Celeste Carballo nació el 21 de septiembre de 1956 en el barrio porteño de Villa Devoto. Su infancia transcurre en Coronel Pringles, una ciudad al sur de la provincia de Buenos Aires. Regresó a la ciudad de Buenos Aires y cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Tomás Guido en San Martín.
Comenzó su carrera cantando blues en el grupo Alter Ego -junto a su amigo Oscar Mangione en guitarra y Pedro Aznar en el rol de baterista- entre 1975 y 1977, para luego presentarse como solista en los pubs porteños.
Una de sus primeras presentaciones importantes fue acompañando a Litto Nebbia en el Festival Pan Caliente, organizado por la revista homónima, en enero de 1982. Ese año acompañó a Sandra Mihanovich en «Es la vida que me alcanza», para grabar luego su primer disco, que fue un verdadero suceso: «Me vuelvo cada día más loca».
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Ese álbum reúne composiciones propias que se convertirían en clásicos de la música nacional, como el tema que da título a la placa, «Querido Coronel Pringles», el dúo con David Lebón en «Una Canción Diferente», más una versión de «Desconfío» -con la colaboración de su compositor, Pappo-, y «El Último Blues».
En 1983 armó una banda soporte para su segundo LP, «Mi Voz Renacerá», integrada por Paul Dorge en bajo, Lito Epumer en guitarra, Lucio Mazaira en batería y Tweety González en teclados. En noviembre de 1984 encaró la gira y el disco en vivo «Por qué cantamos», con Oveja Negra, Nito Mestre y Juan Carlos Baglietto.
Para 1985 ya había abandonado su estilo folk-blues y, con producción de Charly García se acerca al punk rock en su álbum «Celeste y La Generación». De esa placa sobresalen los temas «Sabemos que vuelvo pronto» y «Seré judía».
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Rechazada por una gran parte del público que antes la seguía, retomó el camino del folk y, nuevamente junto a Sandra Mihanovich, grabó un exitoso «Somos mucho más que dos» (1988) que intentaron repetir infructuosamente con «Mujer contra mujer» (1990).
«Nosotras empezamos a cantar juntas para un espectáculo que se armó en Mar del Plata y, a partir de ahí, casi sin querer, nos dejamos fluir. Y bueno, llegó un punto en que sentimos que ese ciclo, así como había surgido casi de la nada, ya no tenía sentido continuarlo», explicó Celeste en declaraciones a la revista Humor en noviembre de 1990.
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En 1991, Celeste rearma su banda con María Gabriela Epumer y Claudia Sinesi en guitarra y bajo respectivamente, para preparar su próximo disco, «Celeste en Buenos Aires». Compone «La otra orilla», «Tu amor es lila» y arregla el blues creado sobre un poema de Alfonsina Storni, «Queja». Realiza una versión tecno de «Yo no te pido» del cubano Pablo Milanés.
Ese año fue invitada para tocar como soporte de Bob Dylan, en Obras. Poco tiempo después fue convocada por Peter Gabriel oara remplazar a Sinéad O’Connor, en el estadio de Velez (en octubre de 1994), cantando «Don’t Give Up», «Blood of Eden» e «In Your Eyes».
En 1995 participó del Womyn Music Festival de Michigan (algo así como un Woodstock femenino) y editó su octavo disco solista, grabado en vivo en la discoteca el Roxy durante un show que brindó en homenaje a Janis Joplin, la diosa blanca del blues estadounidense. Fue galardonada con el Premio Konex a la mejor intérprete de rock de la década.
Luego de participar de los conciertos de Say No More junto a Charly García, Celeste trabajó en Estados Unidos en diversas bandas de sonido de películas fuera del circuito comercial y armó una nueva banda para salir a tocar «Tercer infinito», su noveno disco.
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La décima placa -«Celesteacústica»- fue totalmente acústica. Con la participación de Charly García, Juanse y Los Ratones Paranoicos, entre otros, el material fue grabado en los estudios de Fito Páez. El disco incluye temas nuevos y clásicos en versiones acústicas, como «Me voy al Oeste» y «Me vuelvo cada día más loca». El proyecto se prolongó en una segunda placa con las mismas características, en 2004.
En 2008 lanzó «Celos», un CD grabado en vivo con un repertorio de tangos. Incluye algunos clásicos, uno de Daniel Melingo, una canción de Charly García y otros temas propios. Su banda: Franco Polimeni en piano, Paul Dourge en bajo, Juanito Moro en batería y Federico Vazquez en bandoneón.
En 2010, comienza en la elaboración de lo que se convertirá en el otoño 2011 en su próximo álbum de estudio. «Mujer de piedra», un disco de rock y blues con diez nuevas canciones.
En 2015 recibió el cuarto Premio Konex de su carrera, definiéndose, según la Fundación Konex, durante cuatro décadas seguidas como una de las mejores solistas femeninas de rock de la Argentina.
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