Juanse hizo bailar al Teatro Ópera anoche con una fórmula tan simple como efectiva: una hora de una selección de temas de su amigo, el fallecido Pappo, y media hora más con lo mejor de los Ratones Paranoicos, como para dejar conforme a todo el público.
Y es que Juanse presentaba oficialmente en la Ciudad de Buenos Aires su disco «Pappo por Juanse», un verdadero tributo al mítico Norberto Napolitano, quien gravitó en el rock nacional desde los tempranos 70, hasta el 2000, a base de una actitud única e imprevisible y su virtuosismo con la guitarra.
Minutos después de las 21.30, Juanse se puso al frente de la banda y comenzó el recital con «El hombre suburbano», uno de los temas más difundidos y versionados del «El Carpo».
La gente estaba enfervorizada y era un espectáculo en si misma. Muchos ya tenían canas, otros incluso fueron con sus hijos, mucha remera negra y camisa de jean, y hasta los más osados se quedaron con el torso desnudo mostrando sus abultadas barrigas para poder revolear la remera.
«El disco tienen un orden, tal vez Divino, así que lo vamos a respetar», dijo Juanse, y comenzó a desgranar en el orden que fueron editados, cada uno de los 14 temas que componen el álbum «Pappo por Juanse».
Así se sucedieron “Malas compañías”, “¿Dónde está la libertad?” “Blues local”, entre otras, en donde sobresalió el trabajo del guitarrista Gabriel Carámbula.
Llegó el turno de “Trabajando en el ferrocarril”, para la que Juanse invitó a subir a Peteco Carabajal, quien con su violín, le dio una impronta más “lánguida” a este tema country.
Está claro que el tiempo nos pasa a todos, pero Juanse mantiene su caudal de voz, si bien su timbre se ha puesto un poco más agudo, y eso no lo favorece a la hora de interpretar temas como “Una casa con 10 pinos”, o “Desconfío”, donde el vozarrón grave de Pappo le daba una impronta más oscura a esos temas.
Mas allá de estos detalles, lo cierto es que los 14 temas se fueron en poco más de una hora de recital casi sin interrupciones, y la banda dejó el escenario para poder escuchar, detrás de bambalinas, el aplauso del público.
En ese final, la gente enfervorizada pidió por Los Ratones y tuvo media hora de lo mejor del repertorio de la banda Stone vernácula. Así se sucedieron “Sucia estrella”, “Rock del pedazo”, “Para Siempre”, “Rock del Gato” y “Girando”, entre otras, para dar un cierre bien arriba.
(Télam)