Por primera vez en varios años plagados de problemas, Kiss entró a estudios para las sesiones de grabación de «Animalize» ─lanzado el 17 de septiembre de 1984─ con una importante seguidilla de éxitos comerciales y de crítica.
Pero dos grandes nuevos problemas obligaron al cantante y guitarrista Paul Stanley a completar casi sin ayuda de nadie el disco que determinaría si el regreso de la banda sería permanente.
Indiscutiblemente los reyes del rock de estadios de fines de los 70, Kiss había sufrido una serie de golpes a principios de los 80: perdió a los miembros fundadores Ace Frehley y Peter Criss, y lanzó dos álbumes (el disco-pop «Unmasked» de 1980 y el extraño álbum conceptual medieval «Music From the Elder» de 1981) que alejaron a una gran cantidad de integrantes de su otrora numerosa y leal base de fans.
«Pasamos de ser la banda más grande del mundo a ser una banda que parecía estar en las últimas», recuerda el bajista fundador Gene Simmons en su libro «Kiss and Make-Up».
«Creatures of the Night» de 1982 fue un regreso sorprendentemente bueno a las mejores formas ─tal vez su álbum más pesado y consistente de todos los tiempos─ pero el público ya no les prestaba atención. Así que la banda jugó la última carta que les quedaba en su gran bagaje de trucos de marketing al eliminar su famoso maquillaje facial que ocultaba la identidad en MTV. Su nuevo aspecto, y otro álbum fuerte como «Lick It Up» de 1983, finalmente cambiaron el rumbo y llevaron a la banda de regreso al mundo de los discos de platino y las salas de conciertos abarrotadas.
La búsqueda para mantener este impulso sufrió un gran golpe cuando el sustituto de Frehley, Vinnie Vincent, dejó el grupo antes de la grabación de «Animalize». Más allá de sus impresionantes habilidades con la guitarra, Vincent se había convertido en una parte importante del equipo de composición de Kiss, obteniendo créditos de coautor en todas las canciones de «Lick It Up» excepto dos.
Esa no fue la mayor pérdida con la que Stanley se vio obligado a lidiar. «Gene prácticamente había desaparecido en ese momento», escribe en su libro «Face the Music». «Me sentí abandonado cuando llegó el momento de hacer ‘Animalize’. Después de informarme sin previo aviso ni discusión que no estaría para el álbum, Gene fue a un estudio y grabó algunos demos lo más rápido que pudo. Luego se fue a hacer una película [‘Runaway’, protagonizada por Tom Selleck]. Me dejó con un montón de basura en su mayoría inutilizable».
Simmons ha admitido varias veces a lo largo de los años que, durante esta época, dejó que su atención se alejara demasiado de Kiss y se centrara en el cine, la televisión y el trabajo de producción. Pero también ofrece algunas razones convincentes para este cambio. «Principalmente lo que pasó fue que comencé a perderme», explica en «Kiss and Make-Up». «No sabía cómo se suponía que debía actuar, porque la versión sin maquillaje de la banda era una idea completamente nueva. Paul estaba en su mejor momento. Se sentía muy cómodo siendo quien era».
Independientemente de las razones, la disminución de la concentración de Simmons dejó a Stanley en un aprieto. Además del siempre confiablemente asombroso Eric Carr, ahora baterista en su cuarto álbum de Kiss (y ganando crédito como compositor por la enérgica canción de apertura del lado B, «Under the Gun»), el ex Starchild estaba solo para encontrar un nuevo guitarrista y grabar el álbum.
El puesto vacante lo ocupó Mark St. John, a quien Stanley describe como un «tipo tonto y enorme» obsesionado, como muchos de sus compañeros, con el método de tocar la guitarra de Eddie Van Halen: «Todos querían ser rápidos y llamativos, tocando con las dos manos y la nariz si se lo permitías». Pero pronto quedó claro que el estilo ajetreado de St. John (por no hablar de su supuesta incapacidad para tocar el mismo solo dos veces en el estudio) no encajaba muy bien en la banda.
