe!”.
A fines de 1968, Almendra entró por primera vez a estudios y grabó su simple debut, que vería la luz el 20 de septiembre con «Tema de Pototo (Para saber cómo es la soledad)» en el lado A y «El mundo entre tus manos» en la cara B. En 1969, además, el grupo sacó en simples las canciones «Hoy todo el hielo en la ciudad», «Campos verdes», «Gabinetes espaciales» y «Final».
En esos meses, el grupo tocó muchísimo en vivo. Durante el verano estuvieron en Mar del Plata y fueron enviados por su discográfica a un festival en Perú; en marzo debutaron oficialmente en Capital con un show en el Instituto Di Tella; en abril llenaron el Teatro Del Globo y en junio tocaron en el ciclo Beat Baires, en el Teatro Coliseo. También participaron de varios programas de televisión y hasta rodaron un videoclip, correspondiente a «Campos verdes», que se proyectó en los cines.
Pero fue el álbum «Almendra» el que permitió que el grupo desplegara todo su potencial, fundamentalmente gracias a una producción también inédita para la época. La orquestación estuvo a cargo de Rodolfo Alchourrón, un respetado arreglador de música clásica y jazz que fue acercado por Kleinman. La grabación se completó con músicos de sesión para las secciones orquestadas, más el bandoneón de Rodolfo Mederos. “Alchourrón apareció con un cuadernito y un lápiz para tomar nota y trabajar con nosotros”, recordó García. Y «El Flaco» contó: “Hice los arreglos a capella y él los transcribió, corrigiendo algunos errores”.
La publicación del álbum, que tuvo lugar el 15 de enero de 1970, no estuvo exenta de contratiempos. El día planeado para el lanzamiento era el 29 de noviembre de 1969, tal como figura en los registros oficiales de la compañía RCA, pero se retrasó y terminó saliendo a mediados de enero, una de las peores fechas para editar un disco.
Tras la idea de lo que sucedía en Europa y los Estados Unidos, Spinetta había diseñado una portada diferente, que iba a contramano de la norma habitual en la Argentina de poner una foto de la banda o del artista. Luis creía que el arte de tapa también hacía al concepto del álbum y por eso le presentaron a RCA el célebre dibujo del payaso triste con la sopapa en la cabeza, una obra original del mismo Spinetta. Convertida en un emblema del rock nacional, en aquel momento cualquier discográfica hubiese considerado inconcebible una portada así. Y eso pasó.
Días después, la compañía discográfica afirmó que el dibujo se había perdido, por lo que planeaban usar una foto del grupo. Según contó García en «Ruido de magia», la biografía de Spinetta publicada recientemente por Sergio Marchi, el sello especulaba con que, ante la necesidad de que el lanzamiento se concretara antes de las fiestas, la banda iba a ceder con la cuestión de la portada. Obviamente molestos, los músicos buscaron el dibujo perdido y finalmente lo encontraron en la basura. Spinetta se quedó despierto toda la noche, reproduciendo fielmente aquella obra de arte original y la llevó a la compañía al día siguiente. Esta vez no había excusas. Junto con el ya famoso dibujo, el LP incluyó un insert con letras e información técnica. La contratapa en blanco y negro presentaba una fotografía del grupo en vivo en el Festival Pinap.
Además, en vez de los nombres de las canciones, Luis quiso poner en la contratapa unos símbolos que las representaran. La lágrima del payaso se refería a las canciones más tristes («Muchacha», «Figuración», «Plegaria para un niño dormido» y «Que el viento borró tus manos»), el ojo a las más complejas («Color humano» y «A estos hombres tristes») y la sopapa a las composiciones con nombres propios («Ana no duerme», «Fermín» y «Laura va»).
Otra versión indica que el lanzamiento se postergo hasta mediados de enero porque entre noviembre y diciembre hubo una venta tan enorme de discos de Leonardo Favio que el sello CBS alquiló las máquinas de la planta de RCA, que sin dudarlo pasó para enero la salida de «Almendra».
Lo cierto es que el grupo repartió en enero un volante tipo flyer que decía: “El 15 de enero es una fecha importante tanto para nosotros como para ustedes. Es la salida de nuestro primer long play”.
