El 28 de julio de 1978, Seru Giran debutó en vivo con un concierto en el estadio Luna Park de la ciudad de Buenos Aires. En aquel show, el cuarteto que integraban Charly García, David Lebón, Pedro Aznar y Oscar Moro contó con la participación de una orquesta (sección de cuerdas y vientos) y un circuito cerrado de televisión, toda una novedad para la época.
En la parte trasera del escenario, una pantalla gigante mostraba a los músicos dirigiéndose a escena. Lebón, Aznar y Moro salieron vestidos totalmente de blanco, mientras que Charly eligió una malla negra, saco y zapatillas. El comienzo del recital, con la orquesta a pleno interpretando la poderosa introducción del tema «Seru Giran», presagiaba una noche inolvidable. No fue así. Cuando tocaron el tema «Disco Shock» —una sátira de la música disco, tan en boga en el momento— el público presente quedó desconcertado porque creyó que era en serio. En medio de un coro de silbidos, empezaron a pedirle a García el «Blues del levante», el tema que había compuesto con motivo de la despedida de Sui Generis. El resto del recital transcurrió ante la indiferencia general. La gente no había entendido el mensaje, o Seru no había sabido expresarlo.
De ese concierto en el estadio Luna Park, en el marco del Festival de la Fundación de la Genética Humana, también participaron Nito Mestre y los Desconocidos de Siempre, Pastoral y León Gieco, entre otros. El sonido fue muy malo y mucha gente les revoleó las pilas de los grabadores que habían llevado para registrar el momento.
Sobre la agresión con las pilas, Aznar las recuerda muy bien: «Se usaban las pilas gordas, sí, las que te lastimaban en serio», describió los proyectiles. Aquella noche tocaron cerca de la medianoche, y sonaron «Eiti Leda», «Seminare» y «¿Loco, no te sobra una moneda?»,
«Imaginate que aún hoy es difícil hacer un buen sonido en el Luna… y en aquel momento ni te cuento. Era un galponazo atroz. Y me acuerdo que teníamos un entusiasmo y una confianza… ¡un entusiasmo y una confianza que nos los tuvimos que guardar donde el sol no brilla! Porque pensábamos que iba a estar todo bárbaro y que el material estaba buenísimo, y hubo un cortocircuito con la gente y no se entendió nada», agregó Aznar.
A través de sus redes sociales, Lebón recordó aquel momento: «Hoy hace 40 años dimos el primer show de Seru. No fue lo que esperábamos pero creíamos en lo que hacíamos y seguimos adelante. Menos mal, el resto es historia conocida…».
Hoy hace 40 años dimos el primer show de Seru. No fue lo que esperábamos pero creíamos en lo que hacíamos y seguimos adelante. Menos mal, el resto es historia conocida…#SeruGiran #DavidLebon #CharlyGarcia #PedroAznar #OscarMoro #Rock pic.twitter.com/dhYlwgWCTK
— David Lebón (@lebon_david) 28 de julio de 2018
«Van 9.000 tipos al Luna Park. No se prueba sonido porque los equipos no habían llegado todavía», comentó Jorge «Monitor» Rodríguez, asistente de García. «Me acuerdo que le digo a Charly ‘che, ¿qué temas van a tocar?’, y me respondió ‘no sé, porque los equipos no llegaron todavía’. Eran las seis de la tarde y cae (el operador de sonido Juan José) Robertone con cuatro columnas y pone dos apuntando al público y dos las acuesta como monitores. Yo le pregunto ¿ché, Juanjo, no es un muy poco esto?.. Imaginate que un par de años atrás lo hicimos con 14 columnas’, y dice ‘no, ahora viene el resto del equipo'».
«Al rato cae (el sonidista) Teddy Goldman con ocho baffles supermodernos, pone cuatro de cada lado y una consola», continuó. Pero no había micrófonos: a Goldman le habían pedido los baffles y la consola, pero se habían olvidado de los micrófonos. «Afuera había 8.000 tipos rompiendo toda la avenida Corrientes porque querían entrar. Hacía frío, lloviznaba y estaba la policía repartiendo palos. Y adentro todos: Nito Mestre y los Desconocidos de Siempre, Seru Giran, Horizonte -que eran cinco-, Pastoral -que también eran cinco- y los pibes de Soluna… eran 200 tipos atrás del escenario esperando que vengan los equipos», indicó «Monitor».
«Eran las ocho de la noche… llega un camión y entran a bajar equipos, equipos y equipos… y pies de micrófonos. Estaban los brasileños Casa das Maquinas que traían sonido. ¡Empiezan a armar sonido a las ocho de la noche!. Y entra el público cuando se está armando todo», agregó. «Terminó todo mal, no se escuchaban las voces ni para afuera ni para adentro», sentenció.
Aznar indicó que Seru Giran comenzó a ser comprendida recién con «La grasa de las capitales». «El primer disco fue como un paisaje utópico, con ese idioma inventado y no sé qué…», contó el bajista, «y claro, en 1978 acá se estaban viviendo momentos que distaban de la utopía. Y tal vez fue un choque demasiado fuerte. ¿De qué están hablando, qué es esto, en qué nube viven? Encima el grupo había empezado en el Brasil… ¿Con qué se come?».
«Cuando llegó ‘La grasa…’ fue como un foco puesto absolutamente acá, y hablaba de lo que pasaba acá, y era un aparente viraje completo hacia otro lado y era un zambullirse en la durísima realidad que nos tocaba vivir en aquellos tiempos. Parece que la gente dijo: Ah… OK, ahora sí, ahora te vi… ahora te creo. Y después fueron a comprar el primer disco…Yo creo que sí, que ahí se entendió», añadió.