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Hace 40 años, The Human League ponía al novedoso synth-pop en lo más alto con «Dare»

15/10/2021 - Retro
Hace 40 años, The Human League ponía al novedoso synth-pop en lo más alto con «Dare»

Ni siquiera en sus pensamientos más optimistas, Phil Oakey podría haber predicho que 1981 sería el año de la explosión de popularidad para The Human League. En octubre de 1980, después de dos álbumes que pasaron prácticamente inadvertidos, los miembros fundadores Martyn Ware e Ian Craig Marsh abandonaron el grupo para formar Heaven 17, dejando solo a Oakey y Philip Adrian Wright tratando de juntar los pedazos y seguir adelante.

A quince días de telonear a Iggy Pop en un show, todo lo que tenían eran habilidades musicales mínimas y un proyector de diapositivas. Entonces, tal vez reconociendo inconscientemente que los mejores grupos pop de la época (Abba, Chic, Fleetwood Mac) tenían dos mujeres en su formación, Oakey fue a un club nocturno y reclutó a Joanne Catherall y Susan Ann Sulley, dos colegialas locales, molestando en un principio a los puristas. También se sumó otro integrante, el guitarrista y tecladista Ian Burden, quien los había acompañado en su gira anterior y de verdad era músico.

Como músico entrenado, las habilidades de Burden con el teclado no solo eran muy superiores a las de Oakey y Wright, sino que también demostró instantáneamente ser un experto compositor. La discográfica Virgin sugirió que Oakey necesitaba una producción profesional y convocó al veterano productor Martin Rushent, un experto en las emergentes tecnologías musicales de la época.

Debido a la atmósfera «malsana» en los Monumental Studios de Sheffield causada por la presencia de Heaven 17 (el grupo que habían formado Ware y Marsh), Rushent trasladó a la banda a sus Genetic Sound Studios en Reading. Además, los estudios de Rushent estaban mejor equipados para ese tipo de música. Una desventaja sería que la distancia causaría problemas a Sulley y Catherall, quienes estaban rindiendo sus exámenes finales de la escuela y tenían que viajar en colectivo desde Sheffield con regularidad.

Si bien el álbum no salió hasta el 16 de octubre de 1981, los melómanos tuvieron el primer adelanto del nuevo sonido de The Human League con el single apropiadamente titulado «The Sound of The Crowd», publicado en abril de ese año y que alcanzó el número 12 en los charts británicos el mes siguiente. Pero era sólo el comienzo.

El segundo single, «Love Action (I Believe in Love)» seguiría el mismo camino. Alcanzó el número 3, brillando como un faro de cordura y alegría durante todo ese verano británico y dándole a la banda el éxito que esperaban, llevándolos al mainstream con algo que el público podía bailar. Incluso las chicas, sobre las que Oakey bromeó diciendo que bailaban «completamente fuera de tiempo», ayudaron a reflejar su creciente audiencia. El mánager Bob Last reclutó a Jo Callis, que anteriormente había tocado en otro de sus grupos, The Rezillos, para escribir algunas canciones, y marcó el comienzo de la etapa más exitosa de The Human League.

El impacto global de «Don’t You Want Me»

Créase o no, a pesar de su enorme éxito comercial, «Don’t You Want Me» no fue el primer single del álbum «Dare», sino el cuarto. Y el cantante Phil Oakey no quería que fuese un single.

Se convertiría en el número uno de la Navidad de 1981 en el Reino Unido y le daría al grupo su primer número uno en el Billboard Hot 100 de los Estados Unidos en julio del año siguiente, dando inicio a lo que se conoce como «la Segunda Invasión Británica», que incluyó a bandas como Duran Duran, Culture Club y Wham!, entre muchas otras (la primera fue la que encabezaron Los Beatles en los 60).

Concebida y grabada originalmente en el estudio solo con la voz de Oakey, el cantante se inspiró en la película «Nace una estrella» (A Star Is Born) y decidió convertir la canción en un dueto conflictivo con una de las dos vocalistas de la banda, y se le pidió a Susan Sulley que asumiera ese papel. Sulley reconoce que fue elegida sólo por tener «suerte en un sorteo».

Los músicos Jo Callis y Philip Adrian Wright crearon una base de sintetizador para acompañar la letra, que era mucho más dura que la versión que finalmente se publicó. Tras la grabación de las primeras versiones de la canción, el productor Martin Rushent no estaba conforme. Junto con Callis remezclaron la pista, dándole un sonido más suave y, en opinión de Oakey, «más popero».

