Un político en campaña es capaz de prometer cosas imposibles. Y los Estados Unidos no es la excepción.
John Kasich, gobernador de Ohio y precandidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos en los próximos comicios, prometió la reunión de Pink Floyd.
«Si soy presidente, voy a intentar por todos los medios reunir a Pink Floyd para que toque algunas canciones. Y como tenemos algunos problemas en los Estados Unidos con nuestras finanzas, empezaremos con una pequeña canción suya titulada ‘Money'», comentó en declaraciones a CNN.
En esta misma entrevista, Kasich señaló que el mejor concierto al que ha asistido fue uno de la gira «The Wall», del ex Pink Floyd Roger Waters, en Pittsburgh.
Más allá de este plan del político republicano, Roger Waters sigue centrado en su carrera solista, mientras que Pink Floyd publicó en 2014 el álbum «The Endless River», que David Gilmour confirmó será el último. Incluso Gilmour destacó en varias oportunidades que sería «un error» tocar bajo el nombre de Pink Floyd, aunque él quisiera.
Eso por no hablar de la situación política, que incluye la oposición ideológica de Waters hacia el Partido Republicano – y el hecho de que Kasich sea (por decirlo de alguna manera) un perdedor en esta etapa de la campaña, logrando apenas un 1,9 por ciento de los votos en la interna en Iowa del 1 de febrero.
Además, Kasich tendría que convencer, por lo tanto, a que Roger Waters y David Gilmour dejen de lado su enemistad. Junto a ellos, debería estar el baterista Nick Mason. Ellos son los tres integrantes vivos de Pink Floyd, tras la muerte en 2008 del tecladista Richard Wright.