El cantante, compositor y guitarrista Dante Spinetta, quien lleva 30 años de trayectoria y se convirtió en uno de los referentes de la música urbana en Latinoamérica, lanzó su quinto disco solista, «Mesa dulce», que marca un quiebre en su vida personal y se caracteriza por ser dueño de una «vitalidad» arrolladora.
En plena pandemia, Dante comenzó a componer las canciones que integran este álbum, donde combina la sensualidad del funk con el «post-rap», como él mismo describió durante una entrevista con la agencia Télam, impulsado por las ganas de hacer lo que le dicta el corazón.
«Soy muy ecléctico musicalmente y también está bueno saber en donde uno es mejor. En esta parte de la cancha juego mejor; la versión funk y también la mezcla de escuchar lo urbano desde otro lado. Creo que este es mi mejor trabajo en ese sentido, sin dudas he logrado llegar a lugares que siempre quise y este es un disco de quiebre en lo personal y ojalá la gente lo escuche así», indicó Spinetta.
«Mesa dulce» cuenta con la participación especial de Trueno y Ca7riel, dos de sus raperos favoritos de la actualidad, y está dedicado a la memoria de Patricia Salazar, en quien se inspiró para componer el bello «Primer amor», donde le canta «…madre, espero poder abrazarte en otra vida…».
«Es una canción que le hice a mi madre. Falleció en la pandemia, nos enteramos que estaba enferma de cáncer y se murió en el camino -dijo-. En un momento paré de componer y fue durísimo, en ese momento se me cagó la vida, como cualquier persona que le pase eso, y encima teníamos la sensación de que no podíamos estar todos juntos por la pandemia».
«Cuando la compuse quería que sea una canción de celebración de ese amor que uno siente por la madre, porque el primer amor es el de una madre», expresó el músico que a los 14 años formó el dúo Illya Kuryaki & The Valderramas junto a Emmanuel Horvilleur.
Dante grabó «Mesa dulce» en el estudio La Diosa Salvaje, junto a la misma banda que lo hace en sus presentaciones en vivo.
La formación está integrada por Matías Méndez en el bajo, Pablo González en batería, Axel Introini en teclados y Carlos Salas en percusión; Dante se encargó de las guitarras, las voces, el beat y la producción.
Al cuidadoso trabajo sonoro del disco, se sumaron los arreglos de vientos a cargo de Michael B. Nelson, el mismo que trabajó muchos años con Prince.
P: ¿Cómo fue la experiencia de grabar con Trueno y Ca7riel, dos jóvenes que te admiran y que de algún modo siguen tu camino, haciendo rap desde una mirada bien argentina y latina?
Dante Spinetta: Trueno me parece un artista que está muy bien plantado, realmente me sorprende lo joven que es y lo bien parado que está. Es un artistazo, es increíble como rapea, lo que escribe, la versatilidad que tiene. Para mí el pibe va a estar para siempre, porque tiene una cabeza diferente. Yo hago colaboraciones con artistas que admiro porque me gustan, porque creo en su arte. A Ca7riel también lo admiro mucho, venía a verme y flasheaba. Lo conozco desde antes, siempre fue un pibe muy talentoso, que tocaba muchos instrumentos, nos debíamos hacer una canción y esta, «Gambito», es la primera seguro de muchas colaboraciones que hagamos.
P: ¿Cómo es ser referente para esta generación, siendo vos tan joven?
DS: A mí me pone muy contento ser parte de la genética de la música argentina, ser parte de la genética de estos nuevos artistas que están pelando una data increíble, que son muy talentosos. Son como semillas que uno sembró en la música y es súper grosso. Yo arranqué cuando tenía 14 años, sigo siendo joven, hace 30 años que hago música, es mucho, entonces es un orgullo para mí ser parte de la genética de la música urbana en Latinoamérica, con Illya Kuryaki en Argentina sacamos el primer disco de rap 1991, una locura.
P: ¿Qué representa este quinto trabajo en tu carrera?
DS: Un poco esa necesidad de expresarte. El disco lo empecé a componer en el medio del encierro, en un momento en el que estaba muy feliz, traté de sacarle el jugo a la situación y usé el tiempo tratando conectar con la música a todos nivel, estaba con mis chicos acá encerrado en mi casa, comíamos escuchábamos música y veía videos todo el tiempo, «flasheando» música.
P: En este álbum se te escucha explorando aún más en la voz, utilizando todos tus recursos…
DS: Es un disco en el que estoy más cantante que rapero, es una realidad, yo me siento más cantante que rapero ya, por algo estas canciones son como son. La verdad es que creo que en lo que me dicta el corazón, justamente todos estos años de experiencia y de venir de donde vengo, pensar siempre en el bien de la música y la conexión con tu corazón y el alma. Hoy me sale hacer esto, siento que lo mejor que puedo dar es esto, si yo doy eso, es como un chef que su mejor plato, y lo comparto con ese amor.
P: ¿Cómo fue trabajar con Michael B. Nelson?
DS: Veníamos laburando con él, tengo una relación muy buena, en la música nos entendemos, tiene unos arreglos increíbles, fueron gustos que me di en este álbum.
P: En el disco también se escuchan pasajes íntimos, poéticos, que aparecen en temas como «Ridículos» o «Lo aparente».
DS: «Lo aparente», a mi me encanta porque habla un poco de este espejo y la relación con las redes, todo una especie de mentiras por momentos y, a veces, no. Hay canciones más funk pop, donde las letras están al servicio de la música básicamente, son temas para pasarla bien, por eso «Mesa dulce», es el mejor momento de la fiesta, cuando llega la mesa dulce. Es un disco que deja una buena energía, para combatir este momento complicado que estamos pasando a nivel humano con buena vibra. Es un disco con vitalidad en sus ritmos y en los significados.
Por Romina Grosso (Télam)