Tres años atrás, Dave Grohl pasó a ser parte de la historia negra del rock al caerse del escenario y quebrarse una pierna durante un concierto de Foo Fighters en el Ullevi Stadium de Gotemburgo, Suecia.
Lejos de cancelar aquella actuación, el músico fue atendido allí mismo y terminó el concierto sentado e inmovilizado por un enfermero. Convenientemente medicado, la gira prosiguió aquel año con Grohl sentado en un «trono» del rock (que luego heredaría Axl Rose).
En la noche del martes (5 de junio), Foo Fighters volvió al lugar de los hechos con su «Concrete and Gold World Tour». Lógicamente, aquel concierto tan especial seguía en la mente tanto del grupo como de los miles de asistentes.
Por eso, con su habitual sentido del humor, Grohl preparó una sorpresa consistente en la aparición de un doble que, guitarra en mano, se cae del escenario a los pocos segundos de iniciado el concierto.
En el momento en el que el impostor cae sobre una colchoneta a los pies del escenario, el verdadero Dave Grohl aparece desde el fondo para empezar la fiesta ante el delirio de todos.