Ed Sheeran resultó victorioso en la demanda que afirmaba que su canción «Thinking Out Loud» era un plagio de «Let’s Get It On» de Marvin Gaye.
Después de tres horas de deliberación, un jurado de Manhattan decidió que el éxito de Sheeran de 2014 fue «creado de forma independiente» y no robó elementos de la canción de Gaye de 1973.
La abogada de Sheeran, Ilene Farkas, dijo que la progresión de acordes era similar a «las letras del alfabeto de la música», y agregó que «estos son bloques básicos de construcción musical que los compositores ahora y para siempre deben tener la libertad de usar, o todos los que amamos la música seremos más pobre por ello».
Structured Asset Sales, una entidad que posee parte de los derechos de autor del coescritos de «Let’s Get It On» Ed Townsend, fue quien presentó la demanda por infracción de derechos de autor en 2018.
Los abogados de Sheeran intentaron que se desestimara el caso, argumentando que los elementos similares entre «Thinking Out Loud” y “Let’s Get It On” eran demasiado comunes para constituir una violación de derechos de autor.
Sheeran también insistió con vehemencia en que cualquier similitud entre su éxito de 2014 y la canción de Gaye de 1973 era pura coincidencia; Según se informó, «cantó varias mezclas de canciones de Van Morrison para la sala del tribunal» durante su testimonio para argumentar su punto, e incluso dijo que se retiraría de la música si lo declaraban culpable. «Si eso sucede, estoy terminado. Me retiro… Encuentro realmente insultante trabajar toda mi vida como cantautor y no poder seguir», expresó.
En septiembre de 2022, el juez Louis Stanton decidió que Sheeran y Structured Asset Sales tendrían que discutir sus puntos frente a un tribunal, quien luego decidiría si «Thinking Out Loud» era un plagio de «Let’s Get It On».
El caso de alto perfil provocó discusiones fuera de la sala del tribunal sobre lo que podrían significar demandas de derechos de autor como estas para la composición de canciones. La borrosa definición de los demandantes de las similitudes entre las dos canciones provocó preocupaciones sobre los artistas que autocensuraban su trabajo para evitar problemas legales, y que los casos de infracción frívolos en última instancia frustrarían el propósito de la ley de derechos de autor.
Tanto la música de Sheeran como la de Gaye han estado involucradas en juicios de derechos de autor de alto perfil en el pasado.
El artista Sami Switch y el productor Ross O’Donoghue acusaron a Sheeran de plagiar su canción “Oh Why” en su éxito de 2017 “Shape of You”, mientras que los herederos de Gaye demandaron a “Blurred Lines” de Robin Thicke y Pharrell Williams como una copia de “Got to Give It Up”. Los herederos de Gaye terminaron victoriosos en esa demanda, recibiendo más de 5 millones de dólares en daños y el crédito en la composición de la canción.
Pero ahora, con sus problemas legales solucionados, Sheeran está listo para iniciar su «Mathematics Tour» este fin de semana. El tramo norteamericano comprende conciertos en estadios, así como un puñado de shows íntimos en teatros.