León Gieco, figura protagónica de la música popular argentina que mañana cumplirá 70 años y será celebrado con conciertos gratuitos, estrenó hoy «La amistad», tercera canción del álbum que publicará en 2022 y primera que refiere a ese vínculo pero que inscribe en una tradición propia basada en componer a partir de «tiempo vivido y compartido».
«Creo que todas las canciones están hechas de tiempo vivido y compartido. Es más, lo compartido está dentro de lo vivido pero nunca había abordado el tema de la amistad en las canciones hasta componer este tema», repasa Gieco durante una entrevista con la agencia Télam.
La canción que comparte con su amigo Gustavo Santaolalla y que incluye un coro familiar, es el tercer adelanto (después de «Todo se quema» y «Alimentación.com») de una nueva placa que publicará entre fines de abril y principios de mayo próximo, y con la que interrumpirá un silencio discográfico de una década.
El lanzamiento se suma a los dos grandes conciertos gratuitos en el Centro Cultural Kirchner (CCK) y en Tecnópolis con dirección musical de Lito Vitale, que respectivamente mañana y el domingo, reunirán a artistas cantando la esencial obra del artista nacido el 20 de noviembre de 1951 en Cañada Rosquín, provincia de Santa Fe.
Canciones fundamentales brotadas de su puño como «El ángel de la bicicleta», «Los salieris de Charly», «Hombres de hierro», «Ojo con los Orozco», «Sólo le pido a Dios», «En el país de la libertad», «La colina de la vida», «Cinco siglos igual», «La memoria» o «Carito», por citar azarosamente apenas algunas, son parte de un camino popular, laureado, reconocido y coherente que León visita sin perder de vista su movilizante actualidad.
P: ¿Con «La amistad» y al sumar, además, a descendencias en los coros, encontraste una manera de hacer balance de tu propio andar? ¿Qué ves ahí?
León Gieco: El sumar hijes y nietes (sic) en esta canción tiene que ver con que estuvo realizada e inspirada en eventos más familiares y más íntimos, y son les hijes quienes te enseñan a ser padre y madre, y la amistad como el amor se fortalece con ellos, en el trabajo de todos los días, en ese camino que aún falta recorrer, seguir aprendiendo, seguir preguntando, investigando, porque aún no ha llegado a destino y nunca llegará. Porque cuando se termine mi camino, elles seguirán caminando el resultado del amor y el respeto que hubo, y así se pasará esa posta eterna. Algo así como «ahora seguí vos, yo ya no puedo», y saber que un día seremos ausencias pero, si hay amor y respeto, van a ser más que primaveras y siempre ofrecerán flores eternas porque el amor es el lenguaje de la vida. Las ausencias aparecen de la nada como un refugio de los sueños victoriosos y perpetuos, siempre como presentes, como el aire al respirar y por eso en algunas canciones hacemos coros familiares.
P: En «La amistad» hacés referencia a un sentimiento capaz de sortear las distancias, las ideas y los caminos elegidos ¿en qué cosas sentís entonces que se fundan esos lazos fraternales?
LG: Los lazos fraternales de la amistad son un sentimiento que sortea distancias, decisiones personales y un montón de cosas más pero no las ideas. Con respecto a las ideas se necesita una mirada del mundo, en lo social, en lo político, en lo global. Yo no podría ser amigo de un nazi, por ejemplo. Para mí la amistad se funda en la mirada que tengas del mundo.
P: ¿Qué significa Gustavo Santaolalla en tu vida artística y personal?
