El legendario músico Van Morrison planea demandar al Gobierno de Irlanda del Norte por las restricciones a la música en vivo, entre las medidas preventivas para mantener el distanciamiento social recomendado ante la pandemia de coronavirus.
«No tenemos conocimiento de ninguna evidencia científica o médica creíble para justificar esta prohibición general y vamos a impugnarla en los tribunales», anunció a la prensa de su país su abogado Joe Rice, según informa RTE.
Rice ha confirmado que el cantante presentó una carta de protocolo de acción previa al Departamento de Salud de Irlanda del Norte el 12 de enero. En ella, desafió las regulaciones que prohíben la música en vivo en lugares cerrados con licencia en Irlanda del Norte, que se encuentra en medio de un encierro de seis semanas. Todos los lugares de entretenimiento se encuentran actualmente cerrados.
Rolling Stone informa que Morrison ha dado a las autoridades 21 días para responder, y si el Departamento de Salud no responde dentro de ese plazo, Morrison «emitirá un procedimiento inmediatamente ante el Tribunal Superior», dijeron sus representantes legales.
De esta manera, el creador de clásicos como «Gloria» y «Moondance» continúa con su cruzada en la que pone en duda la magnitud del virus, y por lo tanto cuestiona las restricciones a distintas actividades tendientes a evitar contagios.
En tal sentido, el artista ya había lanzado tres canciones de protesta a lo largo del 2020, «Born To Be Free», «As I Walked Out» y «No More Lockdown».
Precisamente, una de las letras de estas canciones dice: «No más extralimitaciones del gobierno, no más matones fascistas que perturben nuestra paz».
También publicó un tema junto a Eric Clapton, quien lo apoya en estas críticas, llamado «Stand and Deliver», cuya recaudación es destinada a Lockdown Financial Hardship Fund, una fundación creada por Morrison para ayudar a los músicos en tiempos de pandemia.
Por su parte, el ministro de Salud de Irlanda del Norte, Robin Swann, lamentó la postura del músico y advirtió sobre el efecto negativo que puede tener en la población.
«Esperaba algo mejor de él. Lo que está diciendo es de hecho peligroso y puede animar a la gente a no tomarse en serio el coronavirus. Si lo ves como una gran conspiración, entonces sos menos proclive a seguir los consejos de salud pública que ayudarán a otros a mantenerse a salvo», manifestó el funcionario.