Villanos se encuentra en medio de las celebraciones por sus 30 años de carrera. Y su cantante y líder, Niko Villano, recuerda sus comienzos en la música, cuál fue la chispa que encendió su deseo de dedicarse al rock y los antecedentes musicales de su familia. Además, destaca la amplitud del público que los sigue.
En relación a las tres décadas de la banda, Niko resalta que su acercamiento con la música fue muy anterior: «Hace más de treinta años, porque era una especie de decisión vocacional que tuve desde muy chiquito, a los seis años. Bueno, vengo de mi familia… Mi abuelo, mi bisabuelo, mi tatarabuelo, eran todos músicos».
«¿Viste que está la teoría de las inteligencias múltiples, que está la inteligencia intrapersonal, la matemática, la corpórea, todo eso? Bueno, hay una inteligencia musical que dice que tiene mucho de componente hereditario, digamos. Así que, en mi familia eran todos músicos, menos mi viejo… se salteó una generación, pero para arriba tengo a mi abuelo, que tocaba en una orquesta, tengo fotos. Mi bisabuelo y mi tatarabuelo también eran músicos».
Y recuerda: «En 1980 había un programa que se llamaba ‘Música prohibida para mayores’, que fue el primer programa de videos que hubo en Argentina. Y en ese programa pasaban dos videos de Kiss. Y Kiss era un grupo, para un nene entraba mucho por lo visual, ¿viste? Y algo en mí dijo: ‘Bueno, yo quiero hacer eso’. Tenía seis, siete años, era muy chico».
«A los dieciséis años me querían exorcizar el músico que había en mí. Mis viejos estaban… era casi una cosa de decir ‘¿viste? Este pibe va a terminar mal’. Entonces me mandan a un instituto en Flores que se llamaba IPEM, que es un instituto privado que trajo ciertas escuelas novedosas de psicología. Entonces, me recibió el doctor Cartés. Y Cartés había sido músico en su juventud. Tocaba la trompeta, tocaba el piano. Entonces, me tomó una especie de prueba, a ver si tenés entonación y ritmo. Si querés seguir una carrera musical, eso es lo básico. Y como veía que yo tenía ciertas aptitudes, terminé tocando el piano con Cartés en el medio de la sesión y, bueno, entró mi vieja… ¡se quería matar! ‘Señora, ¿por qué no hace usted terapia en vez de su hijo?’, le dijo. El doctor Cartés fue un faro en mi vida».
Contrariamente a lo se podría suponer, sus comienzos no fueron con Villanos, sino como invitado esporádico en una banda que se consagraría como uno de los referentes del rock de los 90: «Yo no empecé en banda. Yo me acuerdo que me llamaron para cantar un par de veces con Viejas Locas. Porque soy amigo de los pibes, ¿sabés? Y estuve con ellos, así que debuté con ellos. Debuté cantando con ellos en un par de shows. Y después formé Villanos ya para el año 1994, 1995. Siempre fuimos una banda con un amor incondicional de nuestros seguidores, aun en el under, porque nosotros empezamos en el under y empezamos llevando mucha gente y, y éramos una banda que venían a vernos multi tribu».
«Si bien empezamos como una banda de rock and roll clásico y empezamos así, de repente se empezó a hacer una especie de tribu villana, ¿viste?, que era una mezcla de todas las tribus posibles. Y bueno, fue creciendo y creciendo y cada vez eran más y entonces venían las compañías, en ese momento las compañías discográficas eran fuertes todavía, y les decíamos que no. ‘No, no estamos preparados’. Era el primer año. Ya al segundo año que nos venían a buscar dijimos ‘bueno, veamos qué podemos hacer’, porque queríamos cumplir nuestro sueño. La verdad, cuando nos juntamos allá en el edificio 8 del barrio General Paz de Villa Celina, en una portería a tocar los fines de semana, ¿sabés cuál era nuestro sueño? Era poder grabar un demo».
«Es muy rara la mezcla de público», reflexiona sobre la gente que asiste a los shows de Villanos. «Está el público nuestro de siempre y se fueron, adosando dos públicos nuevos: la gente que escuchaba Villanos, pero que era menor en esa época, que eran muy chicos y no podía ir a recitales, que es lo que me pasaba a mí con Kiss, por ejemplo, o con las bandas que me gustaban de chico, y ese es el público nuevo que creció y nos venía a ver por primera vez. Y el otro público son chicos que les gusta el rock, que es, digamos, no es la mayoría de los chicos de hoy en día, pero hay un público cautivo que le gusta el rock.Y otros son, el tercer (grupo) de público nuevo son los hijos de nuestros fans».
«Así que a veces es como una especie de bucle temporal, que se repite. Conozco al padre y conozco a los hijos. Es muy flashero. Es como una especie de ‘Volver al futuro’, la de Marty McFly que va para atrás y para adelante. Es muy raro. Y aparte está la gente que viene desde los primeros shows. Hay gente que ya, le cuesta salir a los shows porque ya tienen una edad, con otro tipo de responsabilidades. Pero siguen viniendo y eso tiene una especie de revival de lo que eran sus años salvajes», sentencia.
Villanos regresa a la Ciudad de Buenos Aires para cerrar un 2025 a puro rocanrol kabeza Y esta presentación será especial, ya que se anuncia el regreso a las guitarras Villanas del querido Mini Villano, y con él, vuelve el tridente histórico: Niko, René y Mini.
El show será el sábado 13 de diciembre eh The Roxy Live (Niceto Vega 5542, Palermo). Las entradas ya están disponibles.
