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David Bowie y su concierto junto al Muro de Berlín: un acto de unión a través de la música

06/06/2025 - Retro
David Bowie y su concierto junto al Muro de Berlín: un acto de unión a través de la música

El 6 de junio de 1987, David Bowie realizó un gesto inolvidable que trascendió la música y se convirtió en un símbolo de resistencia y esperanza. Durante su gira «Glass Spider», Bowie ofreció un concierto en Berlín Occidental, cerca del Muro de Berlín, la barrera física e ideológica que dividía a Alemania durante la Guerra Fría.

Consciente de la opresión que vivían los habitantes de Berlín Oriental bajo el régimen comunista, Bowie decidió posicionar los parlantes de su concierto hacia el lado este, permitiendo que miles de personas al otro lado de la «Cortina de Hierro» pudieran escuchar su música.

El escenario donde Bowie iba a actuar ─bajo una araña iluminada de 15 metros de altura─ se encontraba al oeste de la línea divisoria, en el césped abandonado de la Plaza de la República de Berlín Occidental, una plaza cubierta de hierba frente al imponente Reichstag. El edificio había sido la sede del gobierno alemán (y lo es hoy), pero a finales de la década del 80 permanecía prácticamente sin uso desde la Segunda Guerra Mundial debido a su proximidad al Muro de Berlín, que se alzaba justo detrás.

La gira había llegado para participar en el Concierto para Berlín, un evento celebrado en el marco de las celebraciones del 750º aniversario de la ciudad. El concierto atrajo a unas 80.000 personas en Berlín Occidental, pero también resonó profundamente en el Este. Miles de personas se congregaron lo más cerca posible del Muro, desafiando la vigilancia de las autoridades de la Alemania del Este, para disfrutar de canciones como «Heroes», un tema que Bowie escribió inspirado en la división de la ciudad y que se convirtió en un himno de libertad. Según relatos de la época, la emoción era palpable: los habitantes de Berlín Oriental cantaban y celebraban, conectados con el mundo libre a través de la música de Bowie.

Los asistentes del oeste disfrutaron al máximo, con Bowie tocando un extenso set de 24 canciones seguido de tres bises. Los temas provenían principalmente de su última serie de álbumes: «Scary Monsters», «Let’s Dance» y «Never Let Me Down», pero algunos recordaban a los que había grabado una década antes mientras vivía en la ciudad, sobre todo el ya mencionado «Heroes».

Este acto no solo fue un momento cumbre en la carrera de Bowie, sino también un evento que reflejó el poder del arte para unir a las personas más allá de las barreras políticas. Apenas dos años después, en 1989, el Muro de Berlín caería, y muchos recuerdan el concierto de Bowie como un catalizador simbólico de ese cambio histórico. Su música no solo entretuvo, sino que inspiró y dio voz a quienes soñaban con la libertad al otro lado del Muro.

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