El grupo Tears for Fears fue fundado en 1981 en Bath, Inglaterra, por Roland Orzabal y Curt Smith, de las cenizas de la banda Graduate. A fuerza de hits, fue parte de la denominada Segunda Invasión Británica a los Estados Unidos, con un gran apoyo de la incipiente cadena musical MTV..
Tras publicar «The Hurting» (1983), que alcanzó el número uno en el Reino Unido y fue certificado disco de platino, Tears For Fears gestaría la mayor obra de su carrera: «Songs from the Big Chair» (1985). Este álbum llegó al número uno en los Estados Unidos, logrando ventas millonarias a ambos lados del Atlántico y generando singles exitosos como «Shout», «Everybody Wants to Rule the World», «Head Over Hills» y «Mother’s Talk».
Tal fue el impacto de este disco que consagró a Roland Orzabal y Curt Smith como grandes estrellas del pop internacional. El grupo se completaba con los casi anónimos Ian Stanley (teclados) y Manny Elías (batería). Tal fue su popularidad, incluso en la Argentina, que llegó a correr el rumor de que Orzabal había nacido en Córdoba, algo desmentido tiempo después por el propio músico.
«El título fue idea mía, es un poco perverso, pero tenés que entender nuestro sentido del humor en ese momento. La idea de ‘Big Chair’ (Gran silla) está tomada de esta brillante película llamada ‘Sybil’ sobre una chica con 16 personalidades diferentes. Increíblemente el único lugar en el que se sentía segura, la única vez que podía ser ella misma era cuando estaba sentada en la silla de su analista. Allí se sentía segura, cómoda y no estaba usando sus diferentes caras como defensa. Es una especie de devolverle la pelota a la prensa musical inglesa que realmente nos molestó por mucho tiempo, ahora somos nosotros… y ya no pueden llegar a nosotros», explicó Smith sobre el título del disco.
Los músicos se recluyeron en los Wool Hall Studios en Beckington, Inglaterra, con el productor Chris Hughes, que supo transformar un puñado de buenas canciones en verdaderos himnos. Hughes había sido baterista de Adam & The Ants, por lo que su mente de baterista maquinaba en función a los patrones rítmicos y eso se notó en la orientación de cada pista.
«‘Shout’ fue escrita en mi sala de estar con un pequeño sintetizador y una caja de ritmos. Inicialmente sólo tenía el coro, que era muy repetitivo, como un mantra. Le toqué la canción a Ian Stanley, nuestro tecladista, y Chris Hughes, el productor. Lo vi como una buena pista de álbum, pero ellos estaban convencidos de que sería un éxito en todo el mundo», recordó Orzabal
«Shout» fue en realidad el segundo single de «Songs from the Big Chair», después del modesto éxito de «Mother’s Talk» (en los Estados Unidos y otros países, el orden sería diferente). La canción alcanzó el número uno en Australia, Bélgica, Canadá, Alemania, Holanda, Nueva Zelanda y los Estados Unidos, además de alcanzar el Top 10 en prácticamente todos los países del mundo.
El otro gran hit del álbum fue «Everybody Wants to Rule the World», originalmente en ritmo de cuatro por cuatro. Era simplemente un tema de relleno. Roland Orzabal sólo tenía la letra; la música había sido desarrollada por el tecladista Ian Stanley. Los músicos no le veían futuro pero Chris Hughes si. Empezó por cambiarle el ritmo a un inusual tres por cuatro. Tan decisivo fue su aporte a la canción que terminó por aparecer como autor junto a Orzabal y Stanley. El uso de ese ritmo en tres por cuatro no pasó inadvertido para el fino oído de un tal Michael Jackson, quien inspirado en la canción de los británicos utilizó ese ritmo en su single «The Way You Make Me Feel», del álbum «Bad» (1987). «Everybody Wants To Rule The World» pasó de no ser tomada en cuenta para entrar en el disco a ser un himno generacional, ganando incluso en 1986 el Brit Award al Mejor Single Británico.
A pesar de ser una canción pop, «Everybody Wants to Rule the World» tiene un mensaje social. «El concepto es bastante serio: se trata de que todos quieren poder, guerra y la miseria que eso provoca», explicó Curt Smith.
«Songs From The Big Chair» fue lanzado el 25 de febrero de 1985 y alcanzó el segundo lugar en el Reino Unido y el número uno en los Estados Unidos. A continuación los Tears For Fears se lanzaron a un frenesí de giras, promocionando el álbum. Tanto esfuerzo terminó por agotar a Stanley y Elias, quienes terminaron por abandonar el grupo. Tan larga era la sombra de «Songs From The Big Chair» que a Orzabal y Smith les tomó cinco años volver a lanzar un nuevo disco (el inspirado «The Seeds Of Love», de 1989).
«Songs From The Big Chair» fue el primer álbum de Tears For Fears en ser publicado en la Argentina. De hecho, el debut «The Hurting» salió a la venta en ese mismo 1985.