Después de años de espera, el nuevo disco de Metallica se encuentra en la fase de mezcla, con la esperanza de que pronto se anuncie una fecha de lanzamiento. Mientras tanto, el baterista Lars Ulrich admite que no sabe bien cómo suena, aunque es capaz de describir las diferencias con su álbum anterior, «Death Magnetic» (2008).
«Es probable que sea un poco menos frenético que el último disco», dijo en declaraciones a Citizens of Humanity. «Probablemente sea un disco un poco más diverso que el anterior. Es emocionante, pero no tengo una perspectiva completa todavía».
Una de las razones para el cambio en el sonido, en su opinión, es el cambio de productor. El retorno a sus raíces thrash metal en «Death Magnetic» fue obra de Rick Rubin, y con un nuevo hombre detrás de la consola, se puede mirar en otras direcciones.
«Rick Rubin realmente nos animó, por primera vez, a inspirarnos en nuestro pasado», explicó Ulrich en la entrevista. «Era la primera vez que nos miramos en el espejo retrovisor. En esta ocasión se trata de algo diferente. No estamos trabajando con Rick, estamos trabajando con el ingeniero del último disco, que ahora está produciendo, Greg Fidelman. Así que hay algunos de los mismos elementos de producción, pero estamos ampliando un poco el sonido».
Hace tres semanas, Ulrich dijo que el grupo iba a pasar este mes dando los toques finales a’disco, con la intención de publicarlo a fines de 2016. «Si el disco no sale este año, entonces no será porque no esté listo», indicó. «Será porque hay algún tipo de razón cósmica que hace que sea más inteligente guardarlo hasta el próximo año. Pero el disco va a salir este verano (boreal)».