En lo que resulta su segunda producción como solista en más de 30 años de trayectoria como tecladista de Bersuit Vergarabat, Juan Subirá lanzó «Coro de fantasmas», un disco con sonoridades rioplatenses y atravesado por una temática ligada a la ausencia de seres queridos que, a pesar de contar con canciones escritas hace varios años, pareció resignficarse por el contexto.
«Es cierto que hay canciones que parecieran que tienen que ver con la época, pero el arte siempre se resignifica según los contextos y las lecturas que se le dan. Por ejemplo, la canción ‘Coro de fantasmas’ existe hace más de diez años pero la forma de denominar que tiene es como que cobró otro significado, entonces me pareció un buen título para el concepto del disco», explicó el músico en declaraciones a la agencia Télam.
Con esta postal de época narrada a través de historias personales, entonadas en ritmos ligados a la murga, el candombe, la milonga y la canción urbana, y apuntalada con la foto de la portada, el histórico integrante de Bersuit Vergarabat retoma luego de varios años el sendero como solista iniciado en 2008 con «Fisura expuesta».
A lo largo de doce cortes, Subirá recuerda a su padre en «Canción del espigón», a su cuñado en «Con los botines puestos» y a los ausentes queridos en general en la canción que le da el título al disco; pero también retrata algún personaje o escena costumbrista, y hasta se reserva un espacio para la crítica social murguera en «La gorilonga».
En esta aventura, el músico cuenta con algunos invitados como sus compañeros de banda Germán «Cóndor» Sbarbati y Dani Suárez; Dani Buira, Dady Brieva, Hernán «Cucuza» Castiello, Limón García, Nano Campoliete, Miguel Suárez, Frichi Fridman y Pedro Alonso.
Juan Subirá brindó detalles del proceso que desembocó en este disco y se refirió a la convivencia entre sus inquietudes personales a nivel musical y su labor en la popular banda.
P: Pasaron 13 años desde tu primer disco. ¿Esta necesidad de realizar un trabajo solista aparece en vos de manera esporádica o está más presente pero la actividad con Bersuit no te lo permite?
Juan Subirá: La verdad es que si yo pudiese darle continuidad se la daría porque me encanta hacer algo por afuera de la banda. Creo que es algo que les pasa un poco a todos los músicos. Siempre están esas inquietudes. Las bandas, cuando están en actividad, son muy demandantes. Obviamente, dan mucho pero también demandan mucha atención y dedicación, entonces a veces no se puede. Acá lo que ocurrió es que la pandemia nos puso en una especie de burbuja en el tiempo y ahí empezaron a nacer las ganas de hacer un nuevo disco.
P: Tanto las letras como la portada remiten a la pérdida de seres queridos. ¿Tuvo algo que ver el contexto de pandemia en esto?
JS: No, es un tema que siempre estuvo presente en mi cabeza. Extraño un montón a seres queridos que no están, en algunos casos por cuestiones lógicas, como mi papá, a quien le hice «Canción del espigón»; y otras veces por cosas que pasan, como el caso narrado en «Con los botines puestos», que está dedicada a mi cuñado, que se murió al lado mío jugando al fútbol, hace unos años. Un hecho inesperado. Son cosas muy fuertes que a uno lo golpean. Pero lo que pasó en estos últimos tiempos hizo que todas estas canciones, que muchas de ellas tienen varios años, se resignificaran.
P: El disco pareciera reforzar el costado de canción rioplatense que hay en Bersuit. ¿Es lo que sentís que vos le aportás al grupo?
JS: Todo lo que tiene que ver con las sonoridades porteñas, que van desde la milonga, el tango, el candombe, la murga y afines, a mí me encanta. Es algo que me nace y con Bersuit lo hemos encarado en varias etapas de nuestra obra. Pero Bersuit es una banda de rock atravesada por otras cosas más.
P: ¿Es entonces esta una manera de canalizar todo aquello que no podés decir o desarrollar del todo en Bersuit?
JS: Siempre va a haber cosas que la banda no puede absorber por una cosa o la otra. La más significativa es que Bersuit está compuesto por un montón de personas distintas y, a veces, a uno le gusta una cosa y a otro, otra. Además, son personas bastante prolíficas. Todos tienen un montón de temas buenísimos que, por alguna razón, Bersuit no grabó nunca. Tiene su lógica también porque al momento de grabar tenemos una gran cantidad de canciones y tenemos que elegir. Ya sabemos que hay un montón de cosas que van a quedar afuera.
P: ¿Cómo te resulta asumir el rol de cantante, que es algo que no hacés de manera habitual en Bersuit?
JS: Fue una de las cosas más difíciles porque yo no soy cantante. A veces me ponía a pensar quién iba a cantar tal o cual tema. Obviamente, tenía muchas alternativas pero también me gustaba el desafío de hacerme cargo yo a pesar de no ser cantante. Fui tomando la decisión mientras fui grabando el disco. Me da gusto asumir ese desafío porque fue lindo ponerle voz a mis canciones, más allá de que haya gente que las puede cantar mejor.
P: ¿Qué recepción notás del disco de parte de los fans de Bersuit?
JS: Estuve tocando en el homenaje que se hizo a Palo Pandolfo en el Parque Centenario y estuve hablando con varios chicos y chicas y tuve buenos comentarios. También estuve viendo en las redes y hay de todo, comentarios buenos y gente que por ahí me da con un palo. Al sacar una obra, uno sabe que asume riesgos y, lógicamente, sabe a no a toda la gente le va a gustar, y está bien que así sea.
Por Hernani Natale (Télam) / Foto: Télam