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Fito Páez: «En ‘El amor después del amor’ todo fluyó… era perfecto»

28/05/2022 - Especiales
Fito Páez: «En ‘El amor después del amor’ todo fluyó… era perfecto»

El 1 de junio de 1992, el músico rosarino Fito Páez publicó su álbum «El amor después del amor», el disco más vendido en la historia del rock nacional. Recientemente, el artista repasó la creación de aquella obra que disparó su popularidad.

«Me da la sensación de que hay muchas ideas englobadas ahí», comentó Páez. «La más chiquita y la más linda es que conocí a André Midani, que fue un titán de las artes y del negocio. Él quería hacer la WEA Latina en esos años, y no sé por qué le dicen ‘acá hay un flaco de Rosario que anda por los piringundines pero parece que es buenísimo’. Entonces me llama… porque él también ha sabido andar por los piringundines, tenemos una relación, le muestro los demos de ‘Tercer mundo’ y se vuelve loco».

«Lo llama a Chacho Álvarez, que era el presidente de WEA Argentina, y le dice ‘sin límite de presupuesto’. Imaginate que eso era una temporada para componer, una temporada para ensayar, una temporada para grabar, otra para hacer las voces en Madrid, España, otra para meter los metales y las cuerdas en Abbey Road y otra para mezclar. Entonces, es un marco perfecto, donde un pibe joven que tiene fuerza para mostrarse, tienes deseo de comerse el mundo, tiene todo para hacerlo», agregó.

«En ‘El amor después del amor’ todo fluyó», destacó. «Yo estaba enamorado de Cecilia Roth, una persona central en mi vida, porque yo venía de un mundo extremadamente marginal… no es que dejé de serlo, los artistas somos todos marginales toda la vida, pero en ese momento era un poco más marginal. Entonces Cecilia me pone los dientes, me muestra que hay un sol, me enseña que se puede comer algo más allá del Mentho Liptus, que hay bebidas más allá del Gancia… y entonces todo eso va para adelante. Ese también fue un gran estímulo. El amor, la recuperación del ‘ahora sí’, un poco el sentido, porque cuando uno pierde tanto, tanto, el sentido, después de situaciones delirantes en la vida de uno… ahí te queda boyando también.. track track, cortás las alas».

«Por supuesto fue fundamental Tweety González, una figura central en ese álbum, trayendo inspiración, tirándome loops a cada momento para trabajar sobre eso… igual veníamos trabajando desde hace años con él, más el grupo de músicos, Nigel Walker que fue el técnico inglés discípulo de George Martin, el productor de Los Beatles… era perfecto», amplió.

«Hubo muchos movimiento de canciones los años anteriores. Por ejemplo ‘La balada de Donna Helena’ estaba peloteando el primer puesto para ‘Tercer mundo’ entre ‘Carabelas nada’ y ‘Pétalo de sal’/ Claramente, al ser un disco corto, y hablando del tercer mundo la canción sobre los lentes negros sobre el libro de (Chico) Buarque y el tono canyengue de ‘Carabelas’ y las armonías jobimianas y nebbieras entraban mucho mejor en ese concepto que ‘Pétalo’ y ‘La balada de Donna Helena'».

«Cuando empiezo a construir el hueso, el tronco de ‘El amor después del amor’ encuentro que hay muchos uppers, y encuentro que ‘Pétalo’ y ‘La balada de Donna Helena’ en dos momentos muy diferente del álbum me dan un respiro, me dejan respirar y me dejan meterme más adentro», explicó. «Así que esos tres temas tuvieron un poco en conflicto, más la aparición de canciones como ‘Brillante sobre el mic’ o ‘Sasha, Sissí y el círculo de baba’ que Tweety me disparó los loops y yo hice la composición de la primera toma, que es como más me gusta hacer la música, improvisando. Y las estructuras de los temas, esos dos, quedaron de esa forma, exactamente igual que como las toque la primera vez».

«Hay algunas situaciones de relato, también, como ‘Dos días en la vida'», contó sobre la canción en la que comparte voces con Fabiana Cantilo y Celeste Carballo. «Había visto ‘Thelma y Louise’ hacía poquito y dije ‘che, estas chicas acá… está muy bien lo que están haciendo, p***, que se escapan de sus maridos y todo eso, ¡qué bien que se vea en algún lado eso!’. Y encima se tiran con el auto por el Cañón del Colorado, ¡es excelente eso! Y apareció esa obsesión con esa historia, esa historia divertida y trágica… creo que debe haber sido una de las primeras canciones feministas que se hicieron en esos años».

Si bien anunció recientemente que regrabará las canciones de «El amor después del amor» con nuevos colaboradores, Páez reconoció que «en general yo no tocaría nada de ningún álbum». Y agregó: «Aparte tengo un gran amor por todo lo que hice, contra la teoría de que muchos autores hubieran quemado sus primeras obras porque no querían que nadie descubra que vos eras un gurrumín pelotudo que escribía medio mal… ¿por qué, muchachos? ¿cuál es el problema? porque ese gurrumín que escribía así, torpemente, es el que te permitió ser quien sos. Los quiero a todos por igual, y creo que todos los discos son casi perfectos… si fueran perfectos no estarían buenos».