Integrante de las bandas Riff y Viticus, amante del slide y el rock de los setentas, Nico Bereciartúa escuchó y aprendió sus primeros riffs de Pappo. A mediados de 2015 fue a girar por todo Estados Unidos como guitarrista de Rich Robinson, fundador de los Black Crowes.
Tras el lanzamiento de su segundo disco solista, «Volviendo», Nico explica cómo surgieron las canciones de este material y la fuerte influencia del folclore en ellas. También destaca la recompuesta relación con su padre, Vitico.
«Es una banda, no es más el formato solista con el que en realidad se empezó el primer disco», aclara sobre «Volviendo». «De hecho, el disco fue gestado para armarlo con una banda… el primero era más que nada melodías que uno pensaba que se le podían agregar cosas».
«Cuando hice la melodía, que fue hace unos años en Estados Unidos, cuando grabé la nota de voz ya sabía que tenía ganas de que esté el piano, que entre el contrabajo… porque ya veníamos tocando y te imaginás esos sonidos», agrega. «‘El cardal’ es uno que resume, que tiene todas esas partes y un de los pocos que tiene un solo de viola eléctrico».
«Nunca me interesó que haya un solo imponente o de una demostración de cuánto sabe uno», aclara. «Cuando voy a ver una banda, lo que quiero es que me transmita y quizás me pueden transmitir sólo con una nota. Y siempre intenté eso, que uno lo pueda escuchar y la comparta con uno mismo, y te pueda llevar a uno u otro lugar».
«Por lo general yo escucho la música cuando estoy solo… si estoy en un ambiente jugando a las cartas con amigos o algo, es otra cosa, la música es algo que está de fondo… ahora, cuando yo me pongo a escuchar música estoy solo», confiesa.
Sobre las influencias folclóricas en algunas canciones, Nico explica que «no toco mucho folclore, no se escuchaba mucho folclore en mi casa, es algo que descubrí más de grande». Y en particular sobre la creación de «La Juanita», explica: «Acá tenía esa basecita, un 3×4, o un 6×8… ni siquiera sé bien, esa cosa que va ligada a lo que es una chacarera. Y bueno, se le metió el bombo legüero, pero la base va por ese lado y la melodía de la guitarra podría ser algo relacionado con algo más norteamericano… una guitarrita medio Allman Brothers«.
Sobre su relación en su padre, el legendario Vitico, expresa que «con mi viejo me llevo como nunca, y estoy muy agradecido a la vida de haber sanado eso con él, porque aparte de ser mi padre es alguien a quien yo admiro muchísimo por todo lo que hizo para la música, para el rock».
«Yo estuve allá con toda la buena, en primera A con el cátering, micro bueno, los camarines espectaculares, el escenario… gente que no lo aprecia o se deprime, y Vitico está siempre contento haya diez, veinte o 2.000 personas, siempre va a estar para adelante», comenta vinculando sus años con Rich Robinson y el siempre presenta buen ánimo de su padre.
«Yo lo admiro muchísimo por eso como músico… después como padre es difícil estar en una relación que está tanto tiempo juntos, sobre todo en el ambiente del rock, donde existen otras cosas que no tienen nada que ver con la música y que pueden hacer que el clima se ponga un poco más tenso… y terminamos para el culo», confiesa.
«Después yo me fui, y él se acercó a decirme ‘vos estás haciendo lo que yo siempre he querido, viajar y tocar allá, y después volver y hacer lo tuyo, y la verdad que estoy muy orgulloso de vos’. Y le dije ‘yo también estoy orgulloso de vos, y te admiro’. Hoy en día nos llevamos muy bien… no sólo compartimos algunos shows con Viticus sino con esta formación que se armó de Riff, para tocar las canciones de una banda que fue emblemática y que todavía hay gente que las quiere escuchar», sentencia.