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Siete años sin Luis Alberto Spinetta

08/02/2019 - Retro
Siete años sin Luis Alberto Spinetta

Siete años sin Spinetta. Siete años sin Luis. Siete años sin el «Flaco». Reconocido como uno de los máximos poetas del rock argentino, el 8 de febrero de 2012 Luis Alberto Spinetta se convertía en canción, dejando un legado inconmensurable, pero especialmente una gran influencia para nuestro rock.

Desde los comienzos de su carrera en 1967 con Almendra, uno de los grupos fundacionales del género en la Argentina, Spinetta supo desplegar una pluma talentosa, plagada de metáforas. Además de muy buenas y bellas melodías.

De aquel grupo cercano al folk quedó la inoxidable «Muchacha (ojos de papel)». Siempre inquieto, en los años siguientes llegarían grupos muy disímiles entre sí, como el rockero Pescado Rabioso (ya su nombre es toda una declaración de principios), el vuelo poético de Insivible, el jazz rock vanguardista de Spinetta Jade o el sonido de power trío de Los Socios del Desierto (con el inolvidable batero nicoleño Daniel «Tuerto» Wirzt).

Parecía que cada vez que Spinetta se acomodaba a un sonido o una banda, la desarmaba e iba por algo nuevo. Hasta llegó a grabar un disco en inglés -tal vez entre lo menos logrado de su rico repertorio- con producción ejecutiva de Guillermo Vilas, un confeso fan suyo. También grabó con colegas que lo admiraban -y lo siguen admirando- como Charly García y Fito Páez.

Pero además de ser un enorme músico, Spinetta también estuvo vinculado con las causas sociales, destacándose su apoyo a la organización Conduciendo a Conciencia, creada tras la «Tragedia del Colegio Ecos». El 8 de octubre de 2006 en el kilómetro 689 de la ruta nacional 11, a 200 kilómetros de Santa Fe, un camionero en estado de ebriedad chocó contra el micro en el que viajaban los alumnos que regresaban de una actividad solidaria en la provincia de Chaco. A raíz del impacto, murieron una docente y nueve alumnos del Ecos, además del chofer del camión y su acompañante. Luis siempre fue la voz de la institución: «Cuidate vos y al que tenés al lado», decía.

Sus colegas lo siguen admirando, no solo por su música sino también por su persona y su simpleza. El guitarrista Luis Salinas contó que, mientras grababa un disco en el estudio de Spinetta, el «Flaco» iba todas las mañanas y le compraba facturas a los músicos. Se movía en el barrio como cualquier vecino. Y esa libertad permitió que, a fines de 2011, la revista Caras pudiera fotografiarlo en la puerta de su casa, mucho más flaco que lo habitual. Esa foto ilustró la portada de la revista que incluía una extensa nota en la que se hacía mención casi de manera exclusiva al cáncer de pulmón que el músico había confirmado días antes que padecía.

El hijo de Luis, Dante Spinetta, publicó en su cuenta de Twitter: «Ponerle un paparazzi en la puerta para sacarle una foto a mi papá que está muy enfermo es sádico», y calificó a la revista de «buitre». Años antes, cuando Luis estaba en pareja con la modelo y actriz Carolina Peleritti, Spinetta ya había sido víctima de los paparazzis. En aquel momento, la revista Gente publicó una foto en la que podía verse a ambos. Pero Luis, conocedor de la situación, salió con un cartel colgado del pecho que, con letra manuscrita, decía de manera desafiante: «Leer basura daña la salud. Lea libros».

En diciembre de 2009 rememoró toda su carrera con un show único y ahora mítico en el Estadio de Vélez Sarsfield. El show duró más de cinco horas y convocó sobre el escenario a (casi) todos los músicos con los que había compartido alguna etapa de su prolífica obra. A partir de ese momento, sus presentaciones fueron más esporádicas aunque siguió liderando la grilla de los principales festivales locales.

La muerte del genial músico se dio en su casa, donde estaba acompañado por su familia. Esa misma tarde, uno de sus cuatro hijos, Dante, integrante de Illya Kuryaky & the Valderramas, dejó un mensaje en la red social Twitter que es tan corto como profundo y desgarrador: «Te amo por siempre Papá». Por la misma red, Vera, expresó: «Así mi corazón te añorará. Te amo papá», incluyendo así una frase del tema «Cabecita calesita», del disco «Pan».

Catarina, su otra hija, publicó: «No habrá un destino incierto, ni habrá distancia que pueda alejarme de tí… Amor eterno a mi padre». En tanto que Valentino, también en la red social, escribió: «Te amo papá, siempre vas a estar en mi alma y mi corazón». Fue velado y cremado en una ceremonia privada y sus cenizas esparcidas en el Río de la Plata.