LG: Antes de que me propusiera hacer mi primer disco, nos habíamos conocido en unas circunstancias especiales. Yo trabajaba en Entel como telexista internacional y lo escuché en una entrevista en «Modart en la noche». Tras ese reportaje, me anoté para estudiar y aprender con él escuchando música y me mostró los sonidos de Joan Baez, Bob Dylan, Crosby, Stills & Nash, pero también de Jaime Torres. Por entonces, Alain Debray (seudónimo de Horacio Malvicino) me ofreció grabar canciones de los Bee Gees en castellano para la RCA y Gustavo me dijo: «Hacé eso pero aquí no vengas más. Te estoy proponiendo grabar tus propias canciones». Lo pensé, me descompuse varias veces y pasaron tres meses y le propuse «hagamos el disco» y «El país de la libertad» fue la punta de lanza de una carrera que sigue hasta hoy gracias a él. Cuando en el ’80 no tenía idea de cómo empezar a grabar «Pensar en Nada», él me propuso los primeros pasos en Los Ángeles, donde vivía desde hacía cuatro años, y me marcó a los músicos con los que grabé en Buenos Aires y terminó siendo uno de mis discos más vendidos también gracias a él. En 1984 vino a producir «De Ushuaia a La Quiaca» y se lo puso al hombro como nadie. Es algo que no podría haberlo hecho sin él e, incluso, se plantó y dijo: «No salgo a grabar si no tengo cámaras para filmar» y ahora es un proyecto único de recopilación de músicas folclóricas argentinas. Diría que Santaolalla es mi salvador. Y, desde el año 90, cada vez que grabo lo invito a cantar una canción, lo hacemos por cábala, él sabe que me trae suerte, Y en este caso fue acertado invitarlo a cantar este tema que habla de la amistad.
P: ¿Cuánto extrañás a Mercedes Sosa, a Sixto Palavecino y a Elpidio Herrera, otros tres grandes artistas que nombrás en la canción?
LG: Son tres personajes que los menciono porque los extraño mucho. A veces pienso que Dios debería ser más perfecto y cederle un plus de años de regalo a algunas personas como ellos.
P: «La amistad» es también el tercer adelanto de un nuevo disco que publicarás en 2022 ¿Qué te motivó a volver a estudios después de nueve años?
LG: Creo que la pregunta correcta sería «¿por qué tardé tantos años en motivarme?». La respuesta es que, después de componer más de 300 canciones, se produce un desgaste intelectual que, creo yo, tiene que ver con el paso del tiempo. Creo que uno trata de salvar los días que se están yendo, ningún día nuevo ya mira atrás y la rueda que gira no da tregua.
P: Las tres canciones del nuevo material que se conocen hasta ahora ratifican tu sonido, y tu manera vigorosa y consecuente de entender la música, ¿cómo te ves vos como artista?
LG: Creo que como artista me veo limitado. Me gustaría tener mejor cuerpo, bailar mejor, ser mejor guitarrista, cantante y armoniquista. Me arrepiento de nunca haber estudiado música, de nunca haber hecho vocalización y de no haber estudiado inglés. También de no tener elementos para improvisar con amigos que sí son buenos músicos y de no saber tocar todas las canciones de Los Beatles, los Rolling o Dylan, así como hacen Charly o Lito o Malosetti o Fito. En todo esto me siento limitado como artista. En lo demás, que no sé qué es lo demás, no me va tan mal.
El cumpleaños de León en el CCK y Tecnópolis
León Gieco considera que la celebración de su cumpleaños 70, con epicentro mañana en el Centro Cultural Kirchner (CCK) y una función de domingo en Tecnópolis, en ambos casos con conciertos gratuitos y diversos dirigidos por Lito Vitale, «me regalará para siempre un incentivo para seguir caminando y haciendo canciones».
«Estaré allí sentado, emocionándome, por cada artista que le pondrá a las canciones algo que a mí me faltó», comenta, modesto, Gieco a Télam.
Y espiando su propio futuro, añade: «Tengo 70 y quizás tenga la suerte de componer muchas más canciones y hacer muchos más discos».
La cita en el CCK, denominada «León cumple», se desarrollará desde las 20 en el Auditorio Nacional y anuncia a Víctor Heredia, Ricardo Mollo, Juan Carlos Baglietto, Teresa Parodi, Raúl Porchetto, Javier Malosetti, Ligia Piro, Lisandro Aristimuño, Eruca Sativa, Los Tipitos, Andrés Giménez, Liliana Vitale, Bruno Arias y Mavi Díaz.
