A pocos días de su participación en la edición 2023 del Primavera Sound, en la jornada que tendrá a The Cure como principal atractivo; Richard Coleman dio a conocer «Arañas bebé», un nuevo single que cuenta con la colombiana Andrea Echeverri como invitada y que, a nivel sonoro, actualiza la impronta post-punk con la que apareció en escena en los 80 al frente de Fricción y que marcó todo su recorrido musical.
Esta novedad sucede a «Humanidad», su más reciente corte de 2021, y aparece luego de un silencio discográfico que se prolongó por su participación en la extensa gira «Gracias totales» de Soda Stereo, y por un tour personal por Irlanda, Inglaterra y España, en donde a solas con su guitarra y su set de efectos presentó un repertorio que repasaba toda su trayectoria.
Los nuevos enfoques que el ex Fricción y Los Siete Delfines explora en sus viejas composiciones, y que encuentran una continuidad en «Humanidad» y, especialmente, en «Arañas bebé» se condicen con su postura en torno «al negocio de la nostalgia».
«No me interesa la nostalgia. No es algo que me rinda, no le hago tributo. El uso comercial que se le está dando a la nostalgia en estos días no es algo con lo que esté de acuerdo. No la aplaudo. Cuando voy a una canción mía de hace 35 años, no es por nostalgia, sino simplemente porque las canciones están para tocarlas y me parece que tienen sentido, algo de actualidad. No es para ir hacia atrás, sino que las revisito con cosas que puedo decir ahora de manera genuina», sentenció Coleman en una entrevista con la agencia Télam.
Con esos mismos preceptos, el músico encaró su convocatoria para participar del tour con el que Zeta Bosio y Charly Alberti quisieron ponerle un broche de oro el inolvidable trío que conformaron junto a Gustavo Cerati.
«Yo soy yo. No es que estaban llamando a alguien de afuera para emular, para hacer la mímica de lo que hacía Gustavo. La idea era reinterpretar las canciones, no hacerlas tal cual, y a mí me parecía que podía reinterpretarlas con cierta autoridad», explicó.
De esa experiencia, a la que aseguró que encaró «con mucho amor y respeto», el artista rescató la relación establecida con muchas de las figuras invitadas, ocasión en la que descubrió que su voz combinaba de manera especial con la de Echeverri.
«En ‘Arañas bebé’ nuestras voces se funden, se amalgaman. No hay nada forzado. Es genuino. No es que llamé a una artista para sumar nombres. No es que primó la amistad , sino que concretamente percibí que musicalmente había algo lindo que podía pasar», destacó.
El tema, pensado por su autor exclusivamente como single con derecho propio y no como un anticipo de un eventual futuro álbum, engrosa una discografía que en formato solitario sumó a «Humanidad» en 2021 y al cover del clásico «Drive» de The Cars en 2020; y encuentra en el multipremiado «F-A-C-I-L» de 2017 a su último larga duración.
Lo cierto es que la nueva canción aparece en momentos en que el músico planea su participación en el Primavera Sound y un cierre de año que lo tendrá junto a su banda acompañante, el Trans-Siberian Express, el próximo 2 de diciembre en Lucille y el 14, en formato solista, del mismo modo que lo hizo en su gira europea, en Bebop Club, ambos en el barrio porteño de Palermo.
P: ¿En qué contexto creativo aparece «Arañas bebé»?
Richard Coleman: El año pasado, por una necesidad mía, decidí retomar el proceso creativo, que me viene costando bastante. Decidí encerrarme un poco y empezar a trabajar. Aparecieron un par de ideas armónicas y de estilo que me llevaron a empezar a desarrollar un par de canciones. Bueno, esta que salió ahora es la que más presión me hizo para ser terminada, porque hay un momento en que la canción pide.
P: ¿Por qué te cuesta el proceso creativo? ¿No encontrabas nada novedoso para decir?
RC: La traba no es artística, es la realidad socioeconómica. Yo tengo que trabajar y parar la olla en casa. Digamos que la creatividad está al servicio de la supervivencia en mi caso. Soy un artista independiente y la venta de shows, preparar nuevas cosas para ofrecerle a la gente, los ensayos, me llevan mucho tiempo. No me puedo permitir parar un mes para ponerme a laburar en eso. Mucho menos hablar de un año, que es lo que necesito para trabajar en un álbum, así que estoy un poco atrapado en esa ruedita de hámster. No es falta de inspiración, tengo cosas para decir, pero no puedo darme el lujo de parar. Cuando apareció esta canción que me puso un poco de presión, me di cuenta de que esta sí la podía sacar adelante.
