Durante la 33ª ceremonia anual de inducción al Rock and Roll Hall of Fame, celebrada el sábado por la noche (14 de abril) en el Auditorio Público de Cleveland, Graeme Edge, de The Moody Blues, expresó los pensamientos de muchos de los miembros de la clase 2018.
Reconociendo el tiempo que les demandó ser finalmente nominados, gracias en parte a una agresiva campaña de los fans de la banda, Edge, el miembro más viejo de la noche con 77 años, dijo: «Pasaron tantos años que se volvió (un sentimiento) algo amargo… Cuando finalmente se dio, me di cuenta de que significaba mucho para mí».
Los Moodys, junto con sus compañeros Bon Jovi, The Cars y Dire Straits (y las fallecidas Nina Simone y Sister Rosetta Tharpe) habían sido ignorados durante años para su ingreso al Rock Hall. La ceremonia del sábado puso las cosas en su lugar.
La ceremonia, que fue filmada por HBO para ser emitida el 5 de mayo (en los Estados Unidos), difirió de otros años en que no hubo un final que reuniera a todos los artistas. Y que Jann Wenner, el cofundador del Rock Hall, no estuvo presente.
La multitud en el Auditorio Público de Cleveland, Ohio, no tuvo que esperar mucho para la atracción principal de la noche. Tras el tributo de The Killers al fallecido Tom Petty con «American Girl» (y un poco de «Free Falling»), la presentación de Bon Jovi fue presentada por Howard Stern. «Jann (Wenner) requirió años de reflexión para decidir si esta gloriosa banda que vendió más de 130 millones de discos debería ser incluida. Qué decisión tan difícil», expresó, bromeando con que las ventas de Bon Jovi eclipsaron las muertes de la peste bubónica, la Guerra Civil estadounidense y la caída de la bomba atómica.
También se atrevió a a cantar un coro de «Wanted Dead or Alive», reprendió el deseo de Bon Jovi de poseer una franquicia de la National Football League y le dijo: «Me alegro de que ya no tengas que quedarte en casa arrojando dardos a las fotos de Jann Wenner».
Bon Jovi se mostró serio en su discurso de aceptación. También hablaron los demás miembros de la banda. «Si escribiera un libro, se llamaría ‘El mejor momento de mi vida'», dijo Richie Sambora, que volvió a tocar con el grupo después de irse definitivamente en 2013. Jon Bon Jovi habló durante casi 20 minutos, agradeciendo a los compañeros de banda, a la representantes, a los ejecutivos de la compañía discográfica, a los amigos y a la familia. «He estado escribiendo este discurso durante muchos días, de muchas maneras; varios días (…) Ya es hora, ese ha sido el pensamiento de mi fin de semana», dijo. Y agregó: «Doy gracias a mis estrellas de la suerte por el tiempo que pasé con cada uno de ustedes. Esta noche la banda que accedió a hacerme un favor se presenta ante ustedes para que pueda convertir esta realidad en un sueño».
Con Sambora y el bajista original Alec John Such reuniéndose con el grupo, Bon Jovi terminó con un set que incluía «You Give Love a Bad Name», «It’s My Life», «When We Were Us» (de «This House Is Not For Sale», de 2017) y «Livin’ on a Prayer».
Sin un presentador designado, el bajista y cofundador de Dire Straits, John Illsley, se encargó de hacer los honores y, posteriormente, hacer un discurso de aceptación. Rápidamente se refirió a la decisión de Mark Knopfler de no asistir, diciendo: «Puedo asegurarles que es algo personal», y agregó: «Es por motivos personales, dejémoslo así. Tengo que darme cuenta de que esto es más acerca de un grupo de personas que de una persona. Es un colectivo, una hermandad, y eso es algo que debe reconocerse esta noche.. los muchos músicos que han trabajado con Dire Straits a lo largo de los años e hicieron posible el éxito de la banda y nos condujo todo el camino hasta esta noche en Cleveland».
El tecladista Guy Fletcher señaló: «Nunca pensé en Dire Straits como una banda particularmente genial… No estábamos allí para ser geniales». También les dijo a los fans del grupo que «consideren este premio como suyo, pero si no les importa, lo cuidaré yo».
The Cars fue presentado por el líder de The Killers, Brandon Flowers. «The Cars fue la primera banda de la que realmente me enamoré, y nunca te olvidas de la primera», dijo. Los músicos de The Cars dedicaron gran parte de su tiempo a rendir homenaje al fallecido bajista y cantante Benjamin Orr, nativo de Cleveland, para el deleite de la multitud partidaria de Public Hall.
