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Marilina Bertoldi: «La incomodidad es hacer siempre algo que no sé hacer, es hacer algo nuevo»

22/06/2025 - Especiales
Marilina Bertoldi: «La incomodidad es hacer siempre algo que no sé hacer, es hacer algo nuevo»

Marilina Bertoldi, una de las voces más potentes y disruptivas del rock argentino, lanzó su quinto álbum de estudio, «PARA QUIÉN TRABAJÁS Vol. I», un trabajo que reafirma su lugar como referente indiscutida de la escena musical contemporánea. Este disco, definido por la propia artista como «bedroom rock», es una obra visceral, introspectiva y políticamente cargada que combina la frescura de su estilo con una evolución sonora marcada por la experimentación.

«Bueno, estuve como dos años, pero es como un tiempo bastante lógico», cuenta sobre la creación del álbum. «Creo que quería que todo hablara de lo mismo, tanto la letra como la música, como la producción y la mezcla, obviamente, que sonoramente acompañara el mensaje. Y eso requirió como un poco de búsqueda de entendimiento para mí, de que quería decir y cómo, porque quería tocar temas delicados. Entonces no quería aburrir y en esa búsqueda, bueno, terminé encontrando el camino», agrega.

Bertoldi se explaya sobre esa búsqueda: «No siento que la manera de hablar de las cosas que están pasando tenga que ser muy solemne, ni tampoco tengo las respuestas a todo. Creo que el disco no habla de eso, entonces no me puedo poner en esa postura de aburrir a la gente con ‘che, miren que esto es así, si quieren saber la verdad de esto…’, no, la verdad es que lo que hago es tratar de empatizar o que el resto empatice y así nos encontremos todos en el mismo feeling de cómo nos sentimos en esta época y hablar más de eso, de los sentimientos, de las sensaciones. Con todas las rebeldías que tiene el rock, obviamente, y toda la cosa de no querer aburrir, porque sería un gran problema para mí».

La cantautora confiesa que «El Gordo» fue el primer tema que surgió, y desde allí se fueron desarrollando las otras canciones, siempre con la misma idea detrás. «‘El Gordo’ fue el primer tema y tuve dos caminos muy claros para seguir y ahí me definió un poco el sonido del disco», cuenta. «Una fue de la mano de un productor que lo produjo, agarró mi maqueta y la hizo sonar increíble… pero era como muy The Weeknd, era como medio ‘Aspen’ y me encantaba… y todo el mundo me decía ‘es increíble este tema’ y a mí como que me gustaba más la maqueta, pero no porque es mejor sino porque creo que tiene más que ver con la letra. La letra es como más local, estoy hablando de algo, estoy diciendo estas palabras y expresiones argentinas y ahí dije ‘che, esto lo tengo que llevar yo, tengo que animarme e ir por acá y estos guiños me gustan, me parece que le dan un toque de ‘acá estoy hablando de lo que está pasando con la melancolía y el recuerdo’, y el resto dedicarme a definir cómo estoy yo en este momento».

«No sé si pertenezco mucho a la industria», confiesa Bertoldi. «Me siento muy en los márgenes y creo que estas son maneras de seguir perteneciendo a eso, porque si hay algo que me aterra es pertenecer a esa industria, que no la cuestiono desde los lados de decir si algo está bien o está mal, pero yo me siento cómoda en este lugar porque siento que me da otra identidad, siento que puedo ser yo, en realidad. Y creo que también un poco las decisiones de no responder a algunas cosas que tienen que ver con la industria, que es sonar acá y decir las palabras como las decimos acá. Que siempre lo hice, pero ahora fui como más de lleno, es una buena respuesta a un momento donde la industria está muy centroamericanizada, es como que está muy… no sabés de dónde son los cantantes… son decisiones, pero se volvió una norma y ya es como la cosa más natural y dije ‘bueno, esto también es un statement‘. Siento que no pertenezco en algún sentido», añade.

Marilina también confiesa que su búsqueda estuvo basada en la incomodidad, en hacer algo nuevo, en los desafíos. «La incomodidad es hacer siempre algo que no se hacer, es como hacer algo nuevo, para no repetir el sonido, porque lo que me aburre es eso, ya cuando empiezo a cantar de una manera, borro la toma, como que arranqué cantando bien alto en mi carrera, y después con los discos fui bajando, bajando, bajando y me di cuenta que pude ir bien bajo y ahora estoy cantando muy grave. Y en algunos momentos subo y digo bueno, aprovecho ese momento y ese momento es medio especial, no es que todo el tiempo estoy arriba, creo que esa incomodidad de no saber cómo hacer esto nuevo es lo que me mantiene feliz».

«Entonces yo ya sé que eso me sale, los audios de viola, el riff, ¿no?», se sincera. «A mí me gusta diciendo que eso ya lo investigué, ya se, ya está, ya me gané mis premios. Bueno, ahora quiero hacer cosas que no sé si van a estar buenas, un lo-fi, una composición y producción en mi casa, que voy a dejarle los audios de maqueta, vamos a ver qué pasa, todo en búsqueda de una frescura que es como una promesa que siempre está como por delante y persigo y creo que está logrado, está logrado en el disco. A mí todavía no se me volvió viejo, a mí generalmente cuando saco un disco ya está viejo, así que estoy feliz», cierra.