El cantautor rionegrino Lisandro Aristimuño, que acaba de lanzar su nuevo disco «Criptograma», se manifestó a favor del regreso de los shows en vivo, al considerar que en las performances en streaming «falta la sinergia, la interacción con el público» y además señaló que «la tecnología todavía no puede garantizar un concierto sin cortes y sin caídas de la red».
«Considero que todavía la situación no llegó a un buen punto para poder transmitir. Siempre hay mucho tráfico y tenés que tener un aval bastante fuerte si lo querés hacer bien», abundó Aristimuño en declaraciones a la agencia Télam sobre la llamada «nueva normalidad» para la música.
En ese sentido añadió que «las veces que hice vivos de Instagram así nomás, se cortaron y para uno que está transmitiendo algo con su música es como que corta toda la energía. Es un bajón, es como que te corten la luz en un show».
«Uno está acostumbrado mucho a la recepción y en un show es fundamental que la gente esté, que la gente reciba, y que la gente con sus aplausos y sus sentimientos te de una energía en el escenario que de este modo es muy difícil sentirla», explicó. «No está la persona ahí y no está su corazón, es jodido. Pero bueno, si en este momento no se puede hacer otra cosa que transmitirlo de esa manera está bueno buscar la variante. En mi caso todavía estoy esperando de poder hacerlo de la mejor manera, creo que todavía no estoy a esa altura como para poder hacer un concierto de ese modo. Para estar cantando adelante de una pantalla, tenés que más o menos curtirte porque si no es un embole».
Sobre el tema tecnológico, en el que hay empresas que ya le quieren vender el 5G a los usuarios y todavía no pudieron garantizar un 3G de calidad, Aristimuño reconoció que por eso sigue esperando, «porque me parece que en algún momento se van a dar cuenta de que necesitamos de su profesión y su inteligencia para poder lograrlo. Yo creo que a esos mismos tipos les debe haber caído la ficha ahora y están todos buscando la forma de poder generar que las transmisiones en vivo no se corten. Deben estar todos laburando para eso. Yo estoy esperando. Y no tengo apuro. Cuando eso funcione veré la forma de hacerlo, pero por el momento no me parece que esté a la altura de lo artístico o de lo musical, en mi caso».
Sobre la idea del criptograma, el cantautor expresó que «estaba muy enloquecido o sorprendido por la forma que tenemos en estos últimos años de comunicarnos. No podía creerlo, estaba sorprendido de que nos estemos comunicando vía símbolos, vía emojis, sin vernos a la cara ni los ojos. No es lo mismo ver una carita con una lágrima que ver a alguien llorando adelante tuyo y que te diga ‘te quiero’. Me empecé a asustar un poco, ¿qué onda esto de ‘me emocioné’ y me mandan una cara con una gotita? Te quiero ver, no es solo ese dibujito. Ahí empecé a decir ‘vamos mal’, me sentí mal, me sentí medio bajoneado por eso».
Y agregó: «Te puedo llamar para contarte algo y que no me manden un dedito, una carita o un corazoncito. Ahí arranqué con la idea del disco y empecé a escribir sobre esto, sobre lo que estamos perdiendo. En algún punto muchos periodistas me hablan de una separación y sí, más vale, es una separación de un mensaje, es la separación de los celulares que nos hacen separar a los humanos. Capaz que piensan que estoy separado o que me separé y escribí un disco, van a lo más básico, pero es un disco que habla de eso, de cómo la tecnología nos está haciendo un poco perder lo humano, lo sensible. Encima apareció esto de la pandemia y más todavía, cuando lo arranqué no estaba el virus y todo esto».
«‘Criptograma’ surgió de eso (la deshumanización de las relaciones), del miedo a que perdamos esa comunicación humana que tan bien nos hace. Me parece que los seres humanos somos animales y si no nos tocamos, no nos besamos y no nos miramos vamos a perder un montón de cosas que son las que nos hacen únicos también», sostuvo.
Sobre la pandemia, que acrecentó ese aislamiento porque se pierde el contacto con una pareja, una familia o un amigo, Aristimuño fue tajante: «Me parece monstruoso, es terrible para mí y es lo más terrible de esta pandemia. Desde que empezó estoy dentro de mi casa y solamente salgo para ir a buscar a mi hija o ir al (supermercado) chino y después vuelvo y creo que todos tenemos que tener un poco eso de pensar en los demás».
En «Criptograma», Aristimuño revindicó su pasión por Paul Simon y por Silvio Rodríguez y saludó que las nuevas generaciones, entre quienes mencionó a Wos que participa en la canción «Comen», como las responsables de haber derribado «los tabiques de los estilos, porque tienen otro chip en la cabeza».
«Creo que ya en estos últimos seis o siete años de música argentina, por suerte y gracias a Dios, se sacaron esos prejuicios de los estilos», subrayó.
Una de las canciones del álbum, “Hoy no fue ayer”, está dirigida al Lisandro adolescente. «Yo era muy rockero», reconoció. «El sur es muy rockero, en cuanto a que vas a un bar y están escuchando Pappo. Les gusta mucho el rock y a mí también. Pero en ese momento quizás estaba escuchando a Silvio Rodríguez, y era medio raro. Me acuerdo que me trataban medio como un hippie».
«A mí el rock me fascina pero no tenía campera de cuero, ni manejaba una moto, ni tenía tachas», amplió. «Después entendí que estaba buscando la canción, por eso es que ahora hago canciones. Hoy me lo preguntan y yo digo que soy un artesano de las canciones, me encantan las canciones. No me importan los géneros ni el look de cada estilo, yo indago en muchos estilos. En aquella época escuchaba Paul Simon y mis amigos me preguntaban quién era».
«Escuchaba ‘Graceland’ (1986), lo admiré toda la vida y me parece un genio. Volviendo un poco a esa época, mientras yo escuchaba Paul Simon tenía amigos que escuchaban Metallica o Guns N’ Roses. Pero al toque apareció Manu Chao con su disco ‘Clandestino’ (1998) que marcó una tendencia y, de alguna manera, nos reunió», explicó.
Sobre el hecho de contar con el rapero Wos como uno de los invitados en su disco, Aristimuño contó que «me parece que tienen un chip que nosotros no tuvimos o nos costaba un poco más por la situación social, quizás. Ellos tienen un chip que es de Internet, buscan mucha cosa ahí. Como que tuvieron un manual cibernético en sus casas que ayudó mucho a que cuando abren la boca tengan mucha data».
«A mí me hubiera encantado tener Internet a mis 15 años, abrir la computadora, buscar ‘cantante de The Cure‘ y que me salga Robert Smith y toda esa información. Antes tenías que ir a una biblioteca a ver de qué se trataba y ahora desde tu casa apretás enter y te dice quién fue Mozart«, sentenció.
«Criptograma», que también incluye la participación de Lito Vitale en algunas de las 10 canciones, es el décimo disco en la carrera artística de Aristimuño y está editado por Viento Azul, su propio sello discográfico independiente y autogestivo.
Texto: Adrián Mouján