Tanto la búsqueda del «clásico moderno» con Conociendo Rusia como sus recientes aproximaciones al folclore junto a Soledad o al reggaetón y el trap de la mano de María Becerra y Cazzu, proyectan a Nico Cotton como un productor todoterreno que garantiza, además de buenas canciones, un estándar de calidad que lo ubica como uno de los más requeridos de la actualidad.
Sobre el trabajo junto a Pastorutti, para quien produjo su última placa titulada «Natural», debió primero convencer a la artista de recuperar sus raíces musicales: «Fue una experiencia espectacular porque yo nunca había hecho folclore, aunque sí me encantaba. Yo sentía que era el momento para ella para hacer un disco así, hacerlo bien, que suene lindo, tenga lindas canciones y que ella pudiera cantar siendo libre y sin reprimirse», comentó en una distendida charla con la agencia Télam.
«Ella quedó muy contenta y para mí vale oro que el artista se emocione escuchándolo. La idea fue hacer un disco atemporal, que puedas escucharlo dentro de 20 años y siga estando tan bueno como ahora. Un disco con el que puedas conectar. Yo no buscaba el corte de difusión o que tuviera determinada cantidad de reproducciones. Nunca lo busco, pero a veces cuando uno está haciendo un disco puede decir ‘che, estaría bueno meter un temita más para la radio’. En este caso solamente pensamos en la música y en que ella pudiera sentirse libre. Hicimos un álbum muy lindo y lo disfruté mucho», señaló el productor treintañero sobre este cruce artístico.
Siempre abierto a cruzar distintas veredas musicales y tras un largo camino dentro del rock y el pop argentino, Cotton empezó a firmar producciones para Cazzu con su «Nena Trampa» que terminó de conectarlo con María Becerra, que lo convocó como uno de los productores de «La Nena de Argentina», que contiene el hit «Automático».
«Ella, además de ser muy talentosa, es un personaje y un cago de risa. Es muy intuitiva a la hora de crear: me mandó un audio cantando la melodía del estribillo de ‘Automático’ y, a partir de ahí, me puse con un beat que tenía referencias a ‘Gasolina’ de Daddy Yankee, con ruiditos de motores y cosas así».
«Ella se re copó y después nos juntamos a terminarlo y aparecieron partes nuevas de la canción pero sí, hicimos bastantes canciones con Mari. Creo que en el disco quedaron ocho y fue muy divertido trabajar con ella. Además de ser una artista popular, es muy buena y muy talentosa y haber compartido estudio con ella fue una experiencia buenísima», explicó.
«Los sudamericanos aportamos otra energía en la música latina»
El productor, músico e ingeniero de sonido argentino que por segundo año consecutivo marca fuerte presencia en los Grammy Latinos, destacó el gran presente de la música latina aunque asegura que los «sudamericanos» en particular aportan «otra energía» dentro del mapa musical y en su proyección internacional.
Ternado como Productor del Año junto a otro argentino embajador en el mundo como Bizarrap, Cotton llega a Sevilla -la ciudad anfitriona que recibirá hoy jueves (16 de noviembre) la primera ceremonia de los Grammy Latinos fuera de Estados Unidos- siendo reconocido por su gran último año: Marshmello, Manuel Turizzo, Cazzu, María Becerra, Young Miko, Leiva, Conociendo Rusia, Marilina Bertoldi y Usted Señálemelo son algunos de los artistas que validan su segundo intento por coronarse como productor en lo más alto de la industria.
Además su nombre figura en otras ternas como Mejor Canción Tropical 2023 por «El Merengue» (Marshmello & Manuel Turizzo), Mejor Álbum de Pop/Rock por «Tripolar» de Usted Señálemelo y Mejor Canción Urbana por «Automático» de María Becerra, una alianza que terminó de asentar su camino dentro de la música urbana tras una primera incursión junto a Cazzu para «Nena Trampa», que juntos diseñaron en un viaje al corazón de Puerto Rico y que en los últimos presentes tuvo su segunda edición en modo «Deluxe» que incluía, entre otras canciones, el remix de «Peliculeo» con las voces invitadas de De La Ghetto, Randy, Ñengo Flow y Justin Quiles.
«Es muy difícil ser productor sobre todo por el poco tiempo que uno tiene para el resto de su vida. Me gustaría tener dos vidas para seguir haciendo más cosas. Además uno carga con la presión por estar a la altura y agarrar proyectos que te muevan: el desafío es siempre hacer música que esté buena. También es cierto que a veces el tiempo es finito para el laburo y que el desafío también pasa por administrar ese tiempo bien y por estar inspirado constantemente», reflexionó desde su flamante estudio en el barrio porteño de su Caballito natal.
