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Impulsado por el éxito «Da Ya Think I’m Sexy?», hace 45 años Rod Stewart incursionaba en la música disco en «Blondes Have More Fun»

25/11/2023 - Retro
Impulsado por el éxito «Da Ya Think I’m Sexy?», hace 45 años Rod Stewart incursionaba en la música disco en «Blondes Have More Fun»

Conocido por el megaéxito de «Da Ya Think I’m Sexy?», «Blondes Have More Fun» fue el paso de Rod Stewart al entonces popular género disco. Lanzado el 24 de noviembre de 1978, los fans del rock -y muchos críticos- lo odiaron, pero eso no impidió que todos los demás llevaran tanto al single como al LP directo al número uno en los Estados Unidos.

La influencia de la música disco y los Rolling Stones

A pesar de sus notorias fiestas, los Rolling Stones, ante todo, son excelentes músicos y han influido mucho en el rock and roll. Una de las formas más fascinantes en que han impactado la cultura popular es inspirando directamente uno de los éxitos más conocidos de Rod Stewart, «Da Ya Think I’m Sexy?». En particular, en el momento de la grabación de la canción, los Stones y Stewart estaban ya conectados a través del guitarrista Ronnie Wood. Tocó con el vocalista en la banda Faces y se unió oficialmente a Mick Jagger, Keith Richards y su grupo en 1976.

Resulta que el éxito disco-rock de Stewart de 1978 se inspiró en «Miss You» de los Rolling Stones, extraído de su álbum con influencias disco del mismo año, «Some Girls». Algo confirmado por el baterista que tocó en «Da Ya Think I’m Sexy?», el exmiembro de Vanilla Fudge, Carmine Appice. Durante una entrevista, el baterista también reveló que la canción no resultó tan similar a los Rolling Stones como esperaba al principio.

Hablando con Songfacts en 2004, Appice reflexionó sobre la grabación de «Da Ya Think I’m Sexy?» y cómo «Miss You» la afectó. «Estábamos en el estudio y ‘Miss You’ de los Rolling Stones era un gran éxito», recordó el baterista. «Rod siempre fue un tipo que solía escuchar lo que sucedía a su alrededor».

“Él siempre estaba mirando los charts y escuchando. Era un gran admirador de los Rolling Stones, así que cuando lanzaron ‘Miss You’, la música disco era muy popular en ese momento, así que quería hacer algún tipo de canción disco, pero nada como Gloria Gaynor«.

Al proporcionar más detalles sobre cómo surgió «Da Ya Think I’m Sexy?», Appice continuó: «Con la banda, siempre nos decía: ‘Quiero una canción como esta’ o ‘Quiero una canción como aquella’, así que fui a casa y se me ocurrieron un montón de acordes y una melodía. Se la presenté a través de un amigo mío, Duane Hitchings, que es un compositor que tenía un pequeño estudio. Fuimos a su estudio con sus cajas de ritmos y sus teclados, y él hizo que mis acordes sonaran mejor».

Appice dijo que esperaba que la canción de Rod Stewart sonara mucho más como los Rolling Stones que en la mezcla final. Criticó el enfoque del productor Tom Dowd, ya que sentía que «eclipsaba» el sonido de la banda. Sin embargo, de todos modos, llegó al número uno «en todas partes» cuando se lanzó.

Appice dijo: “Le dimos a Rod un demo de los versos y el puente, y a Rod se le ocurrió el estribillo. Lo tocamos con la banda de muchas, muchas maneras antes de conseguir el arreglo correcto con Tom Dowd. Desafortunadamente, le pusieron tantas cosas que eclipsaron el sonido de la banda. Hizo que la banda sonara más pequeña porque tenía cuerdas y dos o tres tecladistas, congas y batería. Cuando lo estábamos haciendo, pensamos que iba a ser más como los Rolling Stones, con solo la banda tocándola. Salió y llegó al número uno en todas partes».

