Los familiares del músico Tom Petty, fallecido en 2017, repudiaron el uso de la canción «I Won’t Back Down», uno de los grandes éxitos del artista, durante la campaña electoral en la que está sumido el presidente estadounidense Donald Trump.
El mandatario, que aspira a la reelección, hizo sonar el tema durante su campaña en Tulsa, Oklahoma, y eso provocó que cuatro familiares del artista emitieran anoche sábado una declaración en la cual afirman que Petty «nunca querría una canción suya para una campaña de odio. Le gustaba unir a la gente».
La familia dijo que Trump «no está autorizado a usar esta canción para promover una campaña que deja atrás a muchos estadounidenses y al sentido común. Tanto el fallecido Tom Petty como su familia se oponen firmemente al racismo y la discriminación de cualquier tipo».
La canción, una de las más exitosas de Petty, sonó anteriormente durante una aparición del presidente en un encuentro partidario que llevó a cabo en el BOK Center de Oklahoma.
En la declaración, firmada por Adria, Annakim, Dana y Jane Petty, se establece que el cantante escribió esa canción “para los desvalidos, para el hombre común y para todos. Queremos dejar claro que creemos que todos son libres de votar como quieran, pensar como quieran, pero la familia Petty no lo soporta”.
En los últimos años, varios artistas han emitido una “carta de cesar y desistir” a la administración Trump por el uso no autorizado de su material, incluidos los Rolling Stones, Queen, Neil Young, Aerosmith y Rihanna. El año pasado, Trump usó el clásico de Prince «Purple Rain», incluso después de prometer que no lo haría como resultado de las quejas de los herederos del artista.