El bunker sonoro -diseñado por su amigo, el renombrado ingeniero Eduardo Bergallo– debutó como factoría musical con el reencuentro del grupo mendocino: «Me mudé en diciembre y en febrero recibí durante un mes a Usted Señálemelo para terminar el disco que habían empezado a grabar en Miami junto a Rafa Arcaute como productor». «Siempre soñé con tener mi estudio, desde chiquito. Tuve uno en el altillo de la casa de mis viejos pero era apenas un home-studio que sonaba bastante bien y donde hice bastantes discos y mezclé muchas cosas. Pero este proyecto venía armándose desde hace seis o siete años y finalmente pude concretarlo. Ahora es todo disfrute», comentó.
P: ¿Cómo te fue cambiando la cabeza de productor el empezar a trabajar con artistas del mundo urbano como María Becerra? ¿Dónde tuviste que calibrar la forma de trabajar y cuánto incorporaste de técnicas de producción como el «sampling»?
Nico Cotton: Yo venía muy entrenado por Cazzu, con quien viajamos un mes a Puerto Rico para «Nena Trampa». Esa experiencia fue como un curso intensivo: nos la pasamos haciendo reggaetón y trap con una computadora. A mí, como productor, me gusta patear un poquito el tablero. A Cazzu le hice grabar un tema folclórico como «Piénsame» y a María una balada que tiene como un coro góspel («Desafiando el destino»). A veces sin que se den cuenta: empiezo a tirar algunos acordes y de repente me dicen «che, esto me gusta» y después termina en una canción. Trato de ponerle mi agregado para que sea un álbum lo más amplio posible, porque es lo que a mí me gusta como fan de la música.
Cazzu me abrió la puerta, así como Juan Ingaramo en su momento lo hizo con otros artistas nuevos de esta generación como el «Ruso» (Mateo Sujatovich), Wos y Louta. Por ella, terminé de conectar con María (Becerra) que también venía del lado más urbano, del reggaetón y el pop-trap. La primera canción que hicimos con ella fue «Maléfica» para el disco de Cazzu. Ahí nos conocimos y fue que después terminamos haciendo este álbum que es «Automático», que ahora está nominado a los Grammy Latinos como Mejor Canción Urbana y Mejor Interpretación de Reggaetón.
P: Trabajaste junto a Marshmello en «El Merengue» junto a Manuel Turizzo, canción que también te tiene nominado a los Grammy Latinos. ¿Por qué un dj de la electrónica como él terminó de fijar toda su atención en la escena latina?
NC: Lo latino está muy prendido en el mundo gracias a los éxitos que vienen pasando. Uno mira el Top 50 global de Spotify y siempre hay muchos latinos como Biza, Peso Pluma y Bad Bunny. Está bueno lo que está pasando con los latinos, pero yo me siento más un sudamericano que trae otra energía. Yo mismo vengo con otro bagaje musical desde Argentina, entonces aportar desde ahí también está bueno. Poder hacer un merengue siendo sudamericano es divertido.
P: Estás nuevamente ternado como Productor del Año junto a otro argentino de gran presente internacional.
NC: Bueno, la nominación es algo impresionante. Todavía no caigo, encima es la segunda vez consecutiva. Para mí es muy loco estar nominado. Imaginate, un pibe de Caballito, de Sudamérica, ahí. Ya acumulé como doce o trece nominaciones en toda mi vida y es un montón. Si bien todavía no gané ninguna, ya es un montón estar ahí y no sólo compartir con Biza, que es un capo, sino también con Edgar Barrera, Eduardo Cabra, Julio Reyes; productores que yo admiro y que son muy capos todos.
A Biza lo re contra banco porque es un pibe que de la nada pasó a estar en boca de los artistas más importantes de Latinoamérica y sobre todo porque él también es un re contra artista. Y todo lo hace con su marketing, con su música; me parece que cambió un poco las reglas de cómo hacer música y cómo contar una idea musical. Es un capo; me saco el sombrero.
P: ¿Se viene un nuevo disco de Conociendo Rusia gestado en Sonic Ranch de Texas?
NC: Sí, es el tercer disco que hacemos con el Ruso. Ya nos conocemos bastante y tenemos una muy buena química tanto dentro del estudio como en la vida. Se decidió ir a Texas para grabar un disco en un estudio al que llegamos recomendados por un gran amigo como Eduardo Bergallo, que siempre va a grabar ahí con proyectos como El Mató a Un Policía Motorizado o Sig Ragga. En mi caso, era mi primera vez. Eduardo me insistió porque sabía que nos iba a flashear. Fueron 21 días de hacer el disco: había canciones, pero mágicamente allá aparecieron nuevas y mutaron otras. Creo que la gente va a agradecer este disco de Conociendo Rusia.
P: ¿Alguna historia con su extravagante dueño Tony Rancich?
NC: Tony es una persona muy especial: vive ahí y está en contacto todo el tiempo con los músicos que desfilan por los estudios. Se sienta a comer con vos para unas charlas muy divertidas. Es un personaje espectacular, intenso y excéntrico, pero a la vez no. Vive de una manera muy tranquila pero al mismo tiempo está orgulloso de poner a 200 kilómetros por hora su BMW.
Por Javier Berro (Télam)