Tras el lanzamiento del álbum debut homónimo de 1982, que no obtuvo demasiada repercusión, la banda Sueter decidió prescindir de los servicios del tecladista Juan del Barrio y transformarse en cuarteto. Esto trajo aparejado un cambio importante en el sonido del grupo, más simple y directo.
En una entrevista con la revista Pelo, el cantante, principal compositor y líder de Sueter, Miguel Zavaleta, mencionaba: «Luego de un año sentimos la necesidad de hacer un disco mucho más limpio, mucho menos cargado. Un músico excelente nos dijo una vez que con cada tema de Sueter él podía hacer tres temas diferentes».
A lo que el guitarrista Jorge Minissale agregaba: «Creo que la diferencia entre el primero y el segundo disco es la dinámica que tenían las músicas. Hay una diferencia en la rítmica. A mi me gusta mucho el primer disco, pero creo que éste es mucho más movilizador. Los arreglos son más livianos, dejando espacio para que cada cosa suene bien».
De este modo, la banda había quedado reducida a cuarteto: Miguel Zavaleta en voz y teclados (se hizo cargo de esa tarea tras la partida de Del Barrio), Jorge Minissale en guitarra, Claudio «Pato» Loza en batería y Gustavo Donés en bajo.
El título de ese segundo álbum, «Lluvia de Gallinas», es una expresión coloquial rioplatense que significa una situación caótica o surrealista. Esta elección refleja el enfoque irónico y a menudo humorístico de las letras de Suéter, que exploran temas sociales y cotidianos de una manera a menudo surrealista.
En otro número de la revista Pelo, en la crítica de un show del grupo en La Esquina del Sol, se indicaba que Sueter tenía un «as de espadas en la manga, Y ese as de espadas tienen nombre y apellido y cara de antihéroe: Miguel Zavaleta». La publicación agregaba: «Él es un líder nato y un showman de excepción. Para todo tiene una broma adecuada y se da el gusto de tomar (y tomarse) el pelo sin caer en el mal gusto o en la vulgaridad. Como su fuera poco todo esto, además compone y canta bien. Zavaleta no es una estrella del rock and roll y seguramente tampoco pretende serlo. Su imagen está mas cerca de una película de Mel Brooks que de un astro con séquito de groupies, pero allí radica uno de los atractivos del show».
El disco fue grabado en los estudios Panda de Buenos Aires en 16 canales entre febrero y abril de 1984, al mismo tiempo que «Del 63» de Fito Páez y «Hotel Calamaro» de Andrés Calamaro, todos por Mario Breuer. No obstante, en el caso de Sueter luego de las primeras tomas la grabación continuó con Amilcar Gilabert, quién «ordenó las sesiones y terminó produciendo el disco, sugiriéndonos que debíamos incluir ‘Amanece en la ruta’ ante nuestra resistencia a agregarla al set list», según recordó Minissale.
El solo de saxo en «Mamá Planchame la Camisa» es de Daniel Melingo. Los coros femeninos en «Amanece en la Ruta» y «Lluvia de Gallinas» son de Hilda Lizarazu. René Grecco toca teclados en varios temas, hace el solo final de «Ella Quiere a Muchos». El arreglo de brasses de «Lluvia de Gallinas» pertenece a Juan «Pollo» Raffo y es interpretado por Pablo Rodriguez. Todos los teclados que aparecen en «Manifestación de Escépticos» son tocados por Juan Del Barrio y el saxo por Gustavo Donés. Las guitarras en «Nada es Como Fue» estuvieron a cargo de Quique Berro.
En otra entrevista, Zavaleta expresaba: «Rescato algunos temas y un sabor a buen momento musical, rescato la onda y la conciencia que tomé de lo difícil de componer temas nuevos entre un disco y otro. Vaya mi admiración a quienes editan un disco por año sin perder nivel. Algunos dicen que soy demasiado crítico con este disco y puede que tengan razón, de cualquier manera ahí está, ya hecho y a disposición de todos, ¿qué ás puedo decir?».
«Lluvia de Gallinas», publicado a mediados de 1984, recibió elogios de la crítica y se considera uno de los álbumes más influyentes en la escena del rock argentino de los años 80. Sueter logró capturar la esencia de la época con su estilo único y su perspectiva distintiva, lo que les valió un lugar destacado en la historia del rock argentino.