El hombre que lastimó el ojo de David Bowie durante una pelea de adolescentes dijo que siempre le preocupó ese momento, incluso hasta el día de hoy.
George Underwood conoció a David Jones –más tarde Bowie– cuando ambos tenían 9 años. Mucho después de resolver su disputa sobre una posible novia, viajaron juntos por el mundo y Bowie hizo uso frecuente de las habilidades artísticas de Underwood, ya que diseñó las portadas de los álbumes «Hunky Dory» y «Ziggy Stardust».
Con motivo de la inauguración de una exposición en Londres, Underwood le dijo a la BBC que la discusión había sido por una chica llamada Carol.
«Siempre estábamos juntos, éramos muy buenos amigos y solíamos ir de un lado a otro por Bromley High Street vestidos de gala, pensando que éramos un regalo de Dios, tratando de charlar con todas las chicas», recordó.
Ambos chicos habían intentado atraer a Carol en una fiesta de 15, y ella había acordado encontrarse con Underwood más tarde en el club juvenil local, pero luego Bowie le dijo que había cambiado de opinión y que se encontraría con él en su lugar.
«Decidí ir al club juvenil de todos modos un poco más tarde, porque nunca había estado allí antes», continuó Underwood, «y un amigo salió gritando: ‘¿Dónde has estado? ¡Carol te ha estado esperando durante más de una hora!’ Pensé, ‘Uh-oh. David me ha dicho una mentira descabellada'».
Un amigo instó a Underwood a «meterle una piña» a Bowie, y eso fue lo que hizo.
¿Por qué a David Bowie no le importó vivir con su ojo dañado?
La estrella del rock explicó más tarde: «No fue un puñetazo muy fuerte, pero obviamente me dio en un ángulo bastante extraño», admitiendo que había estado «alardeando ante mi amigo sobre lo Casanova que era».
El resultado fue que el iris izquierdo de Bowie se paralizó, dando la impresión de que el ojo era de un color diferente al derecho y magnificando el efecto de ojos rojos de la fotografía con flash.
«Fue horrible», dijo Underwood. «No me gustó en ese momento. Pero, por supuesto, más tarde, he aquí que dice que le hice un favor porque le dio este aspecto enigmático y de otro mundo».
Dejando a un lado las peleas de adolescentes, Underwood recordó a su amigo con cariño. «Lo extraño mucho porque se fue demasiado pronto, como sabemos, y era genial estar con él, siempre era divertido. Nos reíamos mucho», dijo. «A menudo me preguntaba si cada vez que se miraba al espejo pensaba en mí».
Underwood diseñó portadas de álbumes para artistas como T. Rex, Procol Harum y Mott the Hoople, así como para Bowie, pero confesó que el incidente del ojo todavía lo persigue: «Estoy un poco preocupado de que pueda tenerlo grabado en mi lápida».