Es posible que Queen haya revivido una vez más en 2018 debido al fenómeno mundial de la película de Hollywood «Bohemian Rhapsody», pero no hay que olvidar aquel 27 de febrero de 1984 cuando con el lanzamiento de su undécimo álbum de estudio, «The Works», se restableció como uno de los grupos de rock más grandes de todos los tiempos.
Algunos críticos y fans estaban bastante desconcertados con la nueva dirección que la banda había tomado con su sonido en sus dos discos anteriores, «The Game» y «Hot Space» (especialmente este último). Así que, naturalmente, abandonaron su nueva adaptación del funk y volvieron a lo que mejor conocían: los fundamentos del rock clásico.
Mantenerse relevante y exitoso tuvo un gran impacto en la dirección de la banda, y sabían que la mejor manera de complacer a sus fieles seguidores era volver a su sonido tradicional. El título «The Works» deriva de un comentario de Roger Taylor cuando los cuatro miembros contemplaban qué ángulo tomar el álbum: «¡Démosles las obras!», exclamó.
La creación del álbum tomó seis meses, y la banda viajó desde el estudio Record Plant en Los Ángeles y viajó a Musicland Studios en Alemania para terminarlo. Queen se inspiró tanto en su versión anterior al hacer el disco que algunas de las canciones terminaron casi replicando algunos de sus propios éxitos de los 70, lo cual definitivamente no es algo malo.
El álbum comienza con el primer single y el himno de estadios «Radio Ga Ga», otra joya instantánea en la corona Top 40 de Queen. La canción fue escrita íntegramente en un sintetizador por el baterista Roger Taylor y luego arreglada musicalmente por Mercury: fue un soplo de aire fresco en la escena del rock de los 80. La banda expresa su descontento por cómo la popularidad de la radio se ha ido desvaneciendo con la llegada de la televisión como una forma en que la gente consume música: Esto terminó siendo bastante irónico, ya que la canción pasó a desempeñar un papel muy importante en el surgimiento de la cultura de MTV. La radio había jugado un rol fundamental en la crianza y educación musical de cada miembro de la banda, «mi único amigo durante las noches de adolescencia, y todo lo que tenía que saber, lo escuché en mi radio».
Esta canción de synth-pop rock llena de melodías exquisitas y líneas de bajo discordantes fue creada para ser tocada en vivo. La interpretación de «Radio Ga Ga» en el icónico concierto benéfico Live Aid en el estadio de Wembley el 13 de julio de 1985 pasó a la historia como una de las presentaciones en vivo más legendarias de todos los tiempos. El cantante Freddie Mercury logró que unas 72.000 personas corearan el estribillo en una inspiradora ola de pura adrenalina. Además, no hay que olvidar que «Radio Gaga» fue la inspiración para el nombre artístico de Lady Gaga.
El guitarrista Brian May tomó las riendas de la segunda canción del álbum, «Tear It Up». Esta canción de rock más tradicional pareció inspirarse en el propio catálogo de Queen; el ritmo y la percusión recuerdan a los de su éxito de 1977 «We Will Rock You». Esto tuvo un propósito, ya que era un intento de revivir el antiguo sonido de Queen. Este intento tampoco estaría completo sin una balada clásica de piano de Mercury: el tercer single, «It’s A Hard Life», que combina una composición alegre con un inspirador solo de guitarra de May, que él mismo describió como «muy Bohemian Rhapsody». La introducción está inspirada en «Vesti la giubba», un aria de la ópera «Pagliacci» de Ruggiero Leoncavallo. En «It’s A Hard Life» está el genio de Mercury en su máxima expresión, con May y Taylor transformando la canción en una de las favoritas de Freddie de todos los tiempos.
El cuarto tema es rockabilly de tres acordes. «Man On The Prowl» fue otra canción característica de Mercury. Esta vez con un tempo similar al de la versión de «Crazy Little Thing Called Love». Se planeó lanzarlo como el quinto y último single de «The Works» hasta que la banda optó por el outtake «Thank God It’s Christmas», la única canción navideña que Queen grabó en toda su carrera.
Taylor le dio vida a «Machines (Or Back To Humans)» y la terminó May. Mercury armoniza consigo mismo, con los coros de un Taylor robótico cuya voz fue programada mediante un vocoder. La letra habla de una época en la que «es un mundo de máquinas» y todos intentamos seguir el ritmo. Es lógico que esta pista utilice la mayor cantidad de electrónica y sintetizadores que cualquier otra en el álbum. Mercury sigue demostrando su talento al lograr cantar la palabra «parahumanoidarianizado» sin sudar.
El regreso triunfal de Queen se produjo realmente con su segundo single «I Want To Break Free». Escrita por el bajista John Deacon, este gran éxito fue otra muestra de cómo la banda se sumergía en su artesanía pop. La brillante composición de Deacon combinada con una deliciosa melodía vocal irrumpió en las ondas de radio y en los oídos de millones de personas en todo el mundo. El vídeo adjunto parodia la telenovela británica «Coronation Street» y presenta a los cuatro miembros de la banda vestidos con ropa de mujer. El concepto fue elogiado en el Reino Unido, tierra natal de Queen, pero MTV lo prohibió en los Estados Unidos por su naturaleza «controvertida».
Taylor, que estuvo detrás de la idea, pensó que sería un poco divertido: «Habíamos hecho algunos vídeos épicos y realmente serios en el pasado, y pensamos que nos divertiríamos un poco. Queríamos que la gente supiera que no nos tomamos a nosotros mismos demasiado en serio, que aún podíamos reírnos de nosotros mismos. Creo que lo demostramos». Aunque no tuvo el éxito que debería, la canción representaba algo mucho más grande y fue considerada como un himno de la lucha contra la opresión.
«Keep Passing The Open Windows» comienza con un piano teatral de Mercury y luego Deacon interviene rápidamente para transformar la canción con un sonido de rock impulsado por el bajo. Mercury la escribió en 1983 para la película «Secretos de hotel» («The Hotel New Hampshire»), inspirándose en varios diálogos del filme.
Octava canción y cuarto y último single, «Hammer To Fall», es una verdadera obra maestra de Queen, que una vez más coquetea con el género pop/rock. La canción se basa en un riff de rock clásico de May que complementa un estribillo pegadizo y armonías para sentirse bien a pesar de que la canción aborda líricamente la paranoia de la perdición inminente. «Hammer To Fall» es una de las favoritas de los conciertos, hasta el punto de que fue la tercera canción del setlist de Queen en el Live Aid.
«The Works» termina con la breve balada acústica «Is This The World We Created…?». Fue escrita en una rara colaboración entre May y Mercury en respuesta a las noticias sobre la pobreza y el hambre en África. Antes de Band Aid, USA For Africa y Live Aid, Queen se adelantó a los tiempos al crear conciencia sobre esa realidad tan horrible. Luego, la banda interpretó la canción como bis durante su presentación en el concierto benéfico Live Aid.
«The Works» realmente colocó a Queen nuevamente en la cima de su juego. Más tarde, en 1985, actuaron frente a millones de personas en todo el mundo para el concierto Live Aid en el estadio de Wembley, demostrando ser una vez más una de las mejores bandas de todos los tiempos. Estas nueve canciones fueron hechas para ser tocadas en vivo y nadie puede describir el poder del cantante Freddie Mercury. Ni siquiera el propio David Bowie: «[Freddie Mercury] era un hombre que podía sostener al público en la palma de su mano». Y hasta el día de hoy sigue haciendo exactamente eso, aunque sea a través de una pantalla.