Attaque 77 publicó en marzo su esperado álbum de estudio “Triángulo de fuerza”, una producción que tiene el sonido propio e indiscutido de la banda y reafirma su lugar en la escena rockera nacional tras más de 30 años de carrera. El disco cuenta, además, con la participación especial de Campino (Die Toten Hosen) y los folcloristas Peteco Carabajal y Vitillo Ábalos.
«Nos fuimos a Córdoba, donde se habla de un triángulo energético», cuenta el guitarrista y cantante Mariano Martínez sobre la gestación del álbum. «Trabajamos mucho ahí, en las Sierras de Córdoba, en Tanti. Ahí llegamos como cuarteto y después nos transformamos en trío, en ese lugar. De ahí fue surgiendo la idea del triángulo», explica.
«Habernos transformado en trío ahí, en ese mismísimo lugar, y que nos hayamos consolidado ahí como un trío en donde si falta uno de los tres ya no funciona», indica sobre la actual formación del grupo. «Eso que somos es así, es de este modo, no es de ninguna otra manera».
A diferencia de discos anteriores, en este caso las canciones tuvieron un tiempo de maduración. «Como ocurrió lo de los 30 años en el medio, durante el proceso, pudimos distanciarnos un poco de las canciones, volver a escucharlas, por ahí cambiarle alguna cosita o alguna volver cantarla… eso es bueno porque cuando hay un material nuevo siempre se graba y normalmente después mejora, después de haber sido grabado», explica Martínez.
Y agrega: «Entonces hay canciones que nos pudimos permitir toquetearlas un poquito más, a lo último. Y siempre producir es divertido, siempre estar en el estudio es divertido, arreglar las canciones, pensar los arreglos, buscar instrumentos, sonidos, es algo que a mí siempre me interesó desde chico y siempre me encantó».
Sobre la diferencia en la grabación de «Triángulo de fuerza» y los álbumes anteriores, el bajista Luciano Scaglione narra: «Siempre era todo con mucha presión y los discos se grababan muy rápido. Me parece que fue un buen momento para hacer todo diferente y en realidad tiene que ver con los 30 años, seguir buscando cosas nuevas, cosas que todavía no hayan sucedido, porque es un modo también de estar con ganas, de seguir haciendo lo que hacemos. Así que es un disco que tardó y que, la verdad, llega en un buen momento y creo que va a ser un disco importante en la carrera del grupo».
Martínez también ahonda en las influencias y en los invitados en el álbum. «Después de tantos años hay tanta gente increíble que vas conociendo y además descubriendo un poco la identidad de uno, después te ponés a pensar que nuestro rock argentino tiene una identidad única, porque se mezcla con las influencias rockeras que tenemos de toda la vida y en el ADN están el folclore y el tango», indica.