A finales de la década del 80, el heavy metal se había convertido en un género bastante predecible. Hasta que Faith No More terminó rompiendo las barreras con el álbum «The Real Thing», que se convertiría en un clásico del metal alternativo.
Hasta entonces la mayoría de las bandas se enrolaban en lo que se conocía como hair metal o, en todo caso, thrash metal. Este álbum, el primero de Faith No More con el cantante Mike Patton, es conocido por generar el exitoso single «Epic» (una melodía que combina el rap y el metal), que, para bien o para mal, ayudó a allanar el camino para el movimiento “rap metal” de la década del 90.
Formada originalmente en la zona de San Francisco, California, a principios de la década del 80, el grupo recibió el nombre de Faith No Man, lo rebautizó con Faith No More en 1983, sufrió cambios en su alineación y en 1985 lanzó su álbum debut, «We Care a Lot» (con una formación compuesta por el cantante Chuck Mosley, el guitarrista Jim Martin, el bajista Bill Gould, el tecladista Roddy Bottum y el baterista Mike Bordin).
Para el momento de la publicación de «Yigoelf», en 1987, el sonido de la banda se había vuelto más metálico (cortesía del guitarrista Martin), e incluso había conseguido un hit en las radios universitarias con una nueva grabación de la canción que le da título, «We Care a Lot».
Para 1988, Mosley estaba fuera de la banda después de exhibir un comportamiento errático, pero los miembros restantes siguieron su curso y continuaron escribiendo nuevo material, aunque no de manera convencional.
En el libro «The Faith No More & Mr. Bungle Companion», Bordin recordó. “Estábamos de fiesta, y Metallica estaba en la ciudad, la gente se ponía nerviosa y bebía Jägermeister. Ese fue todo el comienzo del mal período del que habló [James] Hetfield cuando estuvo sobrio, eso fue ‘Alcoholica'».
«Billy y Roddy estaban trabajando probablemente de 10 a 3», continúa. «Jim estuvo bebiendo toda la noche con sus amigos, no se iría a dormir hasta las 7 u 8 de la mañana. Nos levantábamos a las 4 de la tarde y entrábamos en el estudio alrededor de las 7 y trabajábamos hasta las 10 o las 11. Así que estábamos trabajando en turnos. ¡Ni siquiera teníamos los números de teléfono de los demás!». Eventualmente, todos los miembros sincronizaron sus horarios y comenzó un trabajo serio en lo que luego se convertiría en «The Real Thing».
Pero había un pequeño problema: todavía necesitaban un cantante. Recordaron que un tipo les había dado un demo de su banda Mr. Bungle en un show en Eureka, California. Así conocieron a un Mike Patton de 20 años. El cantante se alistó poco después y comenzó a escribir todas las letras y melodías vocales de las canciones. «Creo que una semana después de haberse unido a la banda, había escrito todas las letras de las canciones, que son prácticamente las letras que están en el disco ahora», recordó Gould. «Era un talento natural, lo cual fue una suerte».
El productor del álbum, Matt Wallace, recordó una decisión que Patton tomó en ese momento con respecto a su enfoque vocal. «Estaba cantando muy nasalmente y también, su tono de grabación no era tan bueno como sabía que podía ser». Más allá de los consejos de Wallace, Patton se mantuvo firme en su posición y siguió cantando con su voz nasal.
En última instancia, esto probaría ser una oportunidad perdida. En los discos posteriores de Faith No More, Patton sabiamente utiliza su voz real y, como resultado, se convirtió en uno de los mejores cantantes de rock. Escuchando «The Real Thing» hoy, la voz nasal de Patton puede ser un poco molesta a veces, pero cuando se lanzó el álbum -el 20 de junio de 1989-, su sonido vocal «poco común» en realidad lo ayudó a sobresalir del resto de los cantantes de metal.
Musicalmente, el álbum abarcaba todo el mapa: rap-rock (la mencionada «Epic»), punk rock («From Out of Nowhere»), influencias de medio oriente («Woodpecker from Mars»); death metal («Surprise! You’re Dead!»), rock progresivo («The Real Thing»), pop («Underwater Love»), funk («Falling to Pieces» y «The Morning After»), lounge («Edge of the World») y thrash metal («Zombie Eaters»). El disco presentaba además un fiel cover del clásico de Black Sabbath «War Pigs». Como resultado, el álbum sería nominado a «Mejor interpretación de metal» en la 32º entrega anual de los premios Grammy (donde, sin embargo, perdería ante «One» de Metallica).
Faith No More se embarcaría en una prolongada gira para promocionar el álbum, que se extendió durante 1989 y principios de 1990, incluyendo una serie de shows como teloneros de Metallica, y como parte de otra gira que contó con la participación de los metaleros canadienses Voivod y un prometedor Soundgarden. Y a pesar de que MTV ya había empezado a emitir el sorprendente videoclip de «Epic» en el programa «Headbangers», no fue hasta los primeros meses de 1990 que el video finalmente entró en rotación durante todo el día.
Debido al éxito tardío del álbum, el grupo siguió de gira durante casi otro año, mientras que «The Real Thing» estuvo a punto de alcanzar el Top 10 en los Estados Unidos (llegó al número 11 en el Billboard 200, y obtuvo la certificación de platino). Mientras tanto, el single «Epic” alcanzó el número 9 en el Billboard Hot 100.
Y aunque «The Real Thing» no es considerada la obra maestra de Faith No More (su sucesor, «Angel Dust», de 1992, se quedaría con ese honor), probablemente sea uno de los primeros álbumes que los metaleros han comprado sin que sea ciento por ciento un disco de metal.
Uno de esos metaleros es el músico Devin Townsend, quien dijo: “’The Real Thing’ fue la primera vez que los escuché. La canción ‘Epic’, por supuesto. Y los amé al instante. Era colorido. Las letras que usaron para su logotipo, los colores que tenían en la portada. Siempre me han atraído las cosas que son parte de algo establecido, pero radicalmente diferentes. Me encanta eso. Me encanta que sea parte de la escena del movimiento, pero es completamente diferente. Eso era lo que me hacía pensar que Faith No More era genial».
Junto con un puñado de álbumes de otros artistas («Mother’s Milk» de Red Hot Chili Peppers, «Ritual de lo Habitual» de Jane’s Addiction, «Pretty Hate Machine» de Nine Inch Nails, por nombrar algunos), «The Real Thing» ayudó a preparar el escenario para el movimiento de rock alternativo de principios de los 90.