Oakey odiaba la nueva versión y pensaba que era la canción más floja de «Dare», lo que resultó en una de sus infames peleas con Rushent. A Oakey le disgustó tanto que fue relegada al último lugar del lado B del álbum.

Con el álbum en la calle y tres singles exitosos -«The Sound of the Crowd», «Love Action (I Believe in Love)» y «Open Your Heart»- el director ejecutivo de Virgin Records, Simon Draper, decidió lanzar un cuarto single del álbum antes de que terminara 1981.

Su elección, «Don’t You Want Me», provocó instantáneamente una pelea con Oakey, que no quería que se lanzara otro single porque estaba convencido de que «el público ahora estaba harto de escuchar a The Human League» y la elección de una «canción de relleno de mala calidad» sería casi con certeza un desastre, arruinando la popularidad recién descubierta del grupo.

Virgin insistió en que se lanzaría un cuarto single y Oakey finalmente aceptó con la condición de que un cartel grande en color acompañara al single de 7 pulgadas, porque sentía que los fans se «sentirían estafados» por un single con una canción «deficiente».

Por supuesto, el single demostró ser un gran éxito y es ampliamente considerado un clásico de su época, ocupando el número del chart británico durante cinco semanas y convirtiéndose en el single más vendido en 1981, y el quinto más vendido de toda la década. .

Una reedición en octubre de 1995 lo vio llegar al número 16 y en 2014 volvió a ingresar hasta alcanzar el puesto 19. En 2015, en una encuesta del canal de televisión ITV, la canción fue votada por el público británico como la séptima favorita del país en toda la década de 1980.

El videoclip también es recordado por ayudar a cimentar el lugar de la banda en la historia de la música. Fue rodado cerca de Slough, Berkshire, en noviembre de 1981 y tiene como temática la filmación y edición de una película de misterio y asesinato, con los miembros de la banda como personajes y personal de producción.

Fue concebido y dirigido por el cineasta Steve Barron, y tiene en su núcleo la interacción entre una exitosa actriz (también una segunda cortadora de negativos) interpretada por Susan Sulley abandonando al «director de cine» Phil Oakey en un set de filmación.

Con buenas críticas por parte de la crítica especializada, el lanzamiento de «Dare» no estuvo exento de controversias. Fue condenado por el Sindicato de Músicos del Reino Unido, que creía que la nueva tecnología empleada por The Human League estaba haciendo que los músicos tradicionales resultaran superfluos y que podrían ser remplazados fácilmente, significando una amenaza para su monopolio. Pronto comenzarían la campaña «Keep It Live», creyendo que bandas como The Human League podrían realizar conciertos simplemente apretando un botón.

Pero lo más maravilloso del revolucionario álbum «Dare» fue que no solo tenía una amplitud increíble de pop accesible, sino que era muy fácil de copiar. El riff de «Open Your Heart», el tercer single, se tocó en un Casio VL Tone, básicamente una calculadora transformada en teclado, en una simple demostración de lo accesible que se estaba volviendo un equipo electrónico. De repente, parecía posible que cualquier chico recreara la elegante perfección del pop en su dormitorio.

En los Estados Unidos, la compañía A&M Records rebautizó al álbum «Dare!». El signo de exclamación adicional surgió porque A&M quería diferenciar su lanzamiento del disco original publicado por Virgin en el Reino Unido.

En su crítica del número de noviembre de 1982, la revista Pelo escribió: «Los Human League son la banda del show inusual, provocativo, que pone en duda varias de las pautas establecidas para una actuación en vivo. Música, luces, y una pedalera para comandar el audiovisual, todo converge para entrar pisando fuerte frente a un público que, entre sorprendido y expectante, no deja de maravillarse».

Y agregó: «Los temas, en general, representan esa alocada megalomanía convertida en vinilo -como pocos lo han hecho- y suenan como quizá se podría esperar: melancólicos voceros parloteando en tono autoritario».

«‘Dare’ busca mostrar esa tramoya patética que es la mitología pop, de una vez y para siempre, y este grupo es la herramienta moderna para hablar en ese lenguaje, ya que el nombre del álbum -‘Desafío’- es un fiel reflejo de su postura», finalizó.


Por Rodolfo Poli / Especial para CRock.com.ar