Jimmy Rip, reconocido fundamentalmente por su labor como guitarrista y productor de Mick Jagger, afirmó que «el espíritu de rock and roll» que existe en nuestro país es muy similar al experimentado en su ciudad natal en los 70, y que eso lo impulsó a radicarse aquí desde hace alrededor de una década. «No disminuyó ni un poco» desde entonces, a pesar de la irrupción con fuerza de los ritmos urbanos en la preferencia de los jóvenes, aseguró.
«Es importante prestar atención, no a lo que se ve en los medios de comunicación, sino a lo que ocurre en clubes y en los shows -¡que espero que vuelvan pronto, por favor!-, y verán gente saltando y cantando cada palabra de la letra de su banda favorita. Al menos hasta que empezó esta cuarentena, no veo que haya disminuido ni un uno por ciento ese espíritu. En tanto este espíritu esté, yo también estaré aquí», expresó el artista en declaraciones a la agencia Télam.
Sin dudas, la simbiosis que se dio entre nuestro país y el destacado músico -integrante del legendario grupo Television y productor del mítico Jerry Lee Lewis, entre otras cosas-, vuelve a plasmarse en «Muy crudo», su nuevo trabajo junto a The Trip, la banda acompañante que conforman Luli Bass en bajo y Silvana Colagiovanni en batería.
El sucesor de «Blues Life», su anterior trabajo de 2016 que incluía varios covers, presenta temas propios que mezclan blues con coros gospel, y líricas y climas surgidas de la experiencia personal de un divorcio, aunque también dejan el mensaje esperanzador de «una nueva forma de libertad» en el horizonte.
De esta manera, el responsable del sonido de «Wandering Spirit», acaso el mejor disco en la carrera solista del icónico vocalista de los Rolling Stones, engrosa su obra !argentina», que además de varios álbumes como solista, incluye producciones para Guasones, La 25 y Utopians, y colaboraciones con Juanse y Andrés Ciro Martínez, entre otros.
Sin embargo, el particular contexto mundial por la pandemia de coronavirus diferenció este lanzamiento de los anteriores porque privó al músico de poder mostrar su material en vivo con público, y solo pudo hacerlo a través de un streaming.
«Silvana, la baterista, tendrá un bebé en enero así que, al menos en este sentido, la cuarentena estuvo bien porque hubiéramos tenido dificultad para hacer shows. Hicimos un streaming en septiembre y fue divertido tocar algunas de las canciones nuevas pero, personalmente, me resulta muy extraño tocar sin esa asombrosa energía que devuelve la audiencia argentina», confió Rip.
Los entretelones de «Muy crudo», sus particulares lecturas del blues, la influencia sonora adquirida en nuestro país y el futuro del rock and roll fueron algunos de los tópicos que el guitarrista abordó en la entrevista.
P: ¿Cómo fue el proceso creativo y la grabación de «Muy crudo»?
Jimmy Rip: Todas las canciones fueron escritas en un breve lapso de tiempo justo después de mi divorcio, hace tres años, así que son canciones de una tristeza profunda pero también algunas sobre la dicha de descubrir una nueva forma de libertad. La mayor parte fue grabado en vivo en los estudios de Álvaro Villagra, solo con mi banda. Estaba terminado antes de la cuarentena y esperé un poco para lanzarlo creyendo que los tiempos normales volverían pronto, pero finamente no pude esperar más. Estaba muy ansioso por que la gente lo escuchara, a pesar de no poder salir de gira para apoyarlo.
p: ¿Qué diferencias tiene con «Blues Life»?
JR: «Blues Life» tenía muchos covers. Este disco nuevo no tiene ninguno. Supongo que tenía mucho para decir sobre mi vida (risas). Traté de mantener un sonido muy simple, sin capas ni sobregrabaciones.
P: En aquella ocasión comentó que el estilo de ese disco era blues, pero «no tradicional, sino al estilo de Jimmy Rip & The Trip. «Muy crudo» pareciera acercarse más al blues tradicional. ¿Cuál es su opinión al respecto?
JR: ¿Más tradicional? Mmmm….no, más simple tal vez. Pero no hay un blues tradicional en el sentido estándar de doce compases. Siempre estoy escribiendo canciones, partes en las cuales un solo o un verso podría estar en este formato clásico, pero siempre hay un quiebre y deriva en otra cosa. Siempre trato de llevar al blues hacia un lugar un poco diferente al que la gente está acostumbrada a oír.
P: Los coros que aparecen en este disco son una gran novedad en su música. ¿Cómo aparece la idea de trabajar así las voces?
JR: En el tiempo que estaba escribiendo estas canciones, y por ende atravesando el divorcio, estaba escuchando de manera obsesiva un gran disco de Leo Bud Welch, llamado «Sabougle Voices». Es una bella mezcla del sonido realmente crudo del blues eléctrico del norte de Mississippi y coros góspel de iglesias. Fue mi inspiración y quería introducir ese sentimiento en mi música. Por suerte, encontré mujeres en Buenos Aires que pueden cantar con mucha alma y con un inglés con muy buena pronunciación.
P: Luego de tantos años en la Argentina, ¿reconoce algún sonido tradicional de aquí que haya incorporado a su música?
JR: Cuando me radiqué aquí, la pasión argentina por el rock hizo despertar mi amor por él. Así que si incorporé algún sonido típico de Argentina, es el sonido del placer que sentimos aquí al tocar verdadero rock and roll.
P: Hay otros ritmos que hoy desplazaron al rock en la preferencia de muchos jóvenes. ¿Siente que lleva adelante una especie de «misión» para mantener vivo el espíritu del rock?
JR: Noooooo. El rock and roll no me necesita para mantenerse vivo; se las ha arreglado por más de 70 años para hacerlo. Yo solo me estoy aferrando a un pedazo de él y estoy aguantando este paseo salvaje tanto tiempo como pueda.
Fuente: Télam