Tres bailarinas que integraban el espectáculo de la cantante y rapera estadounidense Lizzo la demandaron en el Tribunal Superior de Los Ángeles, donde aseguraron que fueron acosadas sexualmente, discriminadas por su color de piel y soportaron un «ambiente de trabajo hostil».
Las bailarinas Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodríguez, presentaron pruebas de la mala relación que tuvieron con Lizzo y su productora Big Grrrl Big Touring, Inc. y Shirlene Quigley, capitana del equipo de baile, y denunciaron que fueron obligadas a asistir y también participar en diversos espectáculos sexuales mientras se encontraban de gira con la cantante.
«Las demandantes también sufrieron angustia emocional grave, ansiedad, dolor y sufrimiento, lesiones físicas, enfermedad física, gastos médicos, gastos médicos futuros, honorarios de abogados y otros daños que se determinarán en el juicio de acuerdo con prueba», se lee en la demanda presentada por quienes patrocinan legalmente a las bailarinas.
Además acusaron a la intérprete de los éxitos «2 Be Loved (Am I Ready)», «About Damn Time» y «Truth Hurts» de señalar como «holgazanes, poco profesionales y personas con malas intenciones únicamente a bailarines afroamericanos», unas críticas que nunca fueron dirigidas a miembros caucásicos del elenco.
Uno de los detalles más llamativos de la demanda alega que las bailarinas fueron presionadas a tocar a bailarines desnudos durante un espectáculo sexual en vivo en el Barrio Rojo de Ámsterdam.
Hasta el momento el equipo legal de la vocalista de 35 años no respondió públicamente a las acusaciones, aseguró una publicación del portal especializado Variety.