Stanley recuerda un diálogo revelador en «Face the Musi»: «En otra ocasión le dije: ‘Sabés, a veces no se trata de lo que tocás, sino de lo que no tocás. Escuchá a Jimmy Page, escuchá a Paul Kossoff, escuchá a Eric Clapton‘. ‘Puedo tocar más rápido que esos tipos’, se burló Mark».
Stanley acabó llamando a otro guitarrista (uno que, por capricho del destino, pronto demostró tener un papel mucho más importante en la banda) para que le ayudara a terminar un par de canciones. «Hay dos canciones de ‘Animalize’ en las que no toqué: ‘Lonely is the Hunter’ y ‘Murder in High Heels'», explicó St. John en «Kiss: Behind the Mask». «Ese es Bruce [Kulick] tocando la guitarra».
En medio de todo este caos, Stanley consiguió completar el trabajo en cuestión. «Yo arreglé las canciones de Gene, arreglé la situación de la banda, saqué solos de Mark y me encargué de la realización del álbum. También le puse nombre al álbum, diseñé el arte de tapa y organicé la sesión de fotos de la portada. Además de todo eso, pasé mucho tiempo en nuestra oficina promocionando personalmente el álbum, agasajando a la gente de la radio, convenciendo a MTV para que pasara los videos y haciendo todas las cosas que un representante haría normalmente».
Y lo hizo bien, entregando uno de los mejores álbumes de la banda en los 80. Si bien en retrospectiva puede que no sea tan bueno como «Creatures» o «Lick It Up», fue más que suficiente para mantener el impulso de la banda. Tal vez no sea de sorprender, considerando cómo se vio acorralado, que también haya creado lo que podría ser el álbum más agresivo de Kiss hasta ahora, con temas como el de apertura «I’ve Had Enough (Into the Fire)», el desafortunadamente titulado «Burn Bitch Burn» y «Under the Gun», todos ellos al borde del territorio del metal fuertemente distorsionado y de ritmo rápido.
Quizás lo más importante es que «Animalize» también entregó el single de mayor éxito de la banda en años con el abrasador y minimalista «Heaven’s on Fire». «Estaba luchando por la simplicidad», explicó Stanley en «Behind the Mask». «Desmond [Child] y yo escribimos esa canción en su casa. A mucha gente le gustó porque la he escuchado desde entonces en muchos álbumes con títulos diferentes. Al escucharla, me pregunté si sería demasiado simple. Pero me encanta».
En medio de discusiones bastante atrevidas sobre poner leña en las chimeneas y «salir a la autopista a 69 millas por hora», uno de los momentos destacados del álbum que no ha sido tan apreciado, «Get All You Can Take», presenta letras más serias y positivas que muestran la actitud de «se puede hacer» que ayudó a Stanley a abrirse camino hasta la cima del mundo de la música: «Tienes que conseguir todo lo que puedas tomar / Deja de esperar tu golpe de suerte / Deja de esperar, de perder el tiempo». Según el productor de «Creatures of the Night» y «Lick it Up», Michael James Jackson, que ayudó a trabajar en «Animalize» en las primeras etapas, también mostró el talento musical de Stanley. «Paul es un extraordinario intérprete de ritmo. Durante el proceso de grabación de las pistas, siempre confié en Paul para mantener el ritmo con la batería».
Aparte del continuo malestar de Simmons, todo parecía ir bien en la Nación Kiss, bueno, al menos por un breve momento. Pero no duraría. Poco después de que se tomaran las fotos de portada que mostraban a su tercer nuevo guitarrista en cuatro años, St. John sufrió una rara enfermedad artrítica llamada síndrome de Reiter. Esto hizo que sus manos y brazos se hincharan hasta tal punto que no pudo tocar en vivo con la banda. Con «Heaven’s on Fire» subiendo en las listas y la demanda de una gira a niveles que la banda no había visto desde su apogeo, estaba claro que el show tenía que seguir.
Entonces llamaron a Bruce Kulick, quien trajo estabilidad a la formación de Kiss, que había estado cambiando durante mucho tiempo, al unirse a la banda por un período temporal de dos semanas que terminó durando 12 años.