«Cuando la banda comenzó, se suponía que Ben sería el cantante principal y se suponía que yo sería el chico lindo de la banda… pero después de un par de conciertos, fui degradado a ser el compositor», bromeó Ric Ocasek. «Pero obviamente es difícil no darse cuenta de que Benjamin Orr no está aquí. Hubiera estado feliz de estar aquí en este escenario. Todavía se siente extraño estar aquí sin él», agregó.
El set del grupo, con Scott Shriner de Weezer en el bajo y el barbado David Robinson en batería, incluyó «My Best Friend’s Girl», «You Might Think», «Moving in Stereo» y «Just What I Needed».
Tanto el hermano menor de Nina Simone, Dr. Samuel Waymon, como la cantante Mary J. Blige, pronunciaron largos discursos. El primero agradeció a Jon Bon Jovi por darle la licencia para «tomarse todo el tiempo necesario para decir lo que necesito decir» sobre la cantante. Mientras tanto, Blige notó que Simone «podía cantar cualquier cosa». Andra Day y The Roots versionaron “I Wish I Knew How It Would Feel to Be Free” y “I Put a Spell on You”, mientras Lauryn Hill interpretó “Black Is the Color of My True Love’s Hair”, “Ain’t Got No, I Got Life” y “Feeling Good”, acompañada por imágenes de Simone en la pantalla gigante.
Brittany Murphy, cantante de Alabama Shakes, hizo breves comentarios induciendo a Sister Rosetta Tharpe, llamándola «la madrina del rock ‘n’ roll» antes de ofrecer una interpretación de «That’s All».
Además del tradicional segmento In Memoriam, la ceremonia contó con dos tributos específicos. The Killers abrió la noche interpretando «American Girl» de Tom Petty, deslizando un poco de «Free Fallin» en el verso final, mientras que Ann Wilson (de Heart) y Jerry Cantrell (guitarrista de Alice in Chains) interpretaron una emotiva versión a dúo de «Black Hole Sun» de Soundgarden, para recordar a Chris Cornell.
The Moody Blues cerró la noche luego de las palabras de Ann Wilson, quien recordó a la sala que, además de la embriagadora musicalidad y el etéreo lirismo filosófico del grupo, «The Moody Blues son y siempre han sido una banda de rock ‘n’ roll’. Denny Laine, quien cofundó Moodys como grupo de blues pero se fue después de un álbum, saludó a quienes lo sucedieron, diciendo: «Estoy realmente contento de decir que estos tipos… pasaron a hacer otras cosas, y yo soy un gran fan. The Moody Blues, te amo».
Se hizo una pequeña mención al cofundador Ray Thomas, quien falleció el 4 de enero, pero Justin Hayward y John Lodge agradecieron a los musicalizadores de radio que defendieron a la banda, mientras Lodge reconoció a los fans que hicieron campaña para que el grupo ingrese al Rock Hall. Hayward explicó que «para nosotros y todos los músicos británicos, este es el hogar de nuestros héroes. Para ser celebrado incluso en la misma calle, en el mismo edificio, incluso en la misma ciudad que Buddy Holly y los Everly Brothers, con la mujer que nos mostró cómo se debe hacer todo, Nina Simone… es un privilegio. Significa mucho para mí».
Luego, los Moody Blues tomaron sus instrumentos para un set que incluyó «I’m Just a Singer (In a Rock and Roll Band)”, “Nights in White Satin” y “Ride My See Saw”.
La ceremonia del sábado también introdujo una nueva categoría: The Rock and Roll Hall of Fame Singles honró seis canciones que Little Steven Van Zandt dijo «dieron forma al rock ‘n’ roll». Los primeros en ser incluidos en la categoría fueron «Rocket 88» de Jackie Breston and His Delta Cats (1951), «Ray Rumble» de Ray Men (1958), «Louie Louie» de The Kingsmen (1963), «A Whiter Shade of Pale» de Procol Harum» (1967) y «Born to Be Wild» de Steppenwolf (1968).
El presidente y director ejecutivo de Rock Hall, Greg Harris, abrió la velada y dijo que «en un mundo que está lleno de división, el rock nos conecta». También celebró «un momento de crecimiento sin precedentes» para el museo y anunció una donación de 10 millones de dólares de parte de Key Bank Foundation, la mayor contribución filantrópica individual jamás realizada, que se detallará más adelante.