El elenco sabatino integra, además, a Barbarita Palacios, Nadia Larcher, Andrés Beeuwsaert, BB Asul, Nico Bereciartua, Luis Gurevich, Diego Smolovich, Joana Gieco, Gustavo Santaolalla y Abel Pintos.
El festejo en Tecnópolis tendrá por sede el Microestadio y desde las 18.30 y reunirá a Hilda Lizarazu, Nahuel Penissi, Liliana Herrero, Leo García, Dani y Cóndor, Julia Zenko, Claudia Puyó, Javier Calamaro, Miss Bolivia y Manu Sija, entre otros.
Un poema inédito de León para Mercedes, la «voz que se tejió con el viento»
León Gieco ratifica su bello y profundo lazo con Mercedes Sosa, a quien nombra en su nuevo tema «La amistad», pero además le narra a Télam un poema sobre la notable cantante tucumana fallecida en octubre de 2009.
«Los compositores nos moríamos de gusto, placer y emoción si ella elegía nuestras canciones porque las enmarcaba y te dejaba ese cuadro colgado en tu pared», grafica León sobre la importancia de Mercedes en su trayectoria.
Esta voz que se tejió con el viento
hirió al aire con garras suaves,
con palabras de amor y de guerra
para que el mundo entero cante.
Se hizo paño de todos los colores,
cubre del sol sus rayos,
calienta el frío que iguala,
seca lo sombrío por largo rato.
Esta voz que se tejió con el viento
da su aliento a mares y rincones,
a campos, ciudades, pueblos
y hasta a caminos que fueron.
Siendo trashumante en el tiempo
despierta el eco que duerme en piedras,
enhebra para unir días de lejanías
y sopla el polvo con selenio.
Esta voz que se tejió con el viento
hace al norte con trueno, al sur más azul,
demuestra el este de plata y al occidente como descansa.
Con perlas oscuras y claras,
con cinco hilos distintos, silencios y palabras,
hilvana un manto sagrado
que agita fuegos para el amor, los recuerdos, los sueños.
Esta voz que se tejió con el viento
pule los bordes groseros de mi única escultura
que con los años fui haciendo,
saluda el final de las olas,
se clava en la cruz de las estrellas,
abanica al infinito y se funde con el cielo.
Los 70 de Gieco en las voces de quienes lo admiran
Figuras de la música, los derechos humanos y la militancia social saludan al músico y compositor León Gieco por los 70 años que cumplirá este sábado.
Estela de Carlotto, presidenta de la Abuelas Plaza de Mayo, los músicos Luis Gurevich, Gustavo Santaoalla, Juan Carlos Baglietto, Sandra Mihanovich, Lito Vitale, Raúl Porchetto e Ignacio Montoya Carlotto y Christián Escanes, titular de la Asociación Pocho Lepratti contra la violencia institucional, dieron su testimonio.
- Luis Gurevich: «Algunas de las palabras y acciones que definen a León son derechos humanos, coherencia, capacidades diferentes, solidaridad, pueblos originarios. Y en lo personal: crecimiento, amistad, familia y creatividad. Es una voz popular como pocas. Cerca suyo viví lo que ni siquiera me atreví a soñar. Feliz cumpleaños León, estamos vivos, vamos por más».
- Lito Vitale: «León Gieco es un artista indispensable de nuestra canción popular no solamente por la calidad poética y musical de su obra sino también por el compromiso social que asumió».
- Juan Carlos Baglietto: «León siempre fue para mí un referente, no solo en la música sino por sus acciones y su forma del ver el mundo. Es una de las personas más coherentes que conozco, que lleva a la práctica su forma de pensar. Sus valores habría que ponerlos en la primera plana de los diarios».
- Raúl Porchetto: «La amistad con León es una hermandad, así lo consideramos los dos, es un regalo de la vida. Para el arte popular León es parte de un todo fundamental, como poeta, músico y su integridad para llevarlo al arte y eso no es menos que su talento».
