Tras haber sido hospitalizado de urgencia el martes pasado en Los Ángeles por un caso de pancreatitis aguda, el baterista de Blink-182 Travis Barker tranquilizó a sus fans al informar a través de sus redes sociales que está «mucho mejor».
«Estoy muy, muy agradecido de que con el tratamiento intensivo actualmente estoy mucho mejor», celebró el músico al final del texto en el que relató lo ocurrido.
«Fui a una endoscopia el lunes sintiéndome muy bien. Desarrollé un dolor insoportable y he estado hospitalizado desde entonces. Durante la endoscopia me extirparon un pólipo muy pequeño justo en un área muy sensible, generalmente manejado por especialistas, que desafortunadamente dañó un tubo de drenaje pancreático crítico. Esto resultó en una pancreatitis grave que amenazaba la vida», detalló.
La esposa del baterista, la mediática Kourtney Kardashian, también transmitió tranquilidad en un mensaje en el que expresó su agradecimiento a los fans que se preocuparon por la salud de su marido, a los médicos que lo atendieron y «a Dios».
Barker había alarmado a sus fans cuando publicó la frase «Dios me salve» en sus redes sociales, poco después de conocerse la noticia de su urgente traslado del martes pasado a un centro de salud de Los Ángeles, sobre todo por el hermetismo que hubo en las primeras horas en torno a los motivos de su internación.
En tanto, su hija sumó más angustia a la situación al pedir al público a través de su cuenta de Instagram que «envíen sus oraciones» para su padre.
Barker ha sido una fuerza en la industria de la música musical durante casi tres décadas, colaborando más recientemente con artistas como Machine Gun Kelly y Post Malone. Actuó en la 94ª ceremonia de los Premios Oscar en el Teatro Dolby de Los Ángeles en marzo.
Más recientemente había ascendido a un nivel más conspicuo a la vista del público, ya que su relación con Kourtney Kardashian se documentó en la primera temporada de «The Kardashians» el año pasado. La pareja se casó oficialmente en Portofino, Italia en mayo.