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Ricardo Iorio: «El peor insulto que existe para mí es ‘abortivo'»

21/09/2019 - Especiales
Ricardo Iorio: «El peor insulto que existe para mí es ‘abortivo'»

El siempre polémico Ricardo Iorio, referente ineludible del heavy metal nacional, analiza la autenticidad de algunos de sus colegas, la difusión de la música, algunos hechos históricos y sus vínculos con los pueblos originarios.

«Yo soy autor… y sabés por qué me quieren, porque yo invertí mi vida, mi juventud, la salud de mi cuerpo para expresar lo que yo mismo escribí», confiesa. «Me decía mi mánager cuando veníamos que qué lindo sería poner al cantante de La Vela Puerca limpiando vidrios en una esquina de Juan B. Justo y en la otra yo, y ver cuánta gente lo conoce a él y cuánta me conoce a mí. Porque es lógico que yo limpie vidrios».

«Hay gente que canta con el corazón y está muy bien», aclara. «Pero hay que cantar lo que el corazón debe cantar. No que traigan un tipo, un cabezón como (Ricardo) Arjona y lo difusionen (sic) como que es (José) Larralde. ¿Por qué no lo difusen (sic) a Larralde? ¿Porque a la gente no le gusta?… no, no le gusta porque vos no lo ponés todos los días, el otro está hablando de cog*rse a mi abuela de 40, el otro está hablando de un taxista que le rompieron el cu** y chupaba pi** por la bajada de bandera».

Y agrega: «Aparte, escuchame hermano, que te quiero, que te amo… la relación padre, hijo, hermano, tío, abuelo, siempre fue la misma, desde la época de las cavernas, en eso no hemos evolucionado. Lo único que evolucionó es la enorme red de escapismos que tenemos».

El fundador de V8, Hermética y Almafuerte reflexiona: «La difusión de las músicas de un artista es lo que lo labra, porque vos estás enamorado a los 12 años y en la radio están pasando ‘Mañana campestre’ y hoy tenés 50 años y vas a decir ‘cada vez que escucho Mañana campestre me acuerdo de la pendeja aquella que le quise dar un beso y no pude porque salió el padre y me pegó con un palo en la cabeza’. Mi vida fue así».

«En el museo de Luján están los uniformes, las armas, los implementos, ¡los calzoncillos! de la brigada británica de elite que fue a perseguir a Sobremonte», cuenta Iorio adentrándose en hechos históricos. «En Inglaterra no están los calzoncillos de argentinos… En San Nicolás están tres banderas de Gran Bretaña y dos de Francia, que juraron lealtad a nuestra bandera, cuando la bandera era azul y blanca».

En este punto, el músico polemiza sobre el color de la enseña patria. «Por eso la canción dice ‘Alta en el cielo, un águila guerrera, audaz se eleva (…) azul un ala’… ¡no celeste, eh! Escúcheme, ¿vio Gimnasia y Esgrima de La Plata?, ese es el color de la bandera original, que después sus servicios de inteligencia fueron presionando hasta cambiarla a lo que es hoy».

«Mire lo que me motiva, que donde está Carmen de Patagones y Viedma hay un río que entra por adentro y en esa iglesia hay tres banderas brasileras que en guerra ganamos», agrega. «A mí me motivan ese tipo de cosas. A otros le motiva (canta) ‘nena, en la ruta te encontré, todo el sexo esa noche quiero volver… rock and roll’. Yo no soy así, yo quedé así, hermano. Ahora si vos me decir por qué… porque ¿de dónde he sacado que es cosa buena saber qué tierra se anda pisando?, no lo sé».

«Tengo muy buena relación con la etnia nacional, con los pueblos ranqueles, con los qom también», comenta sobre los pueblos originarios. «Vos sabés que yo fui a tocar al Chaco y el gobernador (en este entonces Jorge Capitanich) me pagó un montón de guita, y yo le dije a mi amigo Alcides, de los qom, ‘mañana voy a comprar un camión de leña, voy a comprar seis vacas y vamos a hacer una gran comida y les voy a dejar plata para comprar otro camión’. Y bajé del escenario y vino la policía y me dijo ‘usted, señor, se va’. Y digo ‘¿cómo dice?’. ‘Usted se va ahora mismo’. Digo ‘bueno, voy arriba a avisarle a mi mánager’. ‘No, no, usted se va ahora, señor’. En una me quise hacer el revoleau, el aguardiente, y ahí nomás me bajaron de un cazote y dije ‘no, metete adentro que vos sos músico, el grueso de tu vida lo dedicaste a la música, no sos boxeador'».

Finalmente, descree del vínculo entre la música y la política. «El último filósofo alemán dijo que el artista jamás debe descender a la arena política», explica. «Son las once de la mañana, señora, y yo estoy tomando un trago de bebida fuerte. Porque a mí no me votó nadie, señora, señor, señorita, nena… pregúnteme cuál es el peor insulto que existe para mí. Uno podría decir sorete, puto… abortivo, ese para mí es el peor».