Deep Purple ha presentado una demanda en la que acusa a su contador de quedarse con 4,9 millones de dólares en regalías. Dipak Shanker Rao, que había estado trabajando con la banda desde 1994, ya admitió «haber pedido prestado» al menos 2,8 millones de dólares, según el periódico londinense The Times.
El Tribunal Supremo de Inglaterra congeló los activos de Rao después de que Ian Gillan, Ian Paice y Roger Glover presentaran una demanda por la supuesta apropiación indebida de fondos de HEC Enterprises y Deep Purple (Overseas) Ltd., compañías que controlan los derechos de autor de las grabaciones de Deep Purple (y otras bandas como Rainbow y Whitesnake). Hasta ahora, sólo se han recuperado unos 590.000 dólares. Ambas entidades están ahora en bancarrota.
Los herederos del tecladista Jon Lord, quien murió en 2012, también son parte de este nuevo juicio. Las irregularidades financieras sólo salieron a la luz después de que el guitarrista Ritchie Blackmore, su ex compañero de banda, exigiera 860.000 dólares en presuntas regalías no pagadas.
Gillan ha admitido que nunca siguió sus propias finanzas. «Soy completamente irresponsable», dijo el cantante al Telegraph. «Desconozco el dinero como una mercancía; Nunca lo he entendido. Hace años, decidí delegar la gestión de todo a mi contador porque sólo estoy en casa tres meses al año y el resto del tiempo de gira».
Deep Purple tendrá la oportunidad de revertir su situación financiera pronto, con el lanzamiento en abril de «InFinite», el sucesor del bien recibido álbum «Now What?!», de 2013. Una extensa gira -tal vez la última de su carrera- es también parte de sus planes en 2017.