Los comentarios de la prensa fueron en su mayoría elogiosos. La recién aparecida revista Pelo dijo que “Quizás sea la síntesis de una nueva música que está surgiendo”, pero la revista Gente criticó que las letras no estaban bien fusionadas “con la métrica musical”, por la manera tan personal de Spinetta de acentuar algunas palabras. Más allá de eso, la repercusión en esos primeros días fue casi nula, hasta que unos meses después la canción «Muchacha (Ojos de papel)» se incluyó en una publicidad de telas y le daría a la banda una proyección nacional.
En total, «Almendra» tiene nueve temas; siete pertenecientes a Spinetta, uno de Edelmiro Molinari («Color humano») y el otro de Emilio Del Guercio («Que el viento borró tus manos»). Las canciones van de un estilo a otro con total naturalidad, conformando un abanico que refleja una variedad de raíces musicales, desde el tango, el jazz y el folklore hasta las obvias referencias Beatles, todo amalgamado por una bella interpretación y una fina poesía.
El lado A abre con «Muchacha (ojos de papel)», una canción de amor acústica con exquisitos arreglos vocales, en la línea de «Yesterday» de los Beatles. Continúa «Color humano», con coros de Edelmiro y un magistral solo de guitarra y uso del wah-wah. La canción dura nueve minutos, una verdadera osadía para la época, cuando la regla tácita era que los temas no pasaran los tres minutos porque si no no iban a ser difundidos por las radios.
«Figuración» es otro de los temas vanguardistas, con flauta tocada por Emilio. El lado A del vinilo cierra con «Ana no duerme», un rock enérgico con el aporte de Santiago Giaccobe en órgano.
El lado B comienza con «Fermín», que según la ficha técnica se grabó con un “ambiente de hospicio”, y que canta Del Guercio. La emotividad continúa con «Plegaria para un niño dormido», y luego llega la poderosa poesía de «A estos hombres tristes». Sigue «Que el viento borró tus manos», otra vez con la voz de Emilio y el sonido de su flauta, y el cierre es la orquestada «Laura va», con cuerdas, bronces, bandoneón y un clima comparable a «She’s Leaving Home», de los Beatles. “Después de escuchar esa canción, no quise privarme de componer algo que se pudiera orquestar de esa forma”, declaró Spinetta en una entrevista radial en 1984.
A fines de 1970, producto de un gran desgaste por aquel éxito repentino, Almendra se separó. Antes, llegó a editar un segundo LP doble y, citando a Edelmiro Molinari, «se multiplicó» en diversos proyectos musicales. Luis Alberto Spinetta entró en una fase experimental y grabó «Spinettalandia y Amigos» con Pappo, Miguel Abuelo y otros músicos invitados y con Pescado Rabioso fusionó el rock progresivo de King Crimson con el hard rock de Black Sabbath. Molinari formó Color Humano, un power trio que estaba más cerca del sonido blusero de Manal que de las dulces melodías de Almendra. Por su parte, Emilio del Guercio y Rodolfo García fundaron Aquelarre, un cuarteto progresivo con inclinaciones al folk.
“Yo no recuerdo el disco, lo tengo presente, que es diferente. Desde ahí partimos. Como generador de ese material puedo dar una referencia de que aquella pasión, aquella inocencia y aquella ingenuidad fue absolutamente real y se sigue proyectando a través del tiempo”, precisó Molinari en una entrevista con la agencia Télam.
Y agregó: “Esa es una cosa muy linda porque no sé si a todas las personas les toca vivir una experiencia semejante, de soñar con un compañero y hacer una cosa que se convierte en algo que trasciende las barreras del tiempo y traspasa los corazones de la gente. Eso es algo muy hermoso”.
Si bien en 1967 Los Gatos habían sentado las bases para hacer rock en castellano, Almendra demostró que era posible llevar el rock a límites insospechados y en los propios términos de la música rioplatense.
Por eso, «Almendra» no es simplemente un disco, es una obra conceptual que hace 50 años, y con tan sólo nueve canciones, generó un big bang que desde la Argentina se expandió por toda América Latina.
Lista de canciones:
A1 «Muchacha (Ojos de papel) (Luis Alberto Spinetta)
A2 «Color humano» (Edelmiro Molinari)
A3 «Figuración» (Luis Alberto Spinetta)
A4 «Ana no duerme» (Luis Alberto Spinetta)
B1 «Fermin» (Luis Alberto Spinetta)
B2 «Plegaria para un niño dormido» (Luis Alberto Spinetta)
B3 «A estos hombres tristes» (Luis Alberto Spinetta)
B4 «Que el viento borró tus manos» (Emilio Del Guercio)
B5 «Laura va» (Luis Alberto Spinetta)