Los Violadores celebrarán el 24 de abril de 2016, en el porteño estadio Luna Park, los 30 años de «¿Y ahora qué pasa, eh?», uno de los discos fundamentales del rock argentino. Stuka, el legendario guitarrista de la banda, afirmó que es «el momento indicado del país» para la reunión.
«En los últimos cinco años tuvimos muchas propuestas para juntarnos, pero ninguna nos convencía. Ahora, con el cambio que hay en el país, sumado a tocar en el Luna y el material que vamos a sacar, nos pareció un momento oportuno para el regreso», sostuvo Stuka en una entrevista con la agencia Télam.
Los Violadores regresan para celebrar los 30 años del emblemático “¿Y ahora qué pasa, eh?” (editado en 1985) con la formación que grabó aquel álbum: Pil Trafa en voz, Stuka en guitarra, Robert Wojtehk «Polaco» Zelazek en bajo y Sergio Gramática en batería.
Además, Stuka confirmó que luego de muchas negociaciones, en 2016 serán reeditados y remasterizados los tres primeros álbumes de la banda: «Los Violadores» (1983), «Ahora qué pasa eh?» (1985) y «Fuera de Sektor» (1986), publicados por el desaparecido sello Umbral Records (que también editó el primer disco de V8).
La noticia será muy bien recibida por los fans, ya que las ediciones en CD circulantes no eran genuinas y estaban tomadas de un vinilo o de un cassette, mientras que las nuevas se tomaran del master original.
“Uno, dos, ultraviolento” (tema incluido en el disco) fue la primera canción en lograr difusión radial masiva y fue uno de los primeros éxitos del punk rock en español de Latinoamérica.
«¿Y ahora qué pasa, eh?» fue un disco que cambió la concepción del punk nacional, con un sonido que se asemeja más a las variaciones musicales de The Clash y con letras de denuncia política y social, que llevaron a Los Violadores a ser considerados como una de las bandas más influyentes de Latinoamérica.
«Es un disco muy particular para mí, porque compuse la mayoría de las canciones. El primer álbum («Los Violadores») es como un disco de punk inglés nacional, pero en este me influencié por bandas como Invisible, así que hay mucha influencia local», indicó Stuka.
Además del aspecto musical, este álbum, el segundo de su carrera, fue el que los sacó del under para llevarlos a ser escuchados en todo el país y en varios países del continente, aunque, aclaró el músico, «el recital va a tener canciones de todos los trabajos, no sólo de éste».
A lo largo de todos estos años, por Los Violadores pasaron distintas formaciones, además de separaciones y periodos en los que, si bien seguían juntos, no se reunían para tocar ni componer.
Sumado a ello, Stuka y el cantante Pil Trafa, amigos desde chicos, tuvieron varias peleas, aunque, aseguró el bajista, «fueron tan pelotudas y de pandejos que ya está todo bien».
Sin embargo, la banda, completada por Robert Wojtehk «Polaco» Zelazek en bajo y Sergio Gramática en batería, no tiene pensado ningún otro concierto ni disco, porque, como explicó el guitarrista, «cada uno vive en países diferentes y está muy concentrado en su proyecto».
Debido a ello, por el momento los cuatro sólo se juntaron a charlar, y los ensayos recién comenzarán en marzo, sin que esto signifique un regreso de la banda a los estudios de grabación.
«Muchas veces la vuelta puede ser una estafa, pero viendo a la gente y la etapa en la que estamos es un momento de evolución para nosotros. Durante este tiempo, la gente se fue a una realidad de ficción y la queremos sacar de ahí, contándole la historia a los jóvenes que no la curtieron», sostuvo.
En ese sentido, el guitarrista afirmó que Los Violadores sigue presente en las nuevas generaciones, cuestión que ve en «los pogos y el mosh que arman» en los recitales.
«Además, hay un cambio de mentalidad. Antes ir con tu viejo a un recital no se daba ni a palos. Hoy en un concierto podés ver a un padre con su hijo disfrutando, esa apertura de cabeza te la da el rock», aseguró el guitarrista.
«Se está armando -agregó- una caja con los tres primeros discos. Me da bronca que hayan quedado afuera los otros por un tema de derechos con Sony. No lo pudimos arreglar, pero me hubiera gustado que también estuvieran, porque son muy buenos».
Para el concierto del 24 de abril no habrá bandas invitadas y antes del recital se proyectará una película, que recorre la historia del grupo.
Stuka afirmó que en el país hay aires de «cambio político», aunque hay que ver si son «para bien o para mal» y sostuvo que durante el último gobierno sintió que «el país se dividió en blanco y negro, algo que no está bueno que pase».
«Cuando transás, perdés la libertad. El rock tiene que ser libre y estar en la vereda de enfrente, siempre. Espero que con la nueva etapa del país no se vuelvan todos oligarcas y el músico va a tener que ver mucho con lo que pase», agregó.