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Hace 40 años Kiss encarrilaba su carrera con «Killers»

16/06/2022 - Retro
Hace 40 años Kiss encarrilaba su carrera con «Killers»

Después del estrepitoso fracaso de su álbum «Music From The Elder», de 1981, Kiss se enfrentó a la posibilidad muy real del final de su carrera.

Solo tres años atrás, la banda podía agotar las entradas en cualquier estadio de Norteamérica. Pero en ese momento no podían encontrar un promotor que respaldara ningún tipo de gira después de alienar a los fans con tres discos consecutivos que se desviaron bastante de su sonido original de hard rock.

Para empeorar las cosas, solo quedaban dos miembros originales de Kiss, ya que el guitarrista principal Ace Frehley y el baterista Peter Criss abandonaron el grupo debido a las frustraciones con la dirección creativa que había tomado la banda. Codo a codo, Gene Simmons y Paul Stanley dieron los primeros pasos hacia lo que se convertiría en un regreso triunfal.

Demostraron que aún podían ofrecer canciones de rock directas y pegadizas, en lo que de otro modo hubiese sido un simple álbum de grandes éxitos estipulado por contrato. Stanley cantó y coescribió en «Killers» cuatro temas nuevos que aparecieron junto con las canciones más conocidas de la banda, aunque inicialmente el disco solo se distribuyó fuera de los Estados Unidos, ya que ese mercado estaba inundado con álbumes de Kiss sin vender.

«A ‘The Elder’ le fue tan mal que fue como si Mike Tyson te noqueara», recordó Stanley en el documental «Kiss: Behind the Mask» de 2001. «Pasamos un tiempo tratando de quitarnos las telarañas de la cabeza, y esas fueron las primeras canciones que escribimos. Fue como volver a pisar sobre una base segura».

Frehley apareció en la foto que ilustra la portada del álbum, pero ya se había ido del grupo. Kiss volvió a recurrir a Bob Kulick para ocupar el lugar de guitarrista principal, tal como lo habían hecho cuando Frehley se negó a grabar material nuevo para el lado cuatro de «Alive II», de 1977.

No se le pidió a Kulick que imitara el estilo de Frehley, como lo había hecho durante las sesiones de «Alive II». Aún así, dijo que había una gran presión por mantenerse al día con la nueva ola de héroes de la guitarra que había surgido en esos últimos años. «Eddie Van Halen, Randy Rhoads, gente así estaba dejando su sello como guitarristas principales», recordó Kulick en 2018. «Creo que Paul y Gene se dieron cuenta de que necesitaban subir un poco la apuesta».

Según Kulick, tratar de seguir las confusas direcciones creativas de Simmons y Stanley no fue una experiencia del todo agradable. «Nada parecía ser lo suficientemente bueno para ellos. Ese solo en ‘Nowhere to Run’, ese enorme overbend (de notas de guitarra), eso me estaba frustrando por completo. ‘Querés algo jodidamente diferente, bueno, probá esto'», explicó Kulick en «Kiss: Behind the Mask». «Lo mismo con ‘Partners in Crime’. No podés decidir si alguna de las notas que toco es buena, así que hagamos algunos efectos con la ‘whammy bar’. ¿Eso te suena a Eddie Van Halen?Estaban buscando algo que no estaba ahí».

Stanley, quizás demasiado crítico, atribuye a estas sesiones el haber ayudado a Kiss a «recuperar el equilibrio y la cordura», pero tampoco recuerda con mucho cariño las nuevas canciones de «Killers». «Estábamos tratando de averiguar qué estábamos haciendo», confesó Stanley en «Kiss: Behind the Mask». «Siempre he hecho lo mejor que he podido, pero todos podemos recordar momentos en los que teníamos buenas intenciones y es posible que no hayamos logrado lo que esperábamos».

Por lo menos, las nuevas canciones de «Killers» presentaron al grupo al productor Michael James Jackson. Él ayudaría a Kiss a dar pasos cruciales en sus próximos dos álbumes de estudio: «Creatures of the Night», lanzado en octubre de 1982 solo cuatro meses después de «Killers», fue un regreso creativo completo. Luego, «Lick It Up» de 1983 restableció a Kiss como una fuerza comercial que llenó estadios y consiguió discos de platino.

Jackson dijo que los plazos de entrega de «Killers» y «Creatures of the Night» estaban tan cerca que la banda ocupó dos estudios a la vez. Sus recuerdos son mucho más favorables que los de Stanley: «Ese fue un gran período de tiempo», dijo en «Kiss: Behind the Mask». «Hubo un esfuerzo tremendo, de parte de todos nosotros, para reconstruir algo, una determinación para recuperar un sentido real de quién era la banda, para reafirmar de qué se trataba Kiss y grabarlo».