Cristian «Pity» Álvarez habló por primera vez del fallido recital en el Club Argentinos del Norte de Tucumán, el sábado 7 de abril. Además, se ofreció para dar un show gratuito en la provincia, a beneficio de hogares de niños.
«Al regresar de Tucumán no tuve dudas de que fui estafado, usado y engañado», manifestó en una carta que difundió a través de la agencia Télam. Sin embargo, no aclaró por qué tardó siete horas en subir al escenario. «Quiero decir que si en alguna forma soy culpable, fue por ser tan ingenuo y confiar tanto en las personas», argumentó el líder de Viejas Locas.
«Estuve varios días en la cama sin ganas de salir, escuchar ni ver a nadie; con una angustia, impotencia, depresión, no sé, un sentimiento que no puedo explicar con palabras. Me llevó este tiempo poder salir de esto», confesó Álvarez.
«Me junté con mi gente y ellos me dijeron lo que pensaban y me aconsejaron hablar con mi abogado, el Dr. Sebastián Queijeiro para hacer un descargo formal».
«La causa del problema fue de dinero y que el predio donde se realizaría el evento no estaba habilitado. Soy claro cuando hablo, no me gusta le gente que miente y oculta cosas».
«Los problemas con el productor Lucas Matías Salinas vienen de hace tiempo. El último show en Tucumán de Villa Luján estuvo muy lindo, pero la gente no sabe las internas detrás de un recital; al terminar la actuación, Lucas Salinas nos dijo no haber recaudado el monto esperado, dejando una deuda importante, la que, todavía tiene pendiente con Viejas Locas. La verdad esto no me importó. La gente y su energía hicieron que fuera un show excelente, caliente, cantaron, interactuamos y por eso fue lo que me hizo querer volver a tocar en Tucumán».
«Después de cerrar con Lucas Salinas todos los detalles de su segunda producción con Viejas Locas en el Club Argentino del Norte, empezamos bien pero semana a semana aparecían anomalías y problemas. Él prometía solucionarlos, pero desconfiado, decidí mandar al jefe técnico de mi staff para que me informe en qué estado se encontraba todo, quien al llegar, notó lentitud, inexperiencia y el poco profesionalismo que tenía la productora de Lucas Salinas. No estaban a la altura de la magnitud del show que estaban por realizar. Incluso nos enteramos por las redes que existía una venta de entradas en el local La Rockería no autorizada por la banda. Por eso una semana antes del recital di notas en algunas radios en las que ya advertí que había algunos problemas que solucionar».
«Cuando noté que lo pactado de común acuerdo estaba fallando, sentí que Salinas estaba sobrepasando su capacidad como productor, que le quedaba grande este evento, fue cuando le propuse realizar un pequeño contrato con las pautas más importantes pero no quiso. prometía mostrar la habilitación del predio pero nunca lo hacía. Hasta el último día siguió fabulando con que estaba todo en regla, pero aproximadamente a las 19 hs. me informaron que al lugar le faltaba la habilitación. Lo peor de todo fue que ya era muy tarde para informar al público y a la banda que el show no podía realizarse, porque no estaban dada las condiciones y todos corríamos riesgos».
«Me compadezco con el público que tuvo que pasar por esto, ya que soy también víctima y damnificado de Lucas Matías Salinas. Creo saber lo que han sentido ya que sentí exactamente lo mismo».
«Repudio que Lucas Salinas no devuelva el importe de las entradas, ya que fue él, el único que manejó la parte ejecutiva. Viejas Locas no manejó dinero, manejamos el arte».
«Sé con las ganas que ustedes se quedaron de vernos y nosotros las mismas ganas de tocar para ustedes, por eso agradecería a las máximas autoridades de Tucumán colaboración para realizar un show gratis a beneficencia de hogares de niños de la provincia», sentenció.
Aquella noche, cerca de 10.000 fans de Viejas Locas esperaban con ansias la primera presentación de la banda en dos años. Cuando ya habían ingresado al predio, Pity difundió un video donde explicaba que se encontraba en Buenos Aires, a punto de volar a Tucumán.
Un sector del público reaccionó entonces de la peor manera, llegando a incendiar un sector del escenario y haciendo tambalear una parrilla de luces.
Ante la cancelación del show muchos comenzaron a reclamar los 800 pesos que costó cada entrada. Días más tarde, el productor informó que no se reintegraría el dinero. «Es algo matemático: estoy pagando las cosas que le correspondían pagar a Pity Álvarez», argumentó. Pero en su carta de este miércoles, el cantante le atribuyó esta decisión a Salinas.