El famoso compositor y «Padre de la música disco» Giorgio Moroder ha vendido sus regalías como productor a la empresa de desarrollo de marca Iconoclast, según informa el portal Variety.
El acuerdo coloca los derechos del nombre y la imagen de Moroder en manos de Iconoclast, así que seguramente escuchamos «I Feel Love» de Donna Summer o «Take My Breath Away» de Berlin mucho más seguido en los anuncios comerciales.
Además de una prolífica carrera en solitario, Moroder produjo muchos de los clásicos disco de Summer, así como la canción de Berlin para la película «Top Gun», que resultó ganadora del Premio Oscar.
Otros créditos de Moroder incluyen «Flashdance… What A Feeling» de Irene Cara, «Call Me» de Blondie, «Cat People» de David Bowie o «Love Kills» de Freddie Mercury, además de las bandas sonoras de películas como «American Gigolo», «Flashdance», «Scarface», «Top Gun», «La historia sin fin», «Expreso de medianoche» y «Metropolis». En las décadas de 1970 y 1980, artistas como Led Zeppelin, Queen, The Rolling Stones y Elton John grabaron en sus estudios Musicland en Múnich.
Décadas más tarde, para su álbum solista «Déjà Vu» de 2015, Moroder reclutó a Kylie Minogue, Britney Spears, Sia y Charli XCX como colaboradoras. Incluso más recientemente, le echó una mano al LP «FUTURE PAST» de Duran Duran.
Vender los derechos del catálogo se ha convertido en un movimiento común para los artistas mayores en una industria musical que se vuelve cada vez más insostenible. Red Hot Chili Peppers, Neil Young, Bruce Springsteen, Stevie Nicks, Bob Dylan y Sting se encuentran entre los músicos que renunciaron a la totalidad o una parte importante de su música por cientos de millones de dólares.