El set de 30 canciones que Kanye West interpretó en el festival inglés de Glastonbury se vio suspendido por un momento para incluir uno de sus clásicos favoritos del rock. La penúltima canción que interpretó West fue un cover de «Bohemian Rhapsody», de Queen.
Su interpretación se inició con una versión grabada de la legendaria pista. Pronto, la multitud reunida se sumó, mientras West sostenía el micrófono hacia el cielo.
Por último, West se hizo cargo de la voz. Recitando más que cantando. Sobre el final volvió a escucharse la voz de Freddie Mercury cantando «carry on, carry on / nothing really matters».
Esta no es la primera incursión de Kanye West con la realeza del rock. Ya colaboró con Paul McCartney el año pasado, completando tres canciones. Ellas fueron: «Only One» (lanzada en la víspera de Año Nuevo); «FourFiveSeconds» (que también contó con Rihanna y se convirtió en la primera canción de McCartney en alcanzar el Top Five de los Estados Unidos en más de tres décadas); y luego «All Day» (surgida de una melodía inédita de McCartney).
Más de 130.000 personas firmaron una petición exigiendo que Kanye West no encabezara el cartel, aunque los organizadores de Glastonbury se mantuvieron firmes.