Tim Bachman, guitarrista y vocalista cofundador de Bachman-Turner Overdrive, murió el pasado 28 de abril a los 71 años, anunció su hijo.
Bachman formó parte del grupo canadiense desde 1973 hasta 1974, apareciendo en sus dos primeros discos antes de irse o ser despedido, dependiendo que fuente se consulte. Regresó en 1984 y se retiró nuevamente cuatro años después, iniciando una carrera como agente inmobiliario en los años 90. Su hermano, el baterista Robbie, murió en enero a los 69 años. Randy Bachman y Fred Turner siguen vivos.
«Mi papá falleció esta tarde», escribió su hijo Ryder en Facebook. «Gracias a todos por sus amables palabras. Agradecido de haber pasado un tiempo con él al final. Agarrá a tus seres queridos y abrazalos fuerte, nunca sabés cuánto tiempo tenés». Más tarde agregó que las últimas palabras de Tim fueron: «Te amo… compartí la música».
En 1990, Bachman recordó que BTO había decidido separarse justo antes de firmar su contrato discográfico. «Pusimos todo lo que teníamos en él», dijo sobre su álbum debut grabado bajo el nombre Brave Belt. «Lo hicimos con nuestro propio dinero, nos endeudamos seriamente… Creo que en el rechazo número 86 dijimos: ‘Bueno, eso es todo’. Estábamos en una habitación de hotel en Toronto; Acabábamos de terminar de hacer la versión canadiense de ‘Midnight Special’… y dijimos: ‘Bueno, ¿qué más podemos hacer? ¿Cuántas veces podés golpear tu cabeza contra la pared? Iré a vender zapatos o algo para pagar las cuentas; iré a ver a otras bandas e intentarlo de nuevo’. Y 10 minutos más tarde, después de que nos separamos, sonó el teléfono de Randy, y era Mercury Records».
Con toda la banda reunida alrededor del teléfono, rápidamente se dieron cuenta de que el ejecutivo del sello solo había escuchado los dos primeros versos de la canción de apertura «Gimme Your Money Please». Cuando se le preguntó si el álbum completo sonaba tan bien como esa canción, dijo que respondieron inteligentemente: «¡Es mejor!». Y agregó: «Dijeron: ‘Está bien, está bien, si es tan bueno como este, tienen un trato’… Dijeron: ‘Solo hay un problema… ¡su nombre apesta!'».