Veronika Nikulshina, activista y miembro del grupo ruso de punk Pussy Riot, fue detenida hoy en Moscú cuando salía de su casa para la filmación de una película documental.
Según informó la banda en declaraciones recogidas por la agencia alemana DPA, la policía moscovita arrestó a Nikulshina por el cargo de «desobediencia».
Los voceros de Pussy Riot creían que la detención podía deberse al temor de las autoridades de que la activista estuviera por participar de algún acto político mientras se realizaba la prueba de vestuario de un desfile militar que se llevará a cabo el domingo en la capital rusa para conmemorar el final de la Segunda Guerra Mundial, hace 76 años.
El grupo tiene un largo historial de manifestaciones y actividades públicas en reclamo contra el gobierno de Vladimir Putin, por temas que van desde el autoritarismo, la violencia policial y la discriminación hacia los homosexuales.
En el caso particular de Nikulshina, hace más de seis años fue multada junto a otra componente de Pussy Riot por desplegar banderas arcoíris que representan a la comunidad LGBTQ+ en las fachadas de varios edificios gubernamentales.
Más recientemente, en 2018, la joven ahora detenida fue apresada junto a otros tres miembros del grupo luego de que corrieran hacia el campo de juego en la final del Mundial de Fútbol de la FIFA vestidos de policías, para llamar la atención sobre el problema de los presos políticos en el país.
En aquella oportunidad Nikulshina pasó 16 días detenida.