- Sandra Mihanovich: «León es un músico icónico que ha podido cantar para todos los argentinos a lo largo y lo ancho desde Ushuaia a La Quiaca».
- Gustavo Santaolalla: «La importancia y el rol que ocupa León dentro de la música latinoamericana es enorme, no solamente por ser un cantautor que escribe grandes canciones con melodías inolvidables y con letras que nos hablan de nuestra realidad, sino también por su calidad humana que lo distingue entre los artistas como alguien realmente especial y único. He tenido la fortuna de conocerlo y de entablar una amistad que ya tiene 50 años, nos sentimos como hermanos. Para mí ha sido siempre una especie de faro y guía, muchas veces ante una duda pienso: ‘qué haría León en estas circunstancias'».
- Estela de Carlotto: «León Gieco para las Abuelas fue el amigo que nos ofreció siempre sus habilidades, su arte y ayuda económica. Siempre fue muy generoso y ha estado todas las veces que lo hemos necesitado para brindar o buscar a los nietos que faltan encontrar con esa bondad infinita que respira y nos alumbra a todos. Cuántas generaciones se han transformado a través de tu voz y tus decires por eso vas a pasar a la historia como un personaje inolvidable».
- Ignacio Montoya Carlotto: «León es una de esas personas que con su música y voz está muy agarrado a nuestras fibras más íntimas. De las primeras cosas que recuerdo haber escuchado que me conmovieron mucho es «Solo le pido a Dios. Me parece que eso que me pasa a mi puede pasarle a mucha gente. Eso de un algo que quedó clavado en el inconsciente colectivo de una parte del país».
- Christián Escanes: «León para nosotros es la verdad, es la historia contada de desde todos los ángulos y no solo desde el que conviene contarla. Es nuestro noticiero sin pauta. Nuestro político políticamente incorrecto que no piensa en el costo de hacer lo correcto».
Gieco: «Agradezco que mi música sirva para acompañar la lucha por los derechos humanos»
Sostenido como uno de los trovadores de cabecera de las luchas por los derechos humanos, León Gieco agradece que su obra sirva «para acompañar la lucha por los derechos humanos».
«Agradezco que mi música sirva para acompañar la lucha por los derechos humanos, a partir de un compromiso que no siempre tuve», expresa.
«La verdad es que yo ya era músico antes de vivir todas las experiencias políticas que me atravesaron. Mi papá me llevaba a cantar y cantaba de todo: Elvis Presley, Antonio Tormo, Los Beatles, Los Chalchaleros«, evoca León en la charla.
El guitarrista, autor y cantante, añade que a los 18 años llegué a Buenos Aires y que esa ciudad, literalmente, le «partió la cabeza en mil partes».
«Una de esas partes fue a parar a la mágica idea de componer canciones y agradezco todo lo que me pasó de allí en más», sostiene León.
«Yo trabajo con Estela (de Carlotto) o Hebe (de Bonafini) y a ellas no se les ofreció la música o una guitarrita como herramienta, sino que a ellas les mataron a les hijes (sic) y a mí no me queda más que agradecer que la música me sirva como elemento importante para acompañarlas a ellas en esta lucha tan valiosa en el mundo», subraya Gieco.
En esa veta, el músico sostiene: «Desde que me levanto y me cepillo los dientes considero que cada cosa que hago ya es un acto político, aunque mucha gente confunde lo político con partidismo».
«Ir a comprar a un chino, manejar sin tomar a alcohol, -enumera- ser solidario, apoyar los movimientos feministas, cantar en las marchas del orgullo, en el barrio 31 de Retiro, son parte de ese todo».
Y, para coronar la idea, abunda: «Yo no estoy de acuerdo con los que dicen ‘soy apolítico’ que es como decir ‘soy indiferente a lo que sucede a mi alrededor’. Yo me siento profundamente modificado en lo sucede a mi alrededor y eso en mis canciones se refleja de manera transparente».
Por Sergio Arboleya (Télam)