P: ¿Qué tenía esta canción que te generó esa sensación?
RC: Son cosas intrínsecas de las canciones. Llegué a la melodía muy rápido, y cuando ya tuve la melodía, la estructura de la canción y el riff, en vez de seguir dándole vueltas o buscando otros arreglos, inmediatamente me puso a trabajar en la letra. Salió bastante rápido y eso me llevó a desarrollarla y cerrarla, no dejarla en un paquete junto a otros proyectos que podrían llegar a formar un álbum. Cuando me puse a trabajar en arreglos, empezó a surgir la idea de hacer un dueto, como para hacer una variante.
P: ¿Y cómo se da la convocatoria a Andrea Echeverri?
RC: Mientras tanto, estaba en la gira de «Gracias totales» y ahí se desarrolló una linda camaradería con algunos artistas que participaron. Entre ellos estaba Andrea, que además de generarse una linda amistad, en un momento me pidió una colaboración para un proyecto personal de ella. Cuando escuché cómo quedaban nuestras voces juntas, se me ocurrió que estaría bueno hacer lo mismo invitándola a ella para mi canción. No es que primero estuvo la amistad y luego vemos qué hacemos, sino que musicalmente percibí que había algo lindo que podía pasar. Así como me propuso hacer un dueto y salir de mi zona de confort, me sedujo la idea de llamarla a Andrea y sacarla de su zona de confort musical; que venga a cantar conmigo una canción más oscura, con otro tipo de arreglos, otro tipo de audio. Me pareció que le podía resultar interesante porque es una mina muy creativa y una gran artista.
P: Por lo que contás, este single no es un anticipo de un futuro álbum.
RC: No, tanto «Humanidad» como este son singles, no son adelantos. No tengo la idea del adelanto, me parece que el single tiene que tener un peso propio. Es mi interpretación del concepto, tienen peso propio y en todo caso pueden formar parte de un álbum de singles, pero no formar parte de un concepto master que hago cuando compongo un álbum, en donde desarrollo un concepto de diez canciones alrededor de lo mismo.
P: En «Arañas bebé» hay un aggiornamiento al universo post-punk que fue tu origen. ¿Cuál es la clave para que la esencia estilística suene moderna y no a revival?
RC: EN «Arañas bebé» había búsqueda deliberada. No sé si cuando retome mi trabajo creativo seguirá con la misma búsqueda, pero quería retomar, hacer una revisita con todo el tiempo que ha pasado, al género que a mí me influyó tanto. Eso no lo he abandonado nunca, pero sí le estaba buscando una canción un poco más oscura. Y, por otro lado, la búsqueda de un audio, que para mí es eterna. Tiene que ver mucho con el uso estético de las distorsiones y eso lo puedo sumar a una canción romántica. ¿Viste que es como un pop oscuro, por los riff?
P: ¿Qué te motivó a sumarte a la gira «Gracias totales» de Soda Stereo? ¿Lo tomaste como un tributo al amigo?
RC: No, yo no le rindo tributo a mi amigo, sí lo hice con mucho amor y respeto. Fundamentalmente, porque la propuesta vino de parte de Zeta y, genuinamente, cuando me dijo que tenía ganas de salir a tocar sus temas en vez de que lo sigan tocando tantas bandas tributo, ahí me enganché. Ellos tenían ganas de hacer una última gira con sus canciones, me llamaron y les propuse ocuparme fundamentalmente de las partes de guitarra, de hacer de alguna manera una reformulación a partir de conocer también la manera de pensar las guitarras de Gustavo. Mi propuesta fue hacerlo con dos o tres guitarristas para que estuvieran todos los elementos que Gustavo usaba en la grabación. Eso me permitía tocar como tocaba yo en Soda Stereo cuando me invitaban y, además, nadie estaba cumpliendo el rol de Gustavo. Me parecía bien ocuparme de eso por una cuestión de cercanía, de afecto, de historia y porque yo soy yo.
Por Hernani Natale (Télam)