El pasado 8 de agosto San Nicolás perdió a una de sus figuras más queridas en el mundo de la radio: Carlos «Black» Mulet, conductor del icónico y recordado programa «Malicia, País de las Maravillas», emitido por la ya desaparecida FM88 (LT24 Radio San Nicolás). Su partida dejó un vacío en la comunidad rockera, un género que promovió con pasión durante años. El 23 de julio había cumplido 70 años.
Fanático hincha de Racing Club, desde la década de 1970 también supo mostrar su talento como baterista, llegando a actuar en la edición 1982 del festival de La Falda, la noche que tocó Pappo. Lo hizo con la banda Estación SN, que completaban Roberto Boragina, Nano Ciriani, Walter Nebreda, Lito López y Miriam Amarilla.
Su acercamiento a la radio llegó en 1988, cuando una vez por semana condujo «Transas y caretas», por FM88, difundiendo hard rock, rock progresivo y blues. Si bien el programa no duró demasiado, abrió un camino para otros espacios dedicados al rock pesado en la radiofonía nicoleña.
El sábado 19 de abril de 2003 comenzaba un nuevo emprendimiento radial: «Malicia, País de las Maravillas». Era un espacio dedicado al hard rock y al blues, transmitido los sábados de 18 a 20 nuevamente por FM88. Junto a Marcelo Poli, Carlos creó un programa que se convirtió en un referente para los oyentes de San Nicolás y más allá, ofreciendo una selección cuidada de música, información sobre bandas y un estilo auténtico que conectaba con la audiencia. El programa, que tiene registros disponibles en plataformas como YouTube y Archive.org, destacaba por su agenda propia y su enfoque en géneros que resonaban con la identidad rockera. «Malicia…» dejó de salir en 2014, meses después del cambio de titularidad de la emisora.
Carlos Mulet no solo era un conductor radial, sino también una figura que encarnaba el espíritu del rock. Su apodo, «Black» (o «El Negro»), reflejaba su conexión con la energía cruda y rebelde de la música que compartía. A través de «Malicia, País de las Maravillas», logró construir una comunidad de oyentes fieles que valoraban su conocimiento y su dedicación. Su legado en la radiofonía de San Nicolás es innegable.