Fernando Ruiz Díaz presenta «Vanthra», el primer álbum de su nuevo proyecto musical homónimo y que integra junto a Charlie Noguera y Pape Fioravanti. La edición de este álbum en CD va a estar acompañado por un DVD y saldrá el 26 de octubre en digital y físico.
«Las 11 canciones que integran el CD llevan al oyente a una expedición por ríos, valles, montañas, la inmensidad. El intenso recorrido del guerrero, las danzas tribales y esa sensación de lo distinto es lo primero que aflora. La idea de hacer un DVD fue para plasmar todo esto audiovisualmente», indica un comunicado de prensa.
Mendoza fue el lugar elegido como punto de partida para lograr el registro de un show en el entorno natural e inspirador al que nos transporta el trío.
Además se sumaron imágenes de la grabación del disco en Córdoba, su presentación en la ceremonia de los Premios Gardel y en el Cosquin Rock 2018 para poder contar la historia de este power trio.
El resultado es un DVD con el registro de 11 temas, 3 pastillas con el backstage de la grabación del disco, de Cosquin Rock y un bonus track del tema «La canción que faltaba» en formato acústico.
El parte de prensa continúa diciendo: «Vanthra intenta una síntesis, la del eterno presente, la de la fe en el futuro y nos convoca, en el ritual compartido del vino y desde el centro de un mandala imaginario rodeado de montañas de más de 200 millones de años, a escuchar las voces del tiempo».
Luego de 20 años como líder de Catupecu Machu, Fernando Ruiz Díaz decide renovar su camino artístico, apostando otra vez por una propuesta innovadora: Vanthra es un power trio autóctono, profundo y original que retoma las raíces más tribales y primitivas de la música.
El sello característico de Vanthra está a cargo de Pape Fioravanti: su set de percusión lleva al frente a un bombo legüero, instrumento autóctono argentino, y a un Octapad desde donde dispara ritmos digitales.
Entre la balada y el himno tribal, la fusión de Vanthra evoluciona en su voluntad de mixtura y conexión. La combinación de percusión telúrica, guitarras y bajos crudos y punzantes le dan a este disco un matiz distinguible, que comienza poco a poco a imponerse tanto desde el concepto como desde la música.