Luego de arrasar en las encuestas que consagraron a la banda y a su último disco, «Biblia-Ovni», entre lo mejor de 2015, Massacre arranca el año con la bendición de «Muñeca roja», una canción-amuleto plagada de símbolos y un sonido expansivo que tributa a las glorias del rock de Manchester.
Hace un tiempo, en su habitual recorrido por cuevas de rarezas y antigüedades, Walas se encontró con una extraña muñeca española de 1910. Vestida de rojo, con una mirada penetrante definida en unos pocos trazos de pintura, pronto se transformó en una especie de protectora del hogar. Una vidente le adjudicó la capacidad de “mover energías”, y apostada en la entrada, escaneando al mundo y a los visitantes desde bien arriba de una pared, la muñeca roja extendió su magia para volverse canción y estampita sagrada de la edición de «Biblia-Ovni», el noveno disco de estudio de Massacre.
“El tema tiene tres lecturas”, dice Walas. “El de la muñeca embrujada; el de las telas, los ropajes como hábitos o mantos, y el del color: la canción también es un homenaje-metáfora a esas otras muñecas rojas, las Pussy Riot, activistas rusas detenidas por militar en el feminismo”.
Con melodías expansivas y arreglos corales, “Muñeca Roja” remite al sonido de grupos como Stone Roses, Happy Mondays o The Jesus and Mary Chain y es el segundo corte de «Biblia-Ovni».