Si bien para Appice la letra describe «el encuentro de un chico y una chica dentro de un club de baile que, después de las primeras dudas y nervios, deciden irse juntos para terminar teniendo sexo en su casa hasta que ella se va», en una entrevista brindada en 2007, Duane Hitchings, otro de los compositores junto al propio Stewart, brindó una visión más global al respecto: «En realidad, el tema es una parodia del ambiente de las discotecas que se le ocurrió a Rod después del enorme éxito de la película ‘Fiebre de sábado por la noche’. En ese momento muchos rockeros pensamos que ya estábamos muertos cuando salieron los Bee Gees cantando en el film y arrasando con todo. No fue algo en contra de ellos. Los Bee Gees eran músicos brillantes, gente realmente agradable y a la que respetamos mucho. Simplemente fue una mirada burlona sobre esa escena musical por parte de un tipo brillante y muy inteligente como Rod Stewart».

El plagio inconsciente

Mientras asistía al Carnaval de Río de Janeiro, en Brasil, en 1978, Rod Stewart dice haber escuchado una melodía que quedó grabada en su memoria durante varios meses y que luego inspiró uno de sus temas más reconocidos. De esta manera, el cantante británico admitía en su autobiografía publicada en 2012 el «plagio inconsciente» de la canción «Taj Mahal», compuesta por Jorge Ben Jor, un músico y compositor brasileño que había demandado al artista escocés por infringir los derechos de autor al utilizar parte de su creación en el estribillo de «Da Ya Think I’m Sexy?».

Finalmente, la Justicia falló a favor de Ben Jor. De todos modos, y según reconoció el propio autor brasileño, ambos músicos cerraron el conflicto de una manera amistosa, ya que Stewart no sólo decidió donar el total de las regalías del tema a Unicef, sino que además lo interpretó en vivo en un concierto llamado «Muisc for Unicef», celebrado en la Asamblea General de las Naciones Unidas en enero de 1979.

En tren de confesiones, y más allá de lo ocurrido con la canción de Jorge Ben Jor, Stewart también reconoció algunos años más tarde que «Da Ya Think I’m Sexy?» incorporaba además, en su apertura con sintetizadores, el arreglo de cuerdas de «If You Want My Love (Put Something Down On It)», de Bobby Womack.

La crítica

En su número 111, la revista Pelo escribió:

Cada año, Rod Stewart se interesa en complicarse más las cosas. Cada año más complaciente, cada año más mercenario. ¿Cómo es posible, entonces, que se saque algo bueno o interesante de esto? Nadie lo sabe, pero los buenos resultados se ven, por lo general. Sólo basta con escuchar el disco para comprobarlo.

«¿Crees que soy sexy?». Rod Stewart es más inteligente de lo que parece. Los únicos que graban discos con ese título son cantantes de disco/soul que no sienten lo que ese título contiene. Es probable, en cambio, que Rod Stewart se haga la pregunta con sinceridad. «¿Crees que soy sexy?» («Da Ya Think I’m Sexy?») es un simple de música disco que tiene un argumento definido: el relato de Stewart sobre dos tímidos que forman pareja, a quienes les resulta difícil expresar lo que sienten. Stewart toma parte en el cuento en el momento en que el cinismo de una motivación se transforma en el sentimentalismo de una necesidad. Un tema afradablemente ofensivo.

«Qué fin de semana» («Dirty Weekend»). Rock and roll puro. La historia de Rod que se va unos días con la novia de su mejor amigo. Moral de Macho. La idea no le interesa a Stewart, y menos a nosotros.

«No es el amor traicionero» («Ain’t Love A Bitch»). El primer ejemplo de lo que resulta ser la forma dominante de este LP. En este tema, Rod recuerda todas las jugadas que le hizo el amor desde que, a los 17 años, lo engañó Maggie May.

«Los mejores días de mi vida» («The Best Days Of My Life»). Una canción de Engelbert Humperdinck. Ya con unos años encima, Stewart retrocede en el tiempo hasta épocas más entusiastas y jóvenes y agradece a la mujer que le hizo vivir los mejores días de su vida. Ella era la sumisa, y él, el maldito. ¿Qué habrían sido de los mejores días de ella?

«¿Este es el agradecimiento que recibo?» («Is That The Thanks I Get?»). Una canción de Britt Ekland en la que Stewart responde a los juicios. Resulta áspera por momento, pero no amarga. A Rod le sorprende en cierta medida que no sepan apreciar su amor. Den vuelta el disco.

«Se busca una mujer atractiva» («Attractive Female Wanted»). Un solo de saxo, un Stewart solitario un viernes a la noche, en busca de una mujer atractiva, cualquier mujer. Poco convincente.

«Blondes Have More Fun». Empieza como «Down The Dustpipe» de los Status Quo y termina como uno de los «redneck» del sur. Una canción de amor a sí mismo.

«El último verano» («Last Summer»). Otra canción del tipo Humperdinck (dicho sea de paso, Stewart compuso todo este material con la colaboración de distintos miembros de su banda. Suponemos que todas las letras son de él. Un infructuoso romance de verano. Flauta y ritmo latino, que expresa la pena de Stewart por sus frecuentes fracasos amorosos.

«Inmerso en las sombras del amor» («Standin’ In The Shadows Of Love»). La canción tipo Motown del álbum, hecha como si fuera una canción de los Stones al estilo Motown. Stewart hace el papel de Mick Jagger, con fragmentos hablados, arrastrando las palabras con una voz ronca y agresiva, aunque no lo agreste que se pretendió. Stewart tiene razón con respecto a una cosa: que este es la primer abanda con alguna característica especial que forma después de Faces. A veces resultan anónimos, pero descarados, eficientes.

«Herido y arrastrado» («Scarred And Scared»). La narrativa pesada del álbum. Una banda sonora, una armónica del oeste, Stewart es el pistolero oxidado que humilla a jóvenes como John Wayne en sus western. Termina finalmente en la prisión. No se trata de Stewart exactamente, sino de algún perdedor que mató y que ahora se arrepiente. Un viento viejo, nada sorprendente; terminó el disco.

Con excepción de «Que fin de semana», una ridícula concepción en todo sentido, y luego de escuchar el disco por segunda vez, se llega a la conclusión que lo que indigna la primavera vez puede resultar cautivador la segunda. Se filtra, a través del álbum, una idea irrevocable: que Rod Stewart nunca cantó con tanta conciencia de su propia personalidad, con tanto cuidado en cada nota. Pero lo que interesa es la calidad de la música pop, y se puede decir al respecto que no es demasiado hippie, ni demasiado parecido al estilo de Los Ángeles. Es diversión pura y bien elaborada.

Tapa: La clásica imagen del Stewart «seductor y ganador». El culto de un manipulador de los sentimientos machistas y reaccionarios que subyacen en toda la cultura de Occidente, escondida detrás de los gestos ridículos de Stewart sonriente.

Síntesis: En términos de ideología, Stewart nunca guardó, en realidad, muchas diferencias con respecto a Engelbert Humperdinck: el mismo estilo de ejecución, los mismos cálculos de mercado, las mismas camisas de seda, las mismas poses sexy, etc. Stewart no es demasiado convincente. Él nunca cambió, simplemente ganó mucho dinero. Y sabe divertirse muy bien y aprovechar sus horas libres. Stewart es libre de ser libre todo el tiempo, de hacer lo que quiere. Su música es un comentario y una celebración al placer de descansar.

Y a muchos les gusta este disco porque les causa gracia: Stewart está demasiado contento de sí mismo, sin tener razón suficiente. Lo más hipócrita en torno su ideología del ocio y el placer es que, en definitiva da a entender que demasiada diversión lleva a la miseria. Esa idea hace feliz a aquellos que no se divierten demasiado y podría concebirse como el mensaje que Stewart quiere transmitir.

El éxito

«Da Ya Think I’m Sexy?» fue lanzado como single el 10 de noviembre de 1978 (en Argentina se editó como «¿Creés que soy sexy?») con «Dirty Weekend» y «Scarred and Scared» como lados B de las ediciones británica y estadounidense, respectivamente.

El segundo single fue «Ain’t Love a Bitch», que alcanzó el número 11 en el Reino Unido y el puesto 22 en los Estados Unidos. El tercer y último single, «Blondes (Have More Fun)», alcanzó el puesto 63 en el Reino Unido, su single con el ránking más bajo allí hasta ese momento.

Entre las diez canciones del álbum se incluye un solo cover, una versión de «Standin’ in the Shadows of Love» de Lamont Dozier, Eddie Holland y Brian Holland, grabada por los Four Tops para el sello Motown en 1966.

Hoy en día, el álbum se ubica en algún lugar en el medio de su catálogo, el punto donde la brillantez de los 70 comenzó a convertirse en el pop plástico de los 80. Sin embargo, su banda (el guitarrista Jim Cregan, el bajista Phil Chen y el baterista Carmine Appice) estaba